Los dos españoles engrandecieron su leyenda en Le Mans

Le Mans se le ha dado siempre bien a los españoles: 18 triunfos y el triplete del 25 de mayo de 2003 (Pedrosa, Elías y Gibernau) como mejor ejemplo. Resultados al margen, también podría decirse que Pedrosa y Lorenzo engrandecieron su leyenda allí.

Dani llegó a la cita gala de 2006 procedente de China, donde había firmado su primera victoria en la clase reina. La buena racha continuó el sábado de Francia, día en el que marcó la pole y en el que estuvo especialmente torero en la posterior rueda de prensa. Rossi barajaba con fuerza la posibilidad de irse a la F-1 y el catalán dejó claro cuál era su deseo al respecto: "No tengo ni idea de lo que va a decidir. Yo hago las cosas para mí y ni he pensado lo que me gustaría que él hiciese. Pero para los que corremos en el Mundial y para todos los que amamos las motos, sería una pérdida grande. Decida lo que decida, por él hace, así que nadie se tiene que enfadar tanto si se va como si se queda". Una declaración valiente inspirada en la idea de que un título con Rossi en pista vale más que sin él, algo de lo que pueden presumir ya Hayden y Stoner, con o sin condicionantes en los años de sus títulos (2006, potra; y 2007, neumáticos).

En cuanto a Lorenzo, el mallorquín cerró en Le Mans 06 el periodo más negro de su carrera. Tras los pinchazos de Turquía (caída) y China (4º), tocó fondo ese fin de semana, al salir a caída por día (la última en carrera, intentando adelantar alocadamente a Locatelli). Después de aquello, Jorge sólo tenía dos opciones, resucitar o enterrar su carrera deportiva. Optó por lo primero y en la siguiente cita, la de Mugello, logró una victoria que abrió la senda de sus dos títulos de 250. Al año siguiente, volvió a caerse en Le Mans (foto) y se fisuró el quinto metatarsiano del pie izquierdo, lo que no le impidió ganar. Y el año pasado, ya en MotoGP, se volvió a caer en los test, pero fue segundo en la carrera con una gran remontada. A ver ahora.