Alonso: “Sainz me llevó contra el muro...”

No está el horno para bollos en Bakú, con este cóctel explosivo de estrecheces, cambio de formato, solo un entrenamiento, dos clasificatorias y un esprint que fue de máxima tensión. A estas alturas no es un secreto que a Alonso no le gustó la defensa de Sainz en la resalida de la quinta vuelta: el madrileño tapó el hueco a Hamilton en la curva uno (Fernando pasó así al Mercedes encerrado), pero el Aston Martin traccionó mejor y Carlos se defendió abarcando todo el ancho de la pista para obligar a Alonso a levantar. No hubo investigaciones ni sanciones. De hecho, la FIA revisó de manera informal el incidente y lo pasó por alto.

Pero Alonso apreció otra clase de matices y, ante los micrófonos de Dazn, dijo: “Carlos me llevó contra el muro en la curva dos y ha sido un poco... sorprendente”. El madrileño dio su versión pocos instantes después: “No lo tengo en la cabeza. Creo que es cuando me estaba defendiendo de Hamilton en la salida. Hago lo que puedo para mantenerme delante de Lewis. Luego Fernando ha venido a esa batalla y he intentado hacerme todo lo ancho posible en la pista. Creo que ha sido una buena batalla y nada, es lo que hay”.

Está fresco el toque entre ambos en Australia, que quizás haya influido en las palabras de Alonso, aunque allí el asturiano salvó el tercer puesto por la neutralización posterior. Más allá de los chispazos, queda en evidencia una vez más que la buena amistad entre ambos no excluye una máxima rivalidad en la pista y fuera, en todo lo relacionado con la Fórmula 1. Ahora Ferrari y Aston Martin luchan por las mismas posiciones, Sainz fue quinto en el esprint y Alonso, sexto. Así que las tensiones deportivas aflorarán, irremediablemente.

Verstappen se la guarda a Russell

Pero el esprint fue bronco también en la lucha por el podio cuando, en la salida, Russell se tiró a por el Red Bull de Verstappen. El inglés ganó el interior en la primera curva, que no la posición, y lo defendió hasta la segunda forzando al exterior al campeón del mundo. Max rozó con el muro y se hizo un agujero en el pontón derecho del RB18 que limitaría su rendimiento en varias décimas por vuelta. En la resalida el neerlandés recuperó la posición. “Buen adelantamiento y sin toques, Max”, le reconoció por la radio su ingeniero de pista, Giampiero Lambiase. “Ya sé cómo se hace”, dijo el afable Verstappen, que guardó su mejor para para una discusión posterior con el propio Russell una vez terminó la carrera. “No tenía agarre”, se excusó el inglés, y Max espetó: “Tío, nadie tiene agarre (en la primera vuelta). Por eso tienes que dejar espacio. Pero espera lo mismo la próxima vez, gilipollas (sic)”. Verstappen acabó tercero y Russell, cuarto.

Checo no sufrió contra Leclerc

Y delante, a Leclerc se le hizo larga una carrera de 17 vueltas. De poco sirven la pole y las manos cuando lo que pilotas es este Ferrari y detrás tienes al Red Bull. No es un secreto que el SF-23 no llega a la suela de las gomas del RB18, pero uno podría pensar que por lo menos daba para ganar un sprint, sobre todo si había barullo cerca de Verstappen (que lo hubo) y algún incidente en pista (que también). Pero no, Pérez cazó al monegasco, le pasó muy fácil en la recta y se fue directo a una nueva victoria en un circuito urbano. Es cierto que el joven Charles no se desenganchó, aguantó la distancia de DRS un tiempo y salvó el segundo puesto. Quizás por eso su segundo puesto sabe amargo: no era imposible defender la minipole este sábado, será mucho más difícil defender la pole el domingo. Porque no hay que olvidar que todo esto era el aperitivo. Todavía queda la carrera.