Cuando Hamilton se consagró en casa en pleno diluvio
Se cumplen catorce años de la primera victoria del heptacampeón en casa, en la que llegó a ganar con más de un minuto de diferencia sobre el segundo.
Un 6 de julio de 2008, hace hoy exactamente catorce años, Lewis Hamilton logró la primera de sus ocho victorias en Silverstone, el circuito donde más veces se ha subido a lo más alto del podio (junto a Hungaroring). Ya había conseguido la pole en el mítico trazado el año anterior, pero se vio superado en carrera por Kimi Raikkonen y Fernando Alonso.
En esa temporada 2008, Hamilton llegaba a su carrera de casa como cuarto clasificado del Mundial a diez puntos de Felipe Massa. Tras dos carreras sin puntuar, incluida aquella en Canadá en la que embistió a Raikkonen por detrás en el ‘pit lane’, el británico tenía que ganar si no quería descolgarse. Y no solo venció, sino que arrasó.
Y eso que el fin de semana no arrancó de la mejor manera. La pole la consiguió un McLaren, pero no el suyo, sino el de su compañero Heikki Kovalainen, en la que sería su única pole position en la Formula 1. Lewis solo pudo ser cuarto a ocho décimas del finlandés. Pero el domingo, se desató la tormenta, tanto competitiva como meteorológica.
En el típico verano inglés, la lluvia llegó al circuito de Silverstone. Y Hamilton empezó su aventura. En la salida, antes de llegar a la primera curva, que era ‘Corpse’ (por aquel entonces la recta principal estaba en la ‘National Pit Straight’), adelantó a Raikkonen y a Webber para ponerse segundo, e incluso se llegó a poner en paralelo con Kovalainen. En apenas 200 metros, ya había ganado dos posiciones.
En la quinta vuelta, Hamilton se lanzó con todo en ‘Becketts’ y adelantó a su compañero de equipo, pasando a liderar la carrera. Y lo hizo hasta el final. En esas casi 55 vueltas, Hamilton llegó a doblar al cuarto clasificado, que era el vigente campeón Kimi Raikkonen. En el podio le acompañaron Nick Heidfeld y Rubens Barrichello, los únicos a los que no dobló. Pero a ambos les sacó más de un minuto. Desde ese 6 de julio de 2008, nadie ha conseguido ganar sacándole más distancia al segundo.
Hamilton salió de Silverstone como líder del mundial, mientras que su principal rival, Felipe Massa, que hizo cinco trompos en la carrera, acabó doblado dos veces. En el diluvio universal, Hamilton consiguió consagrarse en la catedral del automovilismo. Desde esa vez, vendrían siete más.