Ferrari está “devastado” y vive “una pesadilla”
El doble abandono de los SF-25 priva a los de Maranello de la posibilidad de luchar, al menos, por un podio en Interlagos. “Es muy duro”, admite Vasseur.
Un doble abandono es mala noticia para cualquier equipo de F1 y el hecho alcanza más repercusión cuando lo protagoniza Ferrari. El fin de semana de Brasil ha sido malo para Maranello, con un doble cero como el que tuvieron en Zandvoort. En China tampoco consiguieron puntos, pero fue por la eliminación de los dos monoplazas rojos por infracciones técnicas (desgaste del patín y peso mínimo). Y en Interlagos ambos Ferrari acabaron antes de tiempo, lo que hizo alzar la voz al presidente de la compañía, John Elkann. Cierto es las causas son las mismas, daños tras tocarse con otros coches, pero las responsabilidades son distintas, y las aspiraciones de ambos, también.
Charles Leclerc partía desde la tercera plaza y aseguró que el podio era posible, pero un exceso de confianza de Piastri, que empujó a Antonelli contra el monegasco, acabó con su carrera en la vuelta cinco. “No sé si había algo más que un podio, pero sin duda era posible. Es una lástima”, admitió con su SF-25 parado en el garaje y con el que venía de hacer dos ‘cajones’ consecutivos, tercero en Austin y segundo en México.
Al otro lado del garaje, Hamilton continúa buscando su camino y confirmando que la victoria en la carrera al esprint en China queda ya muy lejos en el tiempo y fue un espejismo de un coche que no puede competir por victorias los domingos. De hecho, la última es de a quien sustituyó sir Lewis: Carlos Sainz en México 2024. El cambio de pilotos no da sus frutos en Italia y mientras el madrileño descorchó champán en Singapur, el británico mantiene la botella de Moet en la nevera. Y como el destino es caprichoso, ambos pilotos se encontraron en la salida de Brasil. Y ambos dañaron sus monoplazas: “Tras el impacto, sentí como si la suspensión trasera se hubiera roto, pero dijeron que parecía estar bien. Pero luego se produjo la pérdida de carga aerodinámica, aclaraba el heptacampeón.
“Creo que estábamos perdiendo entre 30 y 40 puntos de carga aerodinámica, así que cuando íbamos a alta velocidad, la cosa se rompía. Estaba haciendo todo lo posible por seguir el ritmo de los que iban delante de mí”, explicó el inglés, quien se autoinculpó porque no tenía que estar allí. No se refería a trazadas, espacios o vértices. Señalaba a su mala clasificación que le obligó a salir en medio de clase media. “Es un fin de semana para olvidar. Quedarse sin nada, no terminar una carrera por segunda vez en el año, es realmente devastador. Me siento fatal por el equipo. Lamento mi papel en la clasificación, por haberme puesto en esa situación”. Luego en Sky continuó hablando sobre el desastre de Interlagos: ”Está siendo una pesadilla".
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Por último, Fred Vasseur, el jefe de ambos, comparte su análisis. “Ha sido un domingo muy duro. Charles estaba en una posición desde la que podía haber luchado por la primera posición o al menos por el podio. En una situación así, no solo pierdes puntos, sino que también se los regalas a los demás”.
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