El duro camino de Lawson hasta ocupar un puesto en F1: “Mis padres vendieron su casa para que yo pudiera seguir corriendo”
El nuevo fichaje de Red Bull, que sustituirá a Pérez en 2025, cuenta lo difícil que fue llegar a Europa y cómo de importante fue Marko en su carrera.
Las cosas de palacio van despacio y, dentro de la Fórmula 1, todavía más. El mundo del automovilismo siempre ha mostrado su cara más cruel. No es fácil llegar a ser piloto porque, las cosas como son, es un deporte muy caro, en el que las influencias también tienen mucho peso y donde el talento, a veces, puede no llegar a ser lo que decante la balanza del lado de uno. Puedes esforzarte al máximo, de hecho, es imprescindible hacerlo, pero muchos también necesitan de un milagro para poder seguir avanzando hasta lo más alto, el Mundial. Así le pasó a Liam Lawson. Tan solo un milagro le salvó, pero por fin ha podido llegar al Gran Circo y, encima, este 2025 lo hará corriendo junto a Max Verstappen en Red Bull. El asiento más codiciado de la parrilla de salida de la F1 y que Checo Pérez ha dejado libre tras su despido.
Pero el camino no ha sido sencillo. De hecho, para Lawson fue de lo más tedioso. Es de Nueva Zelanda y, comenzando desde cero, le costó hacerse conocido en Europa. Su pasión llegó desde pequeño, vivía muy cerca del circuito de Pukekohe y rápidamente se adentró en el mundo de los karts. Fue ganando, ascendiendo de categoría a nivel nacional, pero a los 16 años y sin opciones a seguir escalando, se vio obligado a hacer las maletas y mudarse a Europa con el fin de perseguir su sueño y seguir creciendo profesionalmente. Sin embargo, el dinero era importante y, por suerte, puedo llegar a la F4 de Alemania gracias a un patrocinador neozelandés, en un equipo holandés. Pero su familia ya había hecho hasta entonces un sacrificio enorme para llegar a ese punto de inflexión en su carrera deportiva.
“Mis padres y toda mi familia dieron mucho, sobre todo en los primeros años con los karts”, dijo Lawson al podcast Talking Bull de Red Bull. “Mis padres vendieron su casa para que yo pudiera seguir corriendo. Es increíble. Lo dieron todo para que yo pudiera correr, incluso en los karts, porque son muy caros”, añadía el ahora piloto de la marca energética, que también recordaba su estancia en un internado de Reino Unido mientras seguía su carrera como piloto. Sin embargo, reconoce que no terminó “el instituto ni nada de eso”, porque su objetivo era únicamente alcanzar las carreras: “Sinceramente, estaba emocionado por poder luchar por mi sueño. Y siempre hay momentos difíciles, pero nunca me pregunté de si era demasiado difícil y si quería volver a casa”. “Cuando era niño y me gustaba la Fórmula 1, veía ese campeonato todos los años y soñaba con estar ahí. Para mí, era como la Fórmula 1 de las carreras de esa época”, añadía.
“Siendo de Nueva Zelanda, intentar conseguir dinero para competir en el extranjero es muy, muy difícil. Así que, entre un grupo de gente increíble que ha estado detrás de mí, sponsors e inversores, montamos la estructura para conseguir el dinero suficiente para ir a Europa y hacer una temporada completa e intentar que me fichase un equipo junior, porque sin él, no había ninguna posibilidad de conseguir llegar a la Fórmula 1″, explica Lawson. En su primera temporada en Europa, fue segundo, pero no se le abrieron las puertas. Ninguna academia de la F1 le contactó y volvió a su país para disputar las Toyota Winter Series con 17 años, sin planes de lo que haría al año siguiente, en 2019. Pero su milagro apareció: Helmut Marko. El asesor de Red Bull vio la carrera inaugural de ese campeonato, se fijó en él y ya todo vino rodado.
“Y me llamaron después de ese primer fin de semana en Nueva Zelanda, me enteré uno o dos días después del fin de semana. Estaba sentado en una cafetería, recuerdo exactamente dónde estaba sentado. Me lo dijeron y, obviamente, fue muy emocionante. Básicamente, me eligieron en el momento perfecto y eso salvó mi carrera. Me quedaban esas cuatro semanas de campeonato, y después no tenía ningún plan...”, recuerda Liam, que después de esa llamada, acabó compitiendo en la F3 y F2, siendo compañero de Oscar Piastri, ahora su rival en McLaren. También participó como piloto Red Bull en el DTM, donde consiguió el subcampeonato con un Ferrari GT3. Después, en 2022 se convirtió en piloto reserva de la marca tras acabar tercero en la Fórmula 2. Entonces, su gran oportunidad en la F1 llegó en 2023, cuando Daniel Ricciardo se rompió la muñeca y tuvo que sustituirle durante cinco carreras. Puntuó en el GP de Singapur y eso llamó la atención de la marca que, un año después, le colocaría como compañero de Max Verstappen al ascender desde el Visa Cash App.