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Historias de la F1

Alonso: “Quién sabe si regresaré alguna vez a Ferrari”

Recordamos la marcha del español de la ‘Scuderia’ hace una década en Abu Dhabi. “No puedo desearles nada malo”, aseguró en su despedida.

Fernando Alonso se arrodilla ante Ferrari en su despedida del equipo en Abu Dhabi 2014.
Getty Images

“Es una etapa de mi carrera, una puerta que se cierra y otra que se abre. [...] Ahora toca mirar con ilusión al futuro”. Con esas declaraciones empezaba a explicar Fernando Alonso su salida de Ferrari en el jueves del GP de Abu Dhabi 2014 y su próxima llegada a McLaren para vivir una segunda etapa que no pudo ser más frustrante. Ahora, 10 años después, el asturiano vuelve vestido de verde Aston Martin para cerrar una temporada más al escenario en el que vivió uno de los fines de semana más emotivos de su carrera. Como le pasará a Carlos Sainz ahora, fue su última carrera como piloto de la Scuderia tras pasar cinco campañas de rojo (el madrileño ha estado cuatro) en las que disfrutó de buenos momentos y sufrió en los malos.

Aprovechando la fecha y el lugar, recordamos una década después cómo se marchó el español del equipo más legendario de la Fórmula 1. Y la verdad, lo hizo con muy buenas palabras: “No puedo desear nada malo a Ferrari, porque desde 2009 que llegué hasta 2014 sólo me han pasado cosas buenas. He crecido, he aprendido cosas como piloto y persona, hemos rozado el título varios años, sí, pero hay que decir que hemos competido contra rivales que han sido mejores. Contra Red Bull y un dominio técnico apabullante, este año contra Mercedes. Y aun así hemos sacado adelante cosas estupendas”.

“Hay tristeza, no frustración, porque llegas a Ferrari con la ilusión de conseguir títulos y mejorar. Pero me voy muy orgulloso, con la cabeza muy alta de haber corrido con el corazón, dado lo mejor de mí, haber mejorado como piloto y haber forjado años muy importantes en mi carrera. [...] Es imposible decir que han sido malos años”, seguía Alonso con sus declaraciones de agradecimiento a Ferrari, donde fue dos dolorosas veces subcampeón del mundo (en 2010 y 2012) logró 11 de sus 32 victorias en el Mundial y subió al podio en 44 de las 96 carreras que estuvo con los de Maranello.

El asturiano también le dio las gracias a la Scuderia, en especial a un Luca di Montezemolo que había dimitido como presidente un par de meses antes. “Ahora hay que mirar al futuro, agradecer al equipo su comprensión, porque no fue una decisión fácil. Para dejar Ferrari nunca te levantas un día y dices ‘voy a dejar Ferrari’. En agosto y septiembre hablé con Montezemolo, antes de que se fuese, le expresé mi idea y me dejaron. Tenía dos años más de contrato, podrían haber dicho que no, les agradezco mucho esta posición, porque me demuestran que me apreciaban mucho”, decía Fernando, quizá con mensaje incluido a Marco Mattiacci, que reemplazó a Stefano Domenicali, actual CEO de la F1, como jefe de equipo y con quien nunca llegó a entenderse.

Vettel y Alonso compartieron rueda de prensa en Abu Dhabi 2014.
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Vettel y Alonso compartieron rueda de prensa en Abu Dhabi 2014.AFP PHOTO/MARWAN NAAMANI

Así fue su último gran premio con Ferrari

El último gran premio de Alonso con Ferrari empezó con el anuncio del final de su relación. Se conocía de antes, pero no se hizo oficial hasta el jueves 20 de noviembre de 2014 en Abu Dhabi, ese día la FIA sentó en su rueda de prensa al español junto al que iba a ser su sustituto, el mismo Sebastian Vettel que había salido vencedor con el Red Bull en sus dos días más negros, los domingos de Abu Dhabi 2010 y Brasil 2012. Cuando se acabó la época de bonanza en Milton Keynes, el tetracampeón alemán encontró refugio en Ferrari. Ambos sonreían en aquella conferencia ante lo que estaba por venir.

A Fernando le esperaba un regreso a McLaren tras su abrupta temporada en 2007 junto a Lewis Hamilton. Aunque también era un secreto a voces en el paddock desde hacía tiempo, al día siguiente en Yas Marina, el viernes, el español hacía malabares con sus declaraciones para no confirmarlo: “Mi destino no será una sorpresa para nadie”. Pero el domingo ya no tendría que ocultarlo más porque hubo alguien que se encargó de hacérselo saber a todo el mundo… el Rey Juan Carlos. El emérito estuvo de visita en la F1, como había hecho otras veces, y antes de la carrera soltó la bomba en el micrófono de Antena 3, televisión que retransmitía el Mundial entonces. “Alonso me ha dicho que se va a McLaren”, le dijo a Antonio Lobato.

Después de ver su última bandera a cuadros con un Ferrari, con una novena plaza en la carrera en la que Hamilton logró su segundo título en su primer año con Mercedes, llegó el momento de despedirse. Todo el equipo se reunió para una foto delante del box y Alonso les dedicó una reverencia. Un gesto de cariño recíproco que demostraba la unión de ambas partes más allá de la relación que hubiera entre el español y la nueva dirección de la Scuderia, a donde no quiso descartar que pudiese volver en un futuro: “Quién sabe si regresaré alguna vez a Ferrari. Es un equipo al que siempre querré”. Desde entonces, sus caminos siguen transcurriendo por separado.

Alonso, en el podio del GP de Europa 2012 en Valencia junto a Schumacher.
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Alonso, en el podio del GP de Europa 2012 en Valencia junto a Schumacher.Javier Soriano

Valencia 2012, el mejor momento…

Aquel día previo a su despedida, además de hacer balance de su paso por Ferrari, a Alonso le pidieron que eligiese su mejor y su peor momento con los de Maranello. “El mejor, Valencia 2012. Una carrera tremenda para mí y el equipo, una victoria inesperada”, aseguraba, y no era para menos. Ese domingo 24 de junio, el asturiano empezaba la carrera del GP de Europa en la undécima posición tras quedarse fuera de la Q3 por 4 milésimas en una de las F1 más igualadas de la época reciente del Mundial. Y desde allí, a base de adelantamientos increíbles en un circuito urbano, gran ritmo y una pizca de suerte, se encaramó a lo más alto del podio.

Antes de completar la primera vuelta, Fernando realizó un comienzo estratosférico ganando tres posiciones a Jenson Button, Paul Di Resta y Nico Rosberg para rodar octavo, y cuando salió de boxes tras realizar su primera parada ya era cuarto tras dejar atrás a Nico Hulkenberg, Pastor Maldonado, Kamui Kobayashi y Kimi Raikkonen. En esos momentos, pensar en subir al podio ya era una gran noticia, pero un choque entre Jean-Éric Vergne y Heiki Kovalainen que sacó el coche de seguridad mitad de carrera, cambió el panorama a favor del español.

Primero, le permitió ganar la partida a Lewis Hamilton en boxes tras una mala parada de McLaren y, luego, le hizo acercarse a Romain Grosjean para arrebatarle sin piedad la segunda posición. Así, a Alonso solo le quedaba por delante un Vettel que había liderado durante toda la carrera desde la pole… y al que se le averió su Red Bull al poco de pasar a Grosjean. El delirio de la afición al ver a su ídolo líder fue total y la locura fue completa al certificarse la victoria. “La más emocionante de toda mi vida”, la catalogó el asturiano. Y seguramente la más inolvidable a día de hoy.

Alonso persigue al Renault de Petrov en Abu Dhabi 2010.
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Alonso persigue al Renault de Petrov en Abu Dhabi 2010.Clive Mason

…y Abu Dhabi 2010, el peor

Alonso vivió dos momentos horribles en Ferrari, los dos días en los que se le escapó un título más de F1 en 2010 y 2012. Y al señalar uno como el peor de todos, se quedó con el primero: “El peor en 2010, Abu Dhabi. Tuvimos un fin de semana desafortunado y se nos escapó el campeonato”. La imagen de Fernando en el box rojo al concluir la carrera, completamente destrozado ante la ocasión que se le había escurrido entre las manos, todavía vive en la retina de muchos. “Estoy seguro de que voy a ganar el título”, dijo el sábado cuando se aseguró la tercera plaza de la parrilla, pero todo se torció…

El asturiano tomaba la salida definitiva de la temporada con ocho puntos de ventaja sobre Mark Webber, situado quinto justo a su espalda en la parrilla, y 15 por delante de Vettel, quien partía desde la pole. Los números eran importantes porque en ellos estuvo la clave de la carrera. Al apagarse el semáforo, Button pasó a Alonso dejándole cuarto, algo que podía suceder y que no alteró a Fernando, pero los nervios no tardarían en llegar. Todo iba en orden hasta la vuelta 10 en la que Red Bull paró a Webber. El australiano mejoró sus tiempos gracias al cambio de ruedas y provocó una reacción de Ferrari que le acabaría costando el título a Alonso: le pararon cinco vueltas después sin tener en cuenta el tráfico que se encontraría, solo en frenar al que consideraban su gran rival.

Fernando se reincorporó al asfalto por delante de Webber sí, como quería Ferrari, pero justo por detrás de un Vitaly Petrov que se convirtió en una pesadilla, en un muro infranqueable durante 40 vueltas gracias a la velocidad punta del Renault. El español no paró de intentar pasar al ruso, incansable, pero le fue imposible. Cruzó la meta séptimo mientras Vettel lo hizo plácidamente en la primera posición para coronarse campeón por primera vez por cuatro puntos sobre Alonso. “Seguro que podré luchar por más campeonatos”, dijo abatido el de Ferrari. Lo hizo en 2012, con un desenlace similar entre los mismos protagonistas.

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