NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Fórmula 1 | GP de Mónaco

Los pilotos de Brawn GP no necesitan arriesgar tanto

El Brawn es el único coche al que se ve en otro nivel. En la chicane rápida de la piscina, Alonso pisa más que nadie el bordillo de salida para aprovechar al máximo cada metro de asfalto. Massa, por su parte, entra más deprisa y su F60B le da unas violentas tarascadas que soluciona con un contravolante. Sin embargo, a Barrichello y Button el coche no se les mueve. El BR01 parece ir sobre raíles gracias a la enorme carga aerodinámica que genera en comparación con los demás. Y no apuran tanto la trazada y ni tienen que corregir la trayectoria, señal inequívoca de que van sobrados.

Junto al guardarraíl, el aullido de los motores V8 a más de 140 decibelios resulta atronador y la sensación de velocidad es diez veces mayor que la de la televisión. En la variante lenta de la piscina podemos percibir la estabilidad en frenada. Ahí los Brawn también tienen un aplomo mayor, especialmente respecto a los Ferrari, que se pegaron unas coladas de impresión. Además, hubo enganchón entre Fisichella y Massa. Giancarlo se enfadó por la obstrucción del brasileño y le sacó de la pista en una bronca brazos en alto digna de una pugna en tráfico abierto.