Alonso "El año que viene vamos a ir a por ellos"

Si la dimensión de un campeón se mide por la cantidad de gente capaz de reunir en los malos momentos, Fernando Alonso es más campeón que nadie en la Fórmula 1. El pasado año, celebrando el segundo título mundial, unos 5.000 aficionados se dieron cita en Oviedo. Ayer, sin título para festejar, hubo más de 6.000. Era un homenaje al piloto después de un año complicado, pero Fernando le dio la vuelta y lo convirtió en un reconocimiento a su gente: "Hoy es el día de homenajearos a vosotros, no a mí, porque aunque no he ganado me habéis hecho sentir el más feliz del mundo".

El acto, repitiendo la convocatoria del año anterior, surgió a iniciativa de un Alonso deseoso de devolver el cariño que le han transmitido sus seguidores en el año más difícil desde que está en la F-1. Por eso no escatimó elogios hacia una afición a la que ha sentido muy cerca. "Sin vosotros no tendría fuerzas para intentarlo el año que viene, pero vamos a ir a por ellos", llegó a decir en el balcón.

Galicia, Castilla y León, Cantabria, País Vasco, Madrid, Cataluña o Canarias fueron puntos desde los que llegaron miles de aficionados que tomaron posiciones a primera hora, para presenciar una alocución que duró poco más de cinco minutos, pero que mereció la pena. Modesto, sonriente y orgulloso, Alonso insistió en la fuerza que le dio la afición en los últimos meses. "Saber que estabais ahí me hacía levantarme cada día con la misma ilusión".

Más guiños.

Otro guiño para los suyos fue la referencia a la multitud de banderas españolas y asturianas que ha visto en todos los circuitos. "Ver gente de todo el mundo con ellas es muy gratificante", y agregó: "El año que viene será otra vez difícil, igual que para los veintidós pilotos que estamos ahí, pero yo tengo la suerte añadida de teneros a vosotros, a toda España, y lucharemos juntos".

En su discurso no hubo lugar para rencores ni reproches a su compañero, Hamilton, que sí tuvieron cabida en multitud de pancartas exhibidas por los aficionados. Fernando simplemente anunció que seguirá "trabajando muy duro" para dejar contentos a todos sus seguidores. No dejó ninguna pista sobre su futuro como si hizo en 2005, cuando dejó entrever que el azul de la escudería Renault podría dejar de ser su color al tiempo que pedía a los presentes que no dejaran de ser "la marea azul en los circuitos".

En el balcón del ayuntamiento ovetense sólo se vio al campeón. José Luís, su padre, y Luis García Abad, su manager, se mantuvieron en un discreto segundo plano, como Vicente Álvarez Areces, presidente del Principado, Gabino de Lorenzo, alcalde de la capital asturiana, y Graciano García, presidente de la Fundación Príncipe de Asturias.

A la hora de abandonar el edificio por una puerta secundaria, Fernando se brindó a firmar decenas de autógrafos a los incondicionales que acertaron a adivinar por donde saldría rumbo a sus inminentes vacaciones. Tras una semana de descanso junto a su familia en Asturias, el piloto inicia un merecido descanso en un destino desconocido.