“Yo corro para ganar, no para demostrárselo a Ferrari”

Con la cicatriz del abdomen, y alguna otra invisible, Carlos Sainz (Madrid, 29 años) es hoy uno de los pilotos más en forma de la parrilla de Fórmula 1. Ferrari escogió a otro, pero el español se ha cargado de razón con un enorme arranque de temporada. En Bahréin adelantó dos veces a Leclerc y terminó delante, tercero. Y la gesta de Australia ya es de sobra conocida: regresó tras una operación de apendicitis 15 días antes y ganó la carrera. Se presupone que estos resultados tendrán cierto impacto en el registro de llamadas telefónicas, porque aún no está cerrado su próximo contrato. Sobre el mercado, la motivación y las ganas de demostrar, Sainz habla con AS en la trastienda del hospitality de Ferrari en Suzuka.

—Si en este deporte uno es tan bueno como su última carrera…

—Desgraciadamente, para lo bueno y para lo malo es así. Esta vez me toca disfrutarlo, cuando hay malas carreras y cometes un error la gente te critica y te llama de todo durante dos semanas sin parar. Y después de una victoria hay que disfrutarlo. Es lo malo que tiene este deporte, que solo se habla de la última carrera.

—Ahora que es un piloto activo en el mercado, ¿los resultados tienen consecuencias? ¿Le llaman más al teléfono?

—Sinceramente, no estoy tan de acuerdo con eso en el sentido de que los contactos que he tenido con todos los equipos los he mantenido antes de Australia. La carrera de Australia puede ayudar a confirmar lo que ya sabían de mí, porque llevo diez años en la Fórmula 1 y todos saben más o menos lo que soy capaz de hacer. Una victoria no perjudica, ayuda en esas intenciones o negociaciones. Espero que sí, aunque sea un poquito.

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—¿Cómo se está moviendo este mercado?

—En febrero lo primero que dije era que me lo tomaría con calma. Todo había cambiado. De querer tener mucha prisa por renovar con Ferrari a tomarme con mucha calma el siguiente paso, porque me lo tengo que pensar bien y tengo que hablar con todo el mundo, conocer las opciones reales, las buenas y las que me pueden aportar de verdad para mi futuro. Por eso llevaría todo un poco más de tiempo, y así está siendo. Ahora la temporada entra en un punto en el que sí me gustaría avanzar y empezar a solucionar las cosas, porque no quiero pasarme el año entero entre una cosa y otra.

—¿Cuándo cree que esto puede concretarse?

—No lo sé. Pero a partir de estas semanas intentaremos avanzar.

—El apendicitis fue doloroso, pero no es el golpe más doloroso que ha tenido en este invierno. ¿Cómo se da la vuelta a una situación así?

—No es fácil. Empezar la temporada con un equipo en el que sabes que el año que viene no competirás no es sencillo desde el punto de vista del piloto. Por eso había que intentar hacer una pretemporada buena a nivel físico y mental. No hay mejor solución que estar bien en forma física, eso te da confianza y ganas. Buena energía. Eso hice, he llegado a esta temporada con más energía y ganas que en ninguna otra y parece que en estas primeras dos carreras, que deberían ser tres, está dando sus frutos. Y también esta forma física me ha permitido estar dos semanas en la cama, volver y mantener la forma física para poder hacer una carrera de Fórmula 1

—¿Tiene algo el SF-24 que le dé un extra? Igual que el coche de 2022 le gustaba menos…

—Como piloto he evolucionado mucho desde 2022. Desde el cambio de reglamentación, estos coches me gustaban menos que los de 2021. Se conducen más como un coche de GT, más pesado, con unos ‘inputs’ con el volante y el acelerador que a mí al inicio no me eran naturales. Me fui adaptando, fuimos mejorando el coche y ahora en 2024 tenemos un coche con el que tanto Charles (Leclerc) como yo estamos contentos. Es una evolución muy buena del año pasado, nos da confianza y nos permite ir al límite.

—Lo de Australia, ¿será flor de un día en 2024 o habrá más oportunidades?

—Yo confío en que no va a ser la única. Red Bull estará delante en la mayoría, pero espero que no sea la última de este año. Habrá circuitos en los que volveremos a luchar por la pole, como en Australia. Y si lo conseguimos, habrá circuitos como Monza o Singapur en 2023; o las poles que consiguió Charles en Bakú y Las Vegas, en esos circuitos será más difícil batirnos. Eso si hacemos la pole, porque si salimos por detrás tendremos que mostrar un ritmo muy superior al de Red Bull, como parecía que teníamos en Melbourne.

—En un equipo que tiene fecha de caducidad para usted, ¿cuál es su objetivo cuando sale a la pista?

—Mi primer objetivo, el número uno, siempre es ganar. Cuando miras los tiempos te comparas con el primero, salvo si estás tú el primero. Es mi mentalidad. Ahora me centro en el coche que tengo, sé que me permitirá luchar por el podio en la mayoría de circuitos y el objetivo tiene que ser ese podio o victoria, como en el caso de Australia. A partir de ahí, a ir pasando carreras y ver a dónde me lleva eso en el campeonato y si lo estamos haciendo bien.

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—Cuando se pone el casco, ¿en algún momento piensa en demostrar en la pista que Ferrari se ha equivocado escogiendo a otro piloto?

—(Se piensa la respuesta). No es un pensamiento que tengo cuando me pongo el casco. Obviamente, no voy a negar el hecho de que si tengo buenos resultados, espero demostrar a todo el mundo y a mí mismo que soy un piloto ganador; y que con un coche ganador soy una apuesta a tener el cuenta. Pero no intento demostrarlo concretamente por Ferrari o los otros equipos. Salgo a ganar y también a demostrar que cuando tengo un coche capaz de luchar por un podio o una victoria, soy yo el que consigue ese podio o esa victoria.

—Sobre demostrárselo a sí mismo, ¿acaso tenía dudas?

—No, pero nunca he tenido un coche para ganar o hacer podios en mi carrera deportiva hasta 2022, que en ciertas carreras me permitía luchar por poles y ganar. Cuando llegan oportunidades como esas, hay pilotos como Hamilton, Vettel o Verstappen que han tenido ese coche durante muchísimos años y saben que son capaces. Pero yo ese coche lo he tenido en contadas ocasiones desde 2022 y me lo quiero demostrar a mí mismo, que no solo estoy en la F1 para ser piloto, sino para ser campeón del mundo algún día. Es lo que quiero conseguir en el futuro.

—Cuando todo hace ‘click’ en un gran premio, como Monza y Singapur 2023, o Australia 2024, ¿qué siente?

—No noto nada en especial. Es un fin de semana en el que se junta todo. El coche te da confianza, el circuito te gusta, tú estás en buena forma física y mental. Mi objetivo este año es tener esos picos más constantes, que es lo que tiene que ser. Que sea una temporada más lineal, que sea normal, más que un pico.

—El único piloto que ha ganado carreras aparte de Red Bull en los últimos 12 meses… ¿tiene que tener un coche ganador en 2025?

—Lo ideal sería tener un coche ganador el año que viene. Se verá con las oportunidades que se me puedan presentar. Pero también hay que acordarse de que en 2026 todo cambia otra vez, 2025 es un año de paréntesis dentro de lo que será 2026, 2027, 2028… no solo estoy mirando a 2025. Lo mejor sería tener un coche ganador en 2025 y 2026, pero nadie tiene la bola de cristal.