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RALLYS | LA INTRAHISTORIA

En el asiento del miedo del Citroën C3 WRC junto a Meeke

As ha experimentado las sensaciones de copilotar al británico en su coche del Mundial 2017, mucho más potente que en años anteriores.
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FranciaActualizado a
En el asiento del miedo del Citroën C3 WRC junto a Meeke

La temporada 2017 ha sido la del estreno de los nuevos coches en el Mundial de Rallys. Más potentes, más ligeros y con más aerodinámica, han aportado mayor espectáculo para los aficionados, pero también más trabajo para los pilotos, que ahora deben domesticar unas bestias más feroces. As ha tenido la oportunidad de comprobar desde dentro esos atributos.

En el circuito Val de Loire, una pista de tierra que estaba muy bacheada tras tres días de continuo rodar de los pilotos del equipo Citroën, Kris Meeke nos ha mostrado las aptitudes de su C3 WRC, con el que logró la victoria en el Rally de México. Ya lo hizo en 2014 con el antecesor, el DS3 WRC, ocasión en la que nos premió con un interminable salto difícil de borrar de la memoria.

De nuevo en el asiento del miedo desde dentro se aprecia desde el primer momento el aumento de potencia de los nuevos coches del Mundial. Sin casi dejar tiempo para terminar de ajustar los arneses de seguridad, Meeke aprieta el acelerador a fondo para enfilar una larga recta en la que inserta varias marchas, para, casi sin cortar, abordar la primera curva de derechas. El coche parece un cohete entre curva y curva, y sus suspensiones absorben los baches como si no estuvieran allí. Mientras, el piloto escocés maneja con soltura el volante, como si estuviera conduciendo un taxi, manipulando el cambio con levas del volante y los pedales en una armoniosa ejecución.

Se nota el aumento de potencia y la nueva aerodinámica, que mantiene el coche pegado al suelo a pesar de lo bacheado del piso y las elevadas velocidades. "Da algo más de trabajo, pero también unas sensaciones mejores", explica Meeke mientras levanta polvo en cada curva en su exhibición. Por lo menos, esta vez no hubo salto, para alivio del sufrido pasajero.