El segundo fichaje del siglo en la Fórmula 1
En Inglaterra llevan a Newey a Ferrari con Hamilton, aunque según las fuentes de AS aún no está firmado. El ingeniero estrella no se plantea la jubilación.
El tipo más buscado en un paddock de Fórmula 1 desde hace un par de semanas siempre lleva gorra, pero no es piloto. Adrian Newey (Inglaterra, 65 años) no piensa en la jubilación y admite que trabajar para otra escudería una vez se marche oficialmente de Red Bull (dentro de un año) es una posibilidad real. Tan real como que su gardening leave, la clásica suspensión que afrontan los ingenieros en la F1 antes de cambiar de equipo, ya ha comenzado. Sigue viajando a las carreras (no a todas) y está en el muro, pero no en el día a día de la escudería. Podrá trabajar para otro fabricante dentro de doce meses y tendrá impacto en el coche de 2026, coincidiendo con el próximo cambio de reglas técnicas en el Mundial.
Aunque el interés de Aston Martin por fichar a Newey es tentador, parece que todos los caminos que pueda tomar Newey a partir de ahora llevan a Ferrari. En Inglaterra lo dan por cerrado. El ‘Daily Mail’ publicó este viernes que podría incluso estar ya firmado. Las fuentes de AS dicen que no es así, definitivamente no está firmado, pero cuando el río suena agua lleva y Ferrari tiene la capacidad para construir un verdadero ‘dream team’ con Hamilton y Newey a partir de 2025. No será un equipo de jóvenes talentos, tienen de todo menos futuro. Pero los siete títulos de Lewis y los 12 del ingeniero (de constructores, más 14 de pilotos) serán una combinación difícil de emular en las próximas décadas de automovilismo.
¿Será tan importante Newey en el diseño de un futuro Ferrari? Sí y no. No se puede obviar el talento coral de la fábrica de Red Bull y la cantidad de figuras que han surgido a su estela, como Pierre Waché (actual director técnico), Dan Fallows (homónimo en Aston Martin) o Rob Marsall (mismo cargo en McLaren). Durante los últimos años, Newey ejercía como consultor y guía, pero no estaba encima de los progresos del monoplaza. Sin embargo, se responsabiliza al británico de las soluciones ‘antiporpoising’ desde el inicio de este cambio de reglas, en 2022, porque es el único ingeniero de este paddock que había convivido con las antiguas reglamentaciones del efecto suelo allá por los años 80.
Más otra particularidad: Newey, formado como ingeniero aeronáutico y forjado en una era de la F1 algo más rústica y personal, es uno de los pocos diseñadores que conciben el coche como un todo y son capaces de trabajar en los comportamientos relacionados. Por ejemplo, el DRS simplemente se abría para reducir resistencia al aire en las rectas y facilitar los adelantamientos, pero Newey lo reconvirtió en un elemento que interactúa con todo el paquete aerodinámico en cada vuelta de clasificación, y ahora el resto de escuderías empiezan a progresar por esa vía.
Newey: “Probablemente volveré”
Waché resta importancia a la salida de Newey. “Es el ingeniero más exitoso de la F1, pero el equipo está preparado”, dice el francés. El francés trata de explicar la aportación del inglés: “Ha cambiado en función de su implicación con la F1 u otros proyectos. Es un intercambio sobre qué dirección tomar, él más orientado a la parte aerodinámica y yo en las dinámicas del coche”. Fallows, uno de sus alumnos aventajados, también lo menciona: “Aprendí mucho de Adrian. Es una persona muy experimentada de una época en la que los diseñadores tenían mucho entendimiento global del coche. Cuando creces en una época de especialización es fácil perder la perspectiva de que el coche funciona como un todo. Es interesante ver lo que hace ahora”.
¿Y qué dice el protagonista? El pasado fin de semana pilotó su Lotus 49 de 1968 en el GP histórico de Mónaco, y habló en un evento organizado por Oyster Yachts. “Si me preguntan hace 15 años que con 65 iba a considerar cambiar de equipo y hacer otros cuatro o cinco años, habría respondido que si están locos”. Pero luego reflexiona: “Cuando mi padre se jubiló, perdió un poco el camino. Respeto y pienso mucho en Bernie (Ecclestone) y Roger Penske, que a sus edades (93 y 87 años, respectivamente) siguen extremadamente ágiles física y mentalmente. El cerebro necesita ejercicio. Tendré unas vacaciones, pero como dice Forrest Gump después de su larga carrera, estoy un poco cansado ahora mismo pero probablemente en algún momento volveré”.