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MOTOGP |

Pol: “No he venido a Tailandia a lucir la cara sino a competir”

El pequeño de los Espargaró ha trabajado casi 24 horas diarias tras operarse de su fractura en el radio distal del brazo izquierdo hace 12 días.

BuriramActualizado a
Pol Espargaró en el paddock de Tailandia.
Mela Chércoles

Mañana reaparecerá Pol Espargaró sobre su KTM y lo hará sólo 12 días después de ser operado de una fractura multifragmentaria del radio distal izquierdo, con una reducción abierta y fijación interna mediante una placa de titanio bloqueada a comprensión. Para un milagro así, el español ha dedicado casi 24 horas diarias a su rehabilitación durante una semana. Se lo cuenta As en esta entrevista desde el paddock del Chang International de Buriram, en Tailandia.

-¿Ya ha ganado el gran premio estando aquí?

-No, que va. Depender de cómo me sienta mañana cuando me suba a la moto me pondré unos límites, pero he venido aquí para competir, no para lucir la cara y contar estas cosas. Quiero hacer un buen resultado. Necesito coger puntos para acabar entre los diez primeros el campeonato.

-Parece increíble que esté aquí sólo 12 días después de haberse roto el brazo izquierdo. ¿Cómo es posible?

-Ahora mismo la situación en KTM está un poco complicada con el tema de los pilotos, por el despido de Zarco. El equipo oficial se quedaba un poco huérfano, sólo con Kallio, porque me dijo Leitner que no tenían intención de reemplazarme y eso era para el proceso de evolución de la moto, lo que me daba mucha rabia. Llevo dos años y medios currando mucho para conseguir estos resultados y pasarte una carrera en casa, ahora que la cosa está yendo bien, pues me dolía muchísimo. Mi único objetivo en la cabeza era recuperarme para estar aquí y lo hemos conseguido.

-¿Ha sido la lesión más inoportuna que ha tenido? Se le veía de dulce con la KTM, quinto en los libres de Aragón antes de la fatídica caída.

-Se puede ver de dos maneras. Duele mucho lesionarte cuando te va bien, pero mejor así que cuando te va mal. Recibí un mensaje de ánimo de Barberá en el que me decía que es mejor lesionarte cuando estás de dulce, porque así al regreso las cosas no son tan duras. Cuando vas mal y te lesionas, tienes que recuperarte y vuelves a estar en problemas, con lo que la dinámica es muy mala. Lesionarte cuando vas bien hace que el proceso de vuelta sea mucho más rápido.

-¿Cómo ha sido el proceso desde el momento de la caída?

-Me caigo el sábado y por la tarde ya estaba en el hospital Dexeus de Barcelona. Me operé por la mañana del domingo. Me pusieron la placa y el médico me dijo que tenía que dormir allí y que me quitarían el yeso el miércoles. Les dije que no. Me quedé a dormir y el lunes por la mañana me quitaron el yeso, en vez del miércoles, y el lunes por la tarde ya estaba en casa, en Andorra, entrenando, haciendo rehabilitación activa, moviendo el brazo con gomas y tratándomelo. Y a partir de ahí, mucho trabajo.

-Relátelo.

-Prácticamente 24 horas. Dormía con una máquina de magnetoterapia en el brazo, que es como una pulsera que crea campos electromagnéticos para recuperar el hueso, y me levantaba a las ocho y media. A las nueve ya estaba con una crioterapia y presoterapia, que hacen frío y presión, para drenar y deshinchar. Después de eso, me iba al gimnasio a entrenar. Luego, dos horas de fisio, donde me daba mucha caña con una máquina que se llama indiba y que mueve también la sangre. Tras el fisio, a casa a comer y a descansar, con una horita de siesta. Y por la tarde, otra vez crioterapia y presoterapia, más entrenamiento en el gimnasio, más fisio y a casa para más crio y fisioterapia. Cenaba hacia las diez, luego me ponía otra vez la indiba y a dormir a las doce con la magnetoterapia. Así desde el lunes después de la operación hasta el lunes de esta semana, cuando ya tuve que parar para coger el avión.

-¿Qué es lo que más le va a costar?

-Sinceramente, no tengo ni idea. Ahora me encuentro bien para el día a día. Tengo problemas en los movimientos más extremos de la muñeca, arriba, abajo y a los lados, y tendré bastantes problemas en ángulos máximos de izquierdas, pero sólo hay una curva aquí así. También me afectará el calor, porque hará que se me hinche mucho y hay que ver si ahí se me duerme algún dedo o pierdo fuerza. Pero hasta que no me suba a la moto no lo sabré.

-¿Le tendrán que infiltrar?

-No. Prefiero sentir el dolor que infiltrarme. Esta zona está muy cerca de los nervios de la mano y puedo perder la sensibilidad de los dedos si me infiltro. Aguantaré el dolor y me medicaré un poco.