El no de Alonso a los dos gigantes de la F1 moderna
Mercedes ofrecía 1+1 para no bloquear a Antonelli, pero Wolff iba a por Fernando. Red Bull se interesó, pero Aston Martin cerró con prisa al bicampeón.
Alonso decidió, porque siempre decide él. Ya dio señales al llegar al GP de Australia: “Nadie dictará mi destino, yo escojo siempre”. En la mesa tenía propuestas de las dos escuderías más exitosas de los últimos tiempos, pero Aston Martin fue capaz de convencer al asturiano después de un arranque de ensueño en 2023 (ocho podios, cuarto del Mundial), el esfuerzo aplicado desde entonces en busca de evoluciones, la imperiosa fábrica de Silverstone, los futuros simulador y túnel de viento y, uno de los factores más importantes, la entrada de Honda como socio de motores con el cambio de reglamentación. Serán al menos dos temporadas más de Fernando en la F1, 2025 y 2026. Para la primera no habrá grandes cambios entre las fuerzas, pero en la segunda quien acierte con la normativa aspira a ganar títulos. Y Honda ya los gana con Red Bull.
El mercado se aceleró en febrero con el movimiento de Hamilton a Ferrari y las réplicas terminaron por salpicar a Alonso. El español no tenía prisa por renovar, no hasta el verano como suelen marcar los plazos habituales de la Fórmula 1. Pero Aston Martin sí tenía prisa por renovarle, había cierto temor a que se moviera hacia un grande y que el baile de pilotos les dejase sin opciones atractivas en el mercado. Ya en Japón se escuchó que Fernando tenía una oferta encima de la mesa de Aston y en sus manos estaba aceptar y acabar con el ruido.
Mercedes fue una opción interesante, hubo encuentros entre Toto Wolff y Flavio Briatore en los últimos meses. La escudería alemana solo ofrece un contrato de un año con opción a otro, y la opción recae sobre Mercedes y no el piloto. Es así porque no quieren cerrar la puerta al italiano Andrea Kimi Antonelli (17 años), su proyecto de futuro representado por Toto, como Russell. Además, la pista situó al AMR24 delante del W15 en todas las carreras desde Arabia Saudí. Habría sido un cambio entre fuerzas parejas. Quienes hablan frecuentemente con Wolff en el paddock habían escuchado que el dirigente austriaco iría en serio a por Fernando si no podía llevarse a Verstappen. Ahora tendrá que cambiar de planes.
Horner también se interesó antes de viajar a Melbourne sobre la situación de Alonso para ficharle en Red Bull. Valía tanto para sustituir a Max en caso de fuga como para apretarle como compañero de equipo en caso de rebelión interna. Pero de nuevo, no prosperó. Cualquiera que conozca al asturiano, de 42 años, sabe que nunca se decantará por la alternativa llena de condicionantes externos. “Las otras conversaciones eran ligeras y no me hacían llegar a conclusiones, o se necesitaba más tiempo. En Aston existía el deseo claro de trabajar juntos. Por eso ha sido sencillo. Era lo mejor, donde me sentí más querido”, explicó el piloto.
La situación de Sainz en el mercado
El mercado se aclara con Fernando y ofrece un escenario ligeramente distinto para Sainz. Si no hay un sitio en Aston (hoy por hoy parece inverosímil que Stroll se mueva o se vaya), lo más interesante que ofrece la parrilla es el Red Bull con sus plazos arriesgados (“Checo es la prioridad, depende de él quedarse”, dice Horner) y el Mercedes con su ‘uno más uno’. Será difícil levantar el asiento a Pérez, tiene patrocinadores importantes y además su valor comercial para la F1 es incalculable: él y Verstappen son capaces de vender entradas en casi cualquier circuito del planeta.
Además a Horner no le faltarán pilotos, propios o extraños, aun pasado el verano. La oferta de Mercedes puede no encajar con los tiempos de Carlos, pero no deja de ser atractiva. Si no, Audi se frota las manos para convertirlo en el líder del proyecto a largo plazo. El problema es que Sainz hoy está ganando, eso también le sitúa en las mejores quinielas, y Audi no lo hará en un puñado de años.