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Fórmula 1 | Actualidad

Un Ferrari nunca primero y último

Jamás dos coches de la escudería abrieron y cerraron la clasificación como pasó en Spa

<b>MAL REGRESO. </b>Badoer ha terminado último las dos carreras.

Felipe Massa continúa con su proceso de recuperación (ayer mismo pasó una nueva revisión) y se ha convertido en un personaje habitual en la Prensa de su país. Su última entrevista la ha concedido en el diario 'O Estado de Sao Paulo', donde ha realizado unas esclarecedoras declaraciones sobre Schumacher: "Michael me contó su test con el Ferrari en Mugello. Me explicó que le dolía el cuello y que, cuando se subía por los arcenes, perdía un poco la vista por las vibraciones. Después el médico le prohibió correr y le ha sentado muy mal". También le dio consejos a Badoer: "Debe centrarse en dos aspectos: la preparación física y el trabajo en el simulador".

Luca Badoer no recordará su regreso a la F-1 con mucho cariño. Después de diez años sin subirse a un monoplaza para disputar un gran premio, el italiano ha disputado dos carreras con un resultado nefasto. En Valencia, tras múltiples fallos, acabó 17º y último. El pasado domingo, en Spa, su actuación fue aún peor. Terminó 14º y también cerró la nómina de pilotos que cruzaron la meta, pero con el añadido de que su compañero en Ferrari, Raikkonen, logró la victoria.

Este dato a primera vista no es tan elocuente como cuando se analiza la historia de la competición. Desde 1979, temporada en la que los dos pilotos de una escudería puntuaban para el Mundial de constructores, nunca había ocurrido exactamente lo que pasó en Bélgica.

En ocho ocasiones anteriores, un piloto de un equipo ganó una prueba y su compañero fue último, pero con particularidades. En seis, el que finalizó retrasado, realmente no terminó la carrera. Abandonó, pero al haber cumplido el porcentaje de vueltas necesario, aparecen como clasificados.

El otro caso ocurrió en el GP de Australia de 1999. Venció Irvine con un coche de Maranello y Michael Schumacher fue octavo y último a una vuelta. Cruzó la meta, pero paró dos veces en boxes más de las previstas. Tuvo problemas en la caja de cambios, debió cambiar el volante y sufrió problemas electrónicos. Es decir, no fue último por lentitud. De hecho hizo la vuelta rápida en carrera. Un apunte final. Badoer, con 51 carreras sin puntuar, es el piloto con más carreras en la historia sin estrenar el casillero de puntos. Y mientras, Marc Gené, sigue en casa...