Ahora sí puede ganar cualquiera
La F1 levanta el telón en Australia con una batalla a cuatro bandas entre McLaren, Red Bull, Ferrari y Mercedes. Alonso y Sainz miran a la Q3.


Muchas grandes temporadas de Fórmula 1 empezaron en Australia y la de 2025 tiene todos los ingredientes para serlo. Luego se puede torcer, quizás Norris y McLaren arranquen con demasiada ventaja como para augurar una lucha por el título con varios frentes. Puede que Red Bull aún no se haya recompuesto de la salida de Newey (y unos cuantos ingenieros más). Y no es descartable que Ferrari corra como nunca y pierda como siempre. Pero sobre el papel, antes de que se apague el primer semáforo del curso, el final de esta generación de monoplazas anticipa una de las parrillas más igualadas y equilibradas de los últimos tiempos.
No es una afirmación gratuita: en 2024 hasta cuatro equipos y siete pilotos ganaron carreras, y el campeón del mundo venció con el tercer coche según la clasificación de constructores. Todo eso se debe intensificar este año, porque las ganancias aerodinámicas son cada vez más pequeñas, las prestaciones de los monoplazas convergen y además las fábricas se vuelcan en 2026 porque obliga el enorme cambio de reglas en diseño y motor. Se repite el ciclo: en 2021, Verstappen y Hamilton regalaron una de las batallas más importantes de la historia del deporte también antes de un cambio normativo.














Los polos de tensión en el paddock también se mueven. La presencia de Hamilton en Ferrari y la posibilidad de que un británico vuelva a luchar por un título (Lando, Russell) reviven la pasión de la afición inglesa en un deporte ya exageradamente anglosajón. Italia vuelve a tener un piloto, Antonelli, en un Mercedes muy prometedor; aunque su país por ahora solo tiene ojos para el SF-25. Habrá hasta tres pilotos franceses en la pista y una escudería, si bien ninguno aspira a grandes gestas esta temporada. Y hay dos pilotos españoles, un lujo que no durará para siempre, aunque en la campaña que comienza no se pueden esperar los éxitos de las tres anteriores.
La incógnita de Aston Martin
Los ocho podios de Alonso en 2023 con su primer Aston Martin fueron tan representativos que aún todavía pesan, a favor, a la hora de considerar y valorar a la escudería de Silverstone. No han sido capaces de desarrollar el coche a mejor desde aquel primer boceto de Dan Fallows, la fábrica ha cambiado de organigrama por enésima vez y ahora se encomiendan a las ideas de Newey y la gestión de Andy Cowell. La pretemporada del AMR25 fue preocupantemente discreta. Y con todos esos ingredientes, siempre se debe contar con Fernando en la lucha por la Q3 y los puntos, porque en la zona más apretada de la parrilla el piloto aún marca la diferencia.





Una nueva esperanza en Williams
Dejar Ferrari por el noveno equipo es un bajón. Pero Williams sí muestra brotes verdes, la progresión de la escudería es latente y las piezas comienzan a encajar. No hay que olvidar que es un equipo que históricamente tuvo pilotos de escaso nivel y ahora sale a competir con un Top-5 como Carlos Sainz. El español ya ha puesto su sello al FW47, viene con ideas frescas que fueron útiles en Maranello y no será una sorpresa verle a la cabeza de la zona media a lo largo de esta temporada. En este caso, los test de Bahréin que lideró Carlos sí fueron una sorpresa positiva.










Los favoritos
Max Verstappen: con cuatro títulos consecutivos, se acerca al techo de Fangio (5) que solo sobrepasaron Schumacher y Hamilton (ambos con 7). Aunque la factura de sus Mundiales ha variado, de la batalla a cara de perro contra Sir Lewis en 2021 a los paseos rotundos en 2022 y 2023, y un sufrido 2024 en el que se sobrepuso al bajón de rendimiento de su Red Bull. Mad Max muestra que es el mejor, con diferencia, cuando el coche es un lastre. A igualdad de condiciones mecánicas, no se podría hablar de otros pilotos aspirantes al Mundial.

Lando Norris: el campeón de invierno, por la pretemporada de 2025 y por la inercia de McLaren después de conseguir el título de constructores el año pasado. Es el coche más equilibrado y su escudería parece preparada para sostenerlo durante 24 carreras. Aunque Piastri tuvo luces y sombras, días buenos y otros menos buenos, y necesitarán a dos pilotos delante.

Charles Leclerc: tiene el mando en Ferrari hasta que se demuestre lo contrario, inicia su séptima campaña en Maranello y todo el proyecto rodea al monegasco como estrella de presente y futuro. Batió a Sainz a los puntos en sus cuatro cursos como compañeros, pero su ventaja no fue ni mucho menos grande y ambos formaron una de las parejas de pilotos más equilibradas de la parrilla. De primeras, eso le puede dar una ventaja clara sobre Hamilton.

Lewis Hamilton: luchar por un octavo título con Ferrari, aun sin ganarlo, ya serviría para escribir uno de los grandes capítulos de la historia de este y todos los deportes. Alonso estuvo a punto, Vettel algo más lejos. Pero hay reservas, el inglés tiene 40 años frente a Fernando y Seb, que llegaron a Ferrari en su plenitud como pilotos. Salga bien o no, concentrará todos los focos en este inicio de la temporada.

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