Rossi ya le regaló un título a Hayden en 2006

Existe la creencia generalizada, secundada también por este diario, de que Valentino Rossi es el mejor de la historia, pero eso no le exime de cometer errores. El de Indianápolis es el último ejemplo, una caída que aprovechó Jorge Lorenzo para ganar y reabrir la pelea por el título. Antes de la cita estadounidense, la diferencia entre ambos era de 50 puntos a favor del italiano. Una carrera después, la distancia vuelve a quedar fijada en 25, con 125 por repartir y con antecedentes que invitan a pensar que el título del mallorquín aún es posible.

A nadie se le escapa que recortarle esa desventaja a Rossi es complicado, pero más difícil era que Nicky Hayden le ganara el título de 2006, y se lo arrebató de manera inesperada.

Tras muchos avatares, el italiano llegó a la última cita, en Valencia, con ocho puntos de ventaja sobre el estadounidense. De esa manera, si Kentucky Kid ganaba la carrera, El Doctor era campeón con un segundo.

Nadie daba un céntimo por el de Honda, máxime cuando el sábado el de Yamaha lograba además la pole y Nicky se clasificaba quinto. Las declaraciones de Valentino en la víspera de la que debía ser su octava coronación rebosaban confianza: "He hecho cinco poles esta temporada y se puede decir que esta es la más crucial de toda mi vida". Y al preguntarle por cómo se imaginaba el día clave, decía: "Buen tiempo, mucho público y presión. Llegados a este punto, es como una carrera normal porque la moto va bien y eso ayuda a que no haya nervios, pero antes de la carrera los habrá, seguro". Vaya si los hubo...

El 46 se quedó clavado en la salida y quedó relegado al séptimo puesto. Con el paso de las vueltas, Hayden avanzaba hasta la segunda plaza, mientras que él seguía atenazado por la presión y llegó su caída en la quinta vuelta. Reemprendió la marcha y acabó 13º, insuficiente ante el segundo de Hayden que le daba el título por cinco puntos, los mismos que le robó Elías a Rossi en Portugal, por sólo dos milésimas.

Aquel 29 de octubre, Rossi demostró que él también es humano y que le afecta la presión. De hecho, jamás antes se había jugado un título en la última carrera, porque siempre ganaba con antelación, y le regaló el título a Hayden en Cheste. Habrá que ver cómo gestiona ahora la obligación moral de tener que ganar el próximo domingo, en Misano, su casa. Será la primera de las cinco finales.