GP de Australia: el peor lugar, el peor momento
Se viajó a Melbourne y Albert Park recibió al Gran Circo, pero todo lo que pudo salir mal, fue peor. A las pocas horas de que el personal del paddock se desplegase en Australia, la OMS declaró la pandemia. La suspensión de la NBA encendió la mecha. Lewis Hamilton cuestionó, el jueves previo a la carrera, que se fuese a celebrar el primer gran premio del año en esas circunstancias. Por la noche, McLaren confirmó el positivo de uno de sus trabajadores, que tenía síntomas, y se desató el caos. Los jefes de equipo decidieron a última hora que no se correría. El viernes, a primera hora, aún había aficionados haciendo cola a las puertas, pero no rodaría ningún monoplaza. La cancelación se anunció oficialmente en una multitudinaria rueda de prensa, a la entrada del paddock. Y la F1 recogió sus bártulos y se preparó para el invierno más frío.