Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

Formula 1

Los 15 grandes momentos de Ayrton Senna en la F1

En el aniversario de su primera victoria en el Mundial (21 de abril de 1985), repasamos algunos de los grandes premios más trascendentes en la trayectoria del tricampeón brasileño.

A los cuatro años ya jugaba con un kart fabricado por su padre, a los ocho participaba en carreras y a los 13 debutaba en una competición oficial en Brasil. La vida de Senna estuvo marcada por el motor desde su infancia y, después de trasladarse a Inglaterra donde brilló en kárting y en monoplazas, en 1983 se proclamó campeón de la F3 frente a Brundle, llamando la atención de la F1. El 25 de marzo de 1984 cumplía el sueño de debutar en el Mundial con Toleman y, además, en casa, en el GP de Brasil en Jacarepaguá. Abandonó por una avería en el turbo tras clasificar 16º.
1 / 15

Brasil 1984: Debuta en la F1 con Toleman

A los cuatro años ya jugaba con un kart fabricado por su padre, a los ocho participaba en carreras y a los 13 debutaba en una competición oficial en Brasil. La vida de Senna estuvo marcada por el motor desde su infancia y, después de trasladarse a Inglaterra donde brilló en kárting y en monoplazas, en 1983 se proclamó campeón de la F3 frente a Brundle, llamando la atención de la F1. El 25 de marzo de 1984 cumplía el sueño de debutar en el Mundial con Toleman y, además, en casa, en el GP de Brasil en Jacarepaguá. Abandonó por una avería en el turbo tras clasificar 16º.

FOTO:Mike PowellGetty Images
En su sexta carrera, Senna ya dejó ver que era uno de los mayores descubrimientos de la época y que estaba destinado a hacer historia en el deporte. ¿Cómo? Con una actuación antológica bajo la lluvia en Mónaco, escenario que no tardaría en convertirse en predilecto para el brasileño y en el que dejó muchos de sus mejores momentos. Saliendo el 13º de la parrilla, en la vuelta 19 ya era segundo detrás de Prost con uno de los coches más modestos (Toleman fue noveno en 1983) y, cuando tenía a tiro al francés, la carrera se suspendió por las difíciles condiciones de pista.
2 / 15

Mónaco 1984: Nace la leyenda de Senna en Mónaco

En su sexta carrera, Senna ya dejó ver que era uno de los mayores descubrimientos de la época y que estaba destinado a hacer historia en el deporte. ¿Cómo? Con una actuación antológica bajo la lluvia en Mónaco, escenario que no tardaría en convertirse en predilecto para el brasileño y en el que dejó muchos de sus mejores momentos. Saliendo el 13º de la parrilla, en la vuelta 19 ya era segundo detrás de Prost con uno de los coches más modestos (Toleman fue noveno en 1983) y, cuando tenía a tiro al francés, la carrera se suspendió por las difíciles condiciones de pista.

FOTO:Mike PowellGetty Images
Los momentos tan brillantes en su año de novato no pasaron desapercibidos y a Senna le llegó la oportunidad de dar un salto de calidad en 1985 al fichar por Lotus, uno de los mejores equipos de la época, y solo tardó un par de carreras en demostrar lo que podía hacer con él. Tras abandonar en Brasil por un fallo eléctrico cuando era segundo, en la carrera siguiente de Portugal hizo pleno: primera pole y, el motivo de este reportaje, primera victoria. Ganó bajo el agua, donde ya era un maestro como demostró el minuto de ventaja que sacó al segundo, Alboreto.
3 / 15

Portugal 1985: Primera pole y victoria en la F1

Los momentos tan brillantes en su año de novato no pasaron desapercibidos y a Senna le llegó la oportunidad de dar un salto de calidad en 1985 al fichar por Lotus, uno de los mejores equipos de la época, y solo tardó un par de carreras en demostrar lo que podía hacer con él. Tras abandonar en Brasil por un fallo eléctrico cuando era segundo, en la carrera siguiente de Portugal hizo pleno: primera pole y, el motivo de este reportaje, primera victoria. Ganó bajo el agua, donde ya era un maestro como demostró el minuto de ventaja que sacó al segundo, Alboreto.

FOTO:Grand Prix PhotoGetty Images
Se había quedado con las ganas de vencer en Mónaco tres años, en especial el primero cuando rozó el triunfo, pero a la cuarta comenzaría el verdadero idilio de Senna con el circuito por excelencia de la F1, donde hasta el día de hoy nadie ha conseguido ganar tantas veces como él: seis. Ayrton puso en marcha su contador de victorias allí en 1987, en la que era su tercera temporada con Lotus. Se clasificó segundo y aprovechó una avería de Mansell en el turbo cuando lideraba para vencer por 33 segundos de ventaja sobre Piquet.
4 / 15

Mónaco 1987: Primera victoria en Mónaco

Se había quedado con las ganas de vencer en Mónaco tres años, en especial el primero cuando rozó el triunfo, pero a la cuarta comenzaría el verdadero idilio de Senna con el circuito por excelencia de la F1, donde hasta el día de hoy nadie ha conseguido ganar tantas veces como él: seis. Ayrton puso en marcha su contador de victorias allí en 1987, en la que era su tercera temporada con Lotus. Se clasificó segundo y aprovechó una avería de Mansell en el turbo cuando lideraba para vencer por 33 segundos de ventaja sobre Piquet.

FOTO:Paul-Henri CahierGetty Images
Como cada año desde que debutó, Senna iniciaba otra campaña de F1 en Brasil, pero lo hacía con los que iban a ser los colores más importantes de su vida: los de McLaren Honda. Todo empezó aquel primer fin de semana de abril de 1988, también su rivalidad con Prost. De primeras, le ganó la partida al francés con la pole en su estreno en Woking por seis décimas y con Mansell entre medias. Pero en carrera tuvo que cambiar de coche y pilotar el de reserva, adaptado a Prost, por problemas de cambio en el suyo y fue descalificado tras llegar a ser segundo desde el fondo de la parrilla.
5 / 15

Brasil 1988: Estreno con McLaren

Como cada año desde que debutó, Senna iniciaba otra campaña de F1 en Brasil, pero lo hacía con los que iban a ser los colores más importantes de su vida: los de McLaren Honda. Todo empezó aquel primer fin de semana de abril de 1988, también su rivalidad con Prost. De primeras, le ganó la partida al francés con la pole en su estreno en Woking por seis décimas y con Mansell entre medias. Pero en carrera tuvo que cambiar de coche y pilotar el de reserva, adaptado a Prost, por problemas de cambio en el suyo y fue descalificado tras llegar a ser segundo desde el fondo de la parrilla.

FOTO:Simon BrutyGetty Images
Aunque se mereció hacerlo, no ganó a la primera con el McLaren por esos problemas en su MP4/4, pero sí lo haría a la segunda en Ímola. También partía desde la pole, como en la mayoría de pruebas de esa temporada (lo hizo en 13 de 16 grandes premios) y esa vez no falló pese a que tuvo pegado toda la carrera a Prost. De hecho, ambos dieron un recital de poderío de su monoplaza porque doblaron al resto de coches, incluido a Piquet, que subió al podio con una vuelta perdida. Solo dos segundos separaron a Senna del francés. Comenzaba el duelo por el título.
6 / 15

San Marino 1988: Primera victoria con McLaren

Aunque se mereció hacerlo, no ganó a la primera con el McLaren por esos problemas en su MP4/4, pero sí lo haría a la segunda en Ímola. También partía desde la pole, como en la mayoría de pruebas de esa temporada (lo hizo en 13 de 16 grandes premios) y esa vez no falló pese a que tuvo pegado toda la carrera a Prost. De hecho, ambos dieron un recital de poderío de su monoplaza porque doblaron al resto de coches, incluido a Piquet, que subió al podio con una vuelta perdida. Solo dos segundos separaron a Senna del francés. Comenzaba el duelo por el título.

FOTO:Paul-Henri CahierGetty Images
Todos los pilotos son capaces de cerrar los ojos e imaginarse la vuelta perfecta de un circuito, pero hacerla es casi imposible. Más, si hablamos de Mónaco. Pues bien, Senna dio allí en la clasificación de 1988 la que muchos consideran la vuelta perfecta en Montecarlo. Un 1:23.998 con el que sacó nada menos que 1.4 segundos a Prost, segundo con el otro McLaren. "Aquel día me dije: 'Esto es el máximo para mí, no hay hueco para nada más'. Nunca más he sentido eso", recordó tiempo después. Al día siguiente, se accidentó cuando lideraba con más de 50 segundos de renta.
7 / 15

Mónaco 1988: La vuelta perfecta a Montecarlo

Todos los pilotos son capaces de cerrar los ojos e imaginarse la vuelta perfecta de un circuito, pero hacerla es casi imposible. Más, si hablamos de Mónaco. Pues bien, Senna dio allí en la clasificación de 1988 la que muchos consideran la vuelta perfecta en Montecarlo. Un 1:23.998 con el que sacó nada menos que 1.4 segundos a Prost, segundo con el otro McLaren. "Aquel día me dije: 'Esto es el máximo para mí, no hay hueco para nada más'. Nunca más he sentido eso", recordó tiempo después. Al día siguiente, se accidentó cuando lideraba con más de 50 segundos de renta.

FOTO:Dimitri IundtCorbis/VCG via Getty Images
En su primer año en McLaren, Senna llegó a la penúltima cita de Japón con bola de título frente a Prost y no la desaprovechó, aunque para ello tuvo que salvar lo que pudo haber sido un disgusto definitivo. Como era habitual aquel año, el brasileño partía en la pole por delante del francés y el coche se le caló en la salida... Fue capaz de arrancarlo aprovechando la cuesta de la recta de Suzuka y pudo remontar desde mitad de la parrilla hasta la victoria, con un adelantamiento colosal por el título a su compañero a mitad de carrera. Ayrton entraba en el Olimpo de la F1.
8 / 15

Japón 1988: Primer título

En su primer año en McLaren, Senna llegó a la penúltima cita de Japón con bola de título frente a Prost y no la desaprovechó, aunque para ello tuvo que salvar lo que pudo haber sido un disgusto definitivo. Como era habitual aquel año, el brasileño partía en la pole por delante del francés y el coche se le caló en la salida... Fue capaz de arrancarlo aprovechando la cuesta de la recta de Suzuka y pudo remontar desde mitad de la parrilla hasta la victoria, con un adelantamiento colosal por el título a su compañero a mitad de carrera. Ayrton entraba en el Olimpo de la F1.

FOTO:Paul-Henri CahierGetty Images
Por tercer año seguido, Senna y Prost se jugaban el campeonato en Japón, aunque esta vez lo hacía con el francés ya en Ferrari tras la tumultuosa temporada de 1989 en la que tuvieron un final igual de dramático con un toque entre ambos en Suzuka a falta de siete vueltas, que dio el título a Alain después de que Senna fuese descalificado. Al año siguiente, Ayrton se cobraría su venganza: partía en la pole por delante de su íntimo rival y ambos chocaron en la primera curva al intentar colarse el brasileño por el interior. Un resultado nefasto pero que le dio su segunda corona.
9 / 15

Japón 1990: Segundo título

Por tercer año seguido, Senna y Prost se jugaban el campeonato en Japón, aunque esta vez lo hacía con el francés ya en Ferrari tras la tumultuosa temporada de 1989 en la que tuvieron un final igual de dramático con un toque entre ambos en Suzuka a falta de siete vueltas, que dio el título a Alain después de que Senna fuese descalificado. Al año siguiente, Ayrton se cobraría su venganza: partía en la pole por delante de su íntimo rival y ambos chocaron en la primera curva al intentar colarse el brasileño por el interior. Un resultado nefasto pero que le dio su segunda corona.

FOTO:Paul-Henri CahierGetty Images
En 1991, Senna ya era bicampeón del mundo, pero aún tenía clavada una espinita: no había podido ganar nunca en casa. Había salido cuatro veces desde la pole, pero lo más cerca que estuvo de ello fue en 1986 (segundo tras Piquet). Sería ya en Interlagos y no en Jacarepaguá (el GP de Brasil cambió de escenario en 1990) cuando al fin lo lograría, eso sí, no sin sufrimiento... Salió desde la pole y no perdió en ningún momento el liderato, pero a once vueltas del final le falló el cambio y cruzó la meta bajo la lluvia solo con la primera, la segunda y la sexta marcha disponibles. Épico.
10 / 15

Brasil 1991: Primera victoria en casa

En 1991, Senna ya era bicampeón del mundo, pero aún tenía clavada una espinita: no había podido ganar nunca en casa. Había salido cuatro veces desde la pole, pero lo más cerca que estuvo de ello fue en 1986 (segundo tras Piquet). Sería ya en Interlagos y no en Jacarepaguá (el GP de Brasil cambió de escenario en 1990) cuando al fin lo lograría, eso sí, no sin sufrimiento... Salió desde la pole y no perdió en ningún momento el liderato, pero a once vueltas del final le falló el cambio y cruzó la meta bajo la lluvia solo con la primera, la segunda y la sexta marcha disponibles. Épico.

FOTO:Pascal RondeauGetty Images
Mónaco fue el circuito fetiche para Senna, pero Suzuka fue el que le dio sus mayores alegrías: sus tres títulos. El tercero y último llegaría en 1991, también en la penúltima carrera, pero su rival esta vez no sería Prost, sino Mansell, y no partía primero, sino segundo por detrás de Berger, su nuevo compañero en McLaren. El británico salía tercero, necesitaba ganar para llegar al final de Australia con opciones y se fue fuera en la vuelta nueve al intentar pasar a Ayrton, quien luego dejaría ganar en meta al austriaco como gesto de agradecimiento por su ayuda durante el año.
11 / 15

Japón 1991: Tercer título

Mónaco fue el circuito fetiche para Senna, pero Suzuka fue el que le dio sus mayores alegrías: sus tres títulos. El tercero y último llegaría en 1991, también en la penúltima carrera, pero su rival esta vez no sería Prost, sino Mansell, y no partía primero, sino segundo por detrás de Berger, su nuevo compañero en McLaren. El británico salía tercero, necesitaba ganar para llegar al final de Australia con opciones y se fue fuera en la vuelta nueve al intentar pasar a Ayrton, quien luego dejaría ganar en meta al austriaco como gesto de agradecimiento por su ayuda durante el año.

FOTO:Paul-Henri CahierGetty Images
A estas alturas de su trayectoria, Senna ya había demostrado que era todo un prodigio pilotando con lluvia, pero quizá esta victoria en Donington Park (Inglaterra) fue la mejor que logró nunca en esas condiciones tan complicadas. Partió cuarto y, aunque perdió una posición con Wendlinger en los primeros metros, adelantaría al austriaco y a los otros tres que tenía por delante (Schumacher, Hill y Prost) antes de terminar la primera vuelta. Luego, llevo un ritmo tal que dobló a todos menos a Damon, quien vería la meta segundo a casi un minuto y medio del brasileño. Un recital.
12 / 15

Europa 1993: Exhibición en la lluvia de Donington

A estas alturas de su trayectoria, Senna ya había demostrado que era todo un prodigio pilotando con lluvia, pero quizá esta victoria en Donington Park (Inglaterra) fue la mejor que logró nunca en esas condiciones tan complicadas. Partió cuarto y, aunque perdió una posición con Wendlinger en los primeros metros, adelantaría al austriaco y a los otros tres que tenía por delante (Schumacher, Hill y Prost) antes de terminar la primera vuelta. Luego, llevo un ritmo tal que dobló a todos menos a Damon, quien vería la meta segundo a casi un minuto y medio del brasileño. Un recital.

FOTO:Paul-Henri CahierGetty Images
Prost se proclamó campeón en Portugal, la cita anterior, por cuarta vez, pero Senna llegaba a Suzuka con ganas de cerrar a lo grande la temporada con un McLaren de motor Ford que poco pudo hacer ese año contra el Williams Renault del francés. Ayrton venció la carrera tras salir segundo por detrás de Alain y sumaría su victoria 40, la penúltima, una cifra redonda que solo han alcanzado cuatro pilotos más en la historia. Aunque aquella carrera sería más recordada por la bronca que tuvo con Irvine por desdoblarse con una maniobra peligrosa y que cerró con una bofetada al norirlandés.
13 / 15

Japón 1993: Alcanza las 40 victorias en F1

Prost se proclamó campeón en Portugal, la cita anterior, por cuarta vez, pero Senna llegaba a Suzuka con ganas de cerrar a lo grande la temporada con un McLaren de motor Ford que poco pudo hacer ese año contra el Williams Renault del francés. Ayrton venció la carrera tras salir segundo por detrás de Alain y sumaría su victoria 40, la penúltima, una cifra redonda que solo han alcanzado cuatro pilotos más en la historia. Aunque aquella carrera sería más recordada por la bronca que tuvo con Irvine por desdoblarse con una maniobra peligrosa y que cerró con una bofetada al norirlandés.

FOTO:Paul-Henri CahierGetty Images
Después de la de Suzuka, aún quedaba una carrera más en 1993, la de Adelaida, y nadie imaginaba entonces que aquella iba a ser la última victoria de Senna en la F1. Era la última vez que corría con McLaren y empezó logrando la única pole de esa temporada (la primera de un motor Ford en más de diez años). Cerró aquello con una carrera impecable el domingo en la que dobló a toda la parrilla a excepción de los dos hombres que le acompañaron en el podio, Hill (tercero) y Prost, con el que se dio un abrazo en su adiós a la F1. Fue su podio 80, el séptimo de la historia en ese apartado.
14 / 15

Australia 1993: Última victoria y podio 80 en la F1

Después de la de Suzuka, aún quedaba una carrera más en 1993, la de Adelaida, y nadie imaginaba entonces que aquella iba a ser la última victoria de Senna en la F1. Era la última vez que corría con McLaren y empezó logrando la única pole de esa temporada (la primera de un motor Ford en más de diez años). Cerró aquello con una carrera impecable el domingo en la que dobló a toda la parrilla a excepción de los dos hombres que le acompañaron en el podio, Hill (tercero) y Prost, con el que se dio un abrazo en su adiós a la F1. Fue su podio 80, el séptimo de la historia en ese apartado.

FOTO:GP LibraryUniversal Images Group via Getty
En 1994, Senna empezaba una nueva época en el Mundial al llegar a Williams, el equipo campeón del año anterior que Prost había dejado para retirarse. El brasileño tenía el mejor coche, era el gran favorito para el título y cumplió los primeros pronósticos al adjudicarse la pole en Interlagos, pero no la pudo convertir en victoria. Schumacher le adelantó con su estrategia en boxes y, cuando trataba de cazarle, hizo un trompo que le dejó fuera de carrera. Dos citas más tarde, llegaría el fatídico GP de San Marino en Ímola en el que perdió la vida.
15 / 15

Brasil 1994: Cambio a Williams

En 1994, Senna empezaba una nueva época en el Mundial al llegar a Williams, el equipo campeón del año anterior que Prost había dejado para retirarse. El brasileño tenía el mejor coche, era el gran favorito para el título y cumplió los primeros pronósticos al adjudicarse la pole en Interlagos, pero no la pudo convertir en victoria. Schumacher le adelantó con su estrategia en boxes y, cuando trataba de cazarle, hizo un trompo que le dejó fuera de carrera. Dos citas más tarde, llegaría el fatídico GP de San Marino en Ímola en el que perdió la vida.

FOTO:Pascal RondeauGetty Images