NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

F1 | BAKÚ

“Es cuestión de tiempo que veamos un accidente grave”

El porpoising se recrudece en Bakú y Russell es crítico. Sainz, 4º en parrilla: “Puede pasar de todo. Alonso, 10º: “Será una carrera de supervivencia”.

Bakú
Carlos Sainz (Ferrari F1-75). Bakú, Azerbaiyán. F1 2022.
Peter J FoxGetty

Las preguntas con el periodista, a la carrera por el ‘paddock’, ahorran a Carlos Sainz media docena de ‘selfies’ de camino al ‘hospitality’ de Ferrari. No sale desde la pole, aunque ocupó esa posición virtual durante minutos decisivos de la clasificación, pero el madrileño confiesa a AS que nadie descarta nada este domingo ante el GP de Azerbaiyán: “Puede pasar de todo, eso seguro. Cualquier cosa. Lo bueno es que se puede adelantar, hay una salida y una parada, habrá degradación de neumáticos porque se espera mucho calor. Al poder pasar cualquier cosa, no es un desastre salir desde la cuarta posición”.

El madrileño lamenta el error que le relegó tres puestos en la Q3: “Ha estado cerca (la pole), el segundo intento de la Q3 quería limpiar un poco la vuelta, ya era bastante buena antes pero había tenido un par de sustos. He intentado encontrar ese punto extra y me he dado otro susto bastante grande que he conseguido salvar. Estoy intentándolo ahí fuera, estoy intentando probar cosas en el coche y manejarlo de maneras diferentes para buscar ese límite. Hoy, probando, intentándolo, me he equivocado en la curva dos. Pero creo que hemos hecho un gran progreso”.

El porpoising se recrudece

Sainz volvió a hablar el viernes del porpoising, “por alguna razón ha vuelto”. La enorme recta de Bakú, de más de dos kilómetros, facilita que los monoplazas pierdan carga aerodinámica de forma repentina y reboten contra el suelo a 300 kilómetros por hora, en algunos casos de forma salvaje. Red Bull no lo sufre, otros como Alpine tampoco, pero Ferrari y Mercedes arrastran este problema desde el inicio de la temporada. Entre los pilotos más críticos después de la clasificación estuvo George Russell: “Hay que resolver el problema del porpoising, vamos tan cerca del suelo para obtener el mayor beneficio con la aerodinámica pero es brutal ir rebotando de esa manera. Apenas veo el punto de frenada en una recta, y no creo que seamos los únicos. Media parrilla está así, frustrada, Ferrari está así, pero de alguna forma consiguen hacerlo funcionar. Es cuestión de tiempo que veamos un accidente grave por esto, algunos no podemos seguir en línea recta con tantos botes”, protestó Russell, que además es uno de los portavoces de la asociación de pilotos. El inglés insta a revisar las reglas, aunque hay pocas alternativas más allá de levantar los coches varios centímetros.

Eso le vendría bien a los equipos que no están sabiendo gestionar el ‘porpoising’, como Mercedes; y mal a Red Bull, que apenas lo menciona. “Como grupo, tenemos que repensarlo. Esto no se puede sostener durante tres años, o lo que duren estas reglas”. “Aprendemos cada vez más del coche y eso limitaría nuestro aprendizaje, creo que los tres equipos ‘top’ están en la misma situación. Pero nadie lo hace por rendimiento, esto sería por razones de seguridad”, cierra Russell.

Alonso, ante una “carrera de supervivencia”

Alonso, décimo en la parrilla, también comentó con este medio las posibilidades en competición: “Será una carrera de supervivencia, como siempre en Bakú, muchos coches no terminan la carrera. Empezamos décimos y el objetivo es un top-7, top-8. Estos coches son más pesados y rígidos, así que va a ser una carrera muy larga”. “Estoy contento con el sábado, aunque esperábamos más después de los entrenamientos. Perdemos del viernes al sábado, otra vez, en cuanto a nuestra competitividad, tenemos que ver bien por qué sucede eso. El 10º y 13º (de Ocon) es un poco extraño, pero la carrera es el domingo”.

Bakú. Esencia otomana, remaches soviéticos y sentimiento europeo, o quizás eurovisivo, conforman la identidad de la población de Bakú. Los edificios neoclásicos del centro son imponentes, aunque quienes los han visitado, fundamentalmente para tomar fotografías de los coches desde los balcones, los recuerdan inutilizados y vacíos. La gente está en las plazas echando la mañana y uno diría que no tienen muchas cosas que hacer, porque en cada tienda figura el dependiente acompañado de cuatro amigos o familiares. Celebran la llegada de la F1 que no se pueden permitir (el paddock, de los más despoblados de la temporada), porque llena la ciudad, aunque este año tampoco eso: la guerra entre Rusia y Ucrania, dos vecinos de Azerbaiyán, ha lastrado la asistencia: 20.000 aficionados. 20.000 afortunados.