“Cabeza fría, instinto, intuición... me la jugué con el DRS”

Termina el debrief con los ingenieros después de la carrera. Esperan felices y pacientes los mecánicos y trabajadores de Ferrari frente al hospitality para la foto de equipo a las 00:15 del lunes en Marina Bay. Llegan Vasseur y Leclerc. Llega Sainz. Gritan, aplauden, descorchan un par de botellas de prosecco. Lo impregnan todo de espumoso, pilotos incluidos. La celebración tiene banda sonora. “Che confusione, sará perché ti amo…”, de Ricchi e Poveri en la megafonía. Aplausos, fotos, Carlos empieza a repartir cervezas entre los allí presentes. La explosión de adrenalina se disipa con el español tumbado, junto al trofeo. Ahí está el ganador en Singapur.

AS acompañó a Sainz en su salida del circuito. “Seguramente, de los mejores días desde que estoy en la F1. Está ahí arriba con Silverstone. Pero obviamente cuando haces un fin de semana perfecto, la satisfacción es todavía más grande. No puedo estar más feliz”, dice entre peticiones de selfie y encuentros fortuitos. Algunos bonitos, como con Pedro de la Rosa. “¡Qué bien lo has hecho, has hecho lo que tenías que hacer!”, dice el embajador de Aston Martin y muchas más cosas. En plena conversación se aproxima Christian Horner, jefe de Red Bull: “Enhorabuena, ha sido una actuación impresionante. Y si alguien tenía que ganarnos, me alegro de que fueras tú”. Llueven los elogios. La F1 siempre se alegra cuando gana Ferrari, pero en este caso queda en el paddock esa sensación de que el mejor sobre la pista se llevó el trofeo más grande.

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Superadas las interrupciones, sigue la conversación de este periódico con el vencedor. Carrera de mucha gestión, muy inteligente, de contener y no gastar neumático. ¿Cómo calcula para gestionar todos esos colchones y no permitir que Mercedes hiciera un segundo pit-stop? “Primero de todo, estando bien a nivel físico y mental. A nivel de confianza con el coche. Las decisiones complicadas que tienes que tomar las tomas con calma, con la cabeza fría, confiando en tu instinto y tu intuición. Me ha funcionado bien todo lo que tenía planeado, todo lo que me ha pedido el instinto. Ha funcionado y nos ha premiado, porque hubiese sido fácil ponerme a tirar a saco al principio de la carrera y haber destrozado el neumático, pero he preferido ir con calma”.

Instinto para dar el DRS a Norris

La decisión de ceder tiempo mientras le perseguían los dos Mercedes para dar el DRS a Norris, segundo, y que así no llegaran Russell y Hamilton a las espaldas del Ferrari, bien valió una victoria. “No sé si se le ocurre a mucha gente, pero sí sé que se te puede ocurrir, pero luego otra cosa es hacerlo. Jugártela a hacerlo e incluso que te pase Lando si cometes un error, le das la oportunidad. A mí se me ha ocurrido, el instinto me ha dicho que lo hiciera y ha funcionado. Ha habido una vuelta que Lando ha perdido casi un segundo conmigo, se ha quedado a 1.5 y yo he decidido perder también casi un segundo en las curvas 1-2-3 a propósito para darle DRS. Ha sido una decisión complicada, pero ha funcionado”, confiesa Sainz.

¿Y ahora qué? Porque queda mucha temporada y el Ferrari de las últimas dos carreras impresiona. “Habrá de todo, no hay que pensar que a partir de ahora todo va a ser como en Monza y Singapur. Habrá carreras como Zandvoort, que fue muy complicada, pero en la que hay que conformarse terminando entre los seis o siete primeros y haciendo un fin de semana perfecto. Ahora nuestro objetivo, como dije antes de empezar esta segunda mitad de la temporada, es clavar todos los fines de semana y sacar el máximo rendimiento del coche. Desde que lo he dicho antes de Zandvoort, se está cumpliendo en estas tres últimas”. Le ha cambiado el pulso al Mundial. Sainz ya es quinto (142 puntos), no tan lejos de Hamilton (180) y Alonso (170). Y este Ferrari ha sido superior en Monza y Marina Bay. Con siete carreras por delante, quizás no sea la última alegría de un 2023 ya ilusionante para la Fórmula 1 en España.