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FÓRMULA UNO

La FIA no suspendió a McLaren por su deseo de cooperación y sus disculpas

La Federación Internacional del Automóvil (FIA) hizo hoy públicos los motivos por los que su Consejo Mundial dejó en suspenso la sanción de tres grandes premios al equipo McLaren-Mercedes por sus reiteradas mentiras tras el Gran Premio de Australia, en buena medida porque éste prometió "un cambio de filosofía".

A pesar de haber sido hallado culpable, el Consejo Mundial tuvo en cuenta el deseo de cooperación de la escudería y sus reiteradas disculpas. El veredicto completo de la FIA destaca que el jefe del equipo, Martin Whitmarsh, "aseguró a los miembros del Consejo Mundial que se ha producido un cambio en la filosofía dentro de McLaren y que no se repetirá una conducta igual o similar".

El Consejo también tuvo en cuenta la conferencia de prensa de su piloto Lewis Hamilton antes del Gran Premio de Malasia, en las que el actual campeón del mundo se mostró apesadumbrado y arrepentido, así como el despido del ex director deportivo de McLaren Dave Ryan. El pasado miércoles, el equipo McLaren esquivó una suspensión por sus mentiras durante el Gran Premio de Australia, y la FIA le sancionó durante tres grandes premios pero dejó en suspenso la pena por la buena voluntad mostrada por la escudería.

Whitmarsh convenció a los miembros del Consejo Mundial de un cambio de actitud en la filosofía de McLaren, argumento que fue retenido como circunstancia atenuante suficiente como para aplazar la sanción. Pero los jueces del automovilismo se guardaron una carta bajo la manga: La sanción será aplicable si aparecen nuevos elementos relacionados con el caso o si en los próximos doce meses vuelve a romper las reglas de la Fórmula Uno.

En el Gran Premio de Australia, a falta de dos vueltas para el final y con la carrera neutralizada, Lewis Hamilton (McLaren) dejó pasar al italiano Jarno Trulli (Toyota). Éste adelantó pensando que su antecesor tenía un problema, pero al final de la carrera fue sancionado con 25 segundos por haber adelantado con bandera amarilla y desposeído de la tercera plaza en favor de Hamilton. Las sospechas sobre la maniobra llevaron a analizar las conversaciones que los responsables de McLaren tuvieron con el piloto británico, que finalmente demostraron que había consignas de equipo para dejar pasar a Trulli, algo que la escudería británica negaba.

Los comisarios descalificaron a Hamilton y devolvieron a Trulli su tercer puesto en Australia. A fuerza de pruebas McLaren se vio sin defensa y cambió de estrategia. Cargó toda la responsabilidad en las espaldas del director deportivo, Dave Ryan, que fue despedido mientras Whitmarsh pidió perdón, al tiempo que hizo saber que acataría la sanción que le fuera impuesta.