“En 2026 los fabricantes reducirán las diferencias mediante concesiones”
El ADUO dará ventajas como “más presupuesto de desarrollo”, “más horas en el banco de pruebas” o la “posibilidad de homologar de nuevo el motor”. Tombazis rechaza hablar de “BoP”.
Una de las preocupaciones de los pilotos y los seguidores de Fórmula 1 es que el año que viene con el cambio de normativa aparezcan viejos fantasmas. Todo el mundo se acuerda de como en 2014 los cambios que buscaban revitalizar la competición acabaron con ella. Con las victorias año tras año de Mercedes, que era notoriamente superior al resto de fabricantes, se convirtió en una competición previsible hasta 2020. Desde la FIA no quieren que esto vuelva a ocurrir y tienen un plan para evitarlo: partir de un motor más sencillo y dar oportunidades a los rezagados a través de un sistema de concesiones.
Nikolas Tombazis hablaba de esta cuestión en una entrevista con Motorsport. El director de monoplazas de la FIA no cree que la situación de antaño vuelva a darse: “En primer lugar, no creo que vayamos a tener una situación en la que un fabricante tenga una ventaja tan grande como en 2014”. El ingeniero de 57 años piensa eso porque los motores tendrán una complejidad menor, aunque reconoce que no han dado tantos pasos en esa dirección como querrían: “Los motores no son tan sencillos como nos hubiera gustado. Honestamente, queríamos simplificarlos aún más, pero recibimos mucha resistencia de algunos fabricantes. Aun así, los nuevos motores siguen siendo más simples que la generación actual. Ya no tienen MGU-H y la mayoría de los parámetros están bastante claros, por lo que no esperamos que las diferencias sean tan grandes como en 2014”.
Partir de unos motores más sencillos es el primer paso en busca de la igualdad entre constructores. Pero el griego reconoce que, aun así, siempre cabe la posibilidad de que a algún fabricante se le dé especialmente bien y a algún otro especialmente mal: “Por supuesto, tenemos nuevos participantes y al inicio de un nuevo ciclo siempre existe el riesgo de divergencia”. Para actuar frente a eso, incluye otra variable a la fórmula: el sistema de concesiones. En la actualidad hay un límite presupuestario separado para los motores, impidiendo que los que inician peor el año puedan recuperarse fácilmente. Esto cambiará con el ADUO, que significa Additional Development and Upgrade Opportunities (Oportunidades Adicionales de Desarrollo y Actualización): “Este concepto es el resultado de mucho trabajo. Ya estaba presente en el reglamento desde el primer día, pero en los últimos meses se añadieron más detalles sobre cómo funcionará en la práctica”.
Así funcionará el AUDO
Tombazis continuó detallando en qué consistía este sistema y a qué ventajas podrán acceder los constructores descolgados: “En esencia, tras cinco o seis carreras se medirá el rendimiento medio de cada fabricante de unidades de potencia. Los fabricantes que estén por debajo de un cierto umbral recibirán ventajas, dependiendo de cuánto estén por debajo. Primero, más presupuesto de desarrollo dentro del tope; segundo, más horas en el banco de pruebas; y, por último, la posibilidad de homologar de nuevo el motor. De este modo, los fabricantes rezagados tienen oportunidades de compensar la diferencia”.
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El director de la FIA deja claro que el ADUO no tiene nada que ver con un BoP: “Quiero enfatizar que rechazo cualquier comentario que diga que esto es un Balance of Performance. Primero, el reglamento bajo el que trabajan los fabricantes es igual para todos. No damos más potencia, más combustible ni nada por el estilo. Segundo: si no hubiera un tope presupuestario para los motores, un fabricante rezagado normalmente invertiría muchísimo dinero. Pero con un tope presupuestario, eso ya no es posible, y entonces existe el riesgo de ser humillado continuamente mientras el reglamento esté vigente. No queremos eso y no sería justo. Por eso existe este sistema, y debo decir que todos los fabricantes han mostrado una actitud muy constructiva”.
Y acaba comentando una iniciativa que busca dar facilidades a los constructores con “problemas de fiabilidad graves”, aunque aún no está aprobada: “Supongamos que un fabricante rompe un motor cada fin de semana. Esos motores son caros, así que gran parte del presupuesto se gastaría en motores dañados, limitando el desarrollo. Te puedes imaginar que sería una situación terrible. Actualmente, estamos trabajando en iniciativas que esperamos sean aprobadas pronto y que permitan más margen dentro del presupuesto si se superan ciertos números de motores. Si superas un número determinado, los motores adicionales cuestan poco dentro del tope presupuestario. En términos de dinero real, los motores cuestan lo mismo, pero respecto al tope presupuestario queremos evitar que los fabricantes queden en una situación terrible sin margen de maniobra. Eso sería muy desafortunado”.
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