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Motonáutica | Open Nacional

Un comercial que gana títulos mundiales

Juan Francisco Rodríguez, vencedor del Open Nacional esta temporada y campeón mundial en 2004, debe compaginar su participación en las carreras con su trabajo para poder vivir

Actualizado a
<b>VOLANDO SOBRE EL MAR. </b>El piloto murciano despegando del agua con su máquina Bombardier RXT.

No todos los deportes tienen la misma repercusión mediática ni todos los deportistas son elevados a la categoría de ídolos por los aficionados. Sin embargo, la trascendencia no la marcan las hazañas conseguidas ni el mérito del que la realiza, sino el deporte donde son logradas. Por todo esto, hay deportistas que alcanzan grandes hitos y apenas salen del anonimato. En nuestro país hay muchos ejemplos; uno de ellos es Juan Francisco Rodríguez, campeón este año del Open Nacional de motos de agua en la categoría de Raids F2.

Este murciano de 35 años, que en 2004 se proclamó campeón del mundo de Raids en la categoría biplaza, descubrió la motonáutica en su luna de miel. 'Juanfra49' como es conocido dentro del mundo de las motos de agua, lleva seis años practicándolo de un modo competitivo. Siempre ha practicado otros deportes que ahora le favorecen al subirse a la moto: bicicleta de montaña, natación, equitación... e incluso compitió en atletismo durante más de diez años en carreras de mediofondo.

El principal problema con el que se encuentran los practicantes de estos deportes más minoritarios es la imposibilidad de dedicarse plenamente. Deben compatibilizarlo con un trabajo que les permita vivir. Juan es comercial y está obligado a viajar mucho, lo que supone un gran inconveniente para entrenar. Debe hacerlo cuando vuelve del trabajo ("Reconozco que a veces cuesta mucho esfuerzo"), y los fines de semana hasta que se despierta su familia, momento en que se dedica a ellos ya que lo más importante es "disfrutar con ellos, ya que durante la semana casi no estoy".

La motonáutica no es un deporte sencillo. Requiere amplia preparación, una buena mecánica y ayuda económica bastante alta: "Es un cúmulo de factores que si resultan positivos todo se convierte en recompensas". Sin embargo, todo eso se puede venir abajo en un instante, por eso la ilusión es una de sus principales virtudes para continuar buscando triunfos y seguir abriéndose camino. Cuando se le pregunta dónde está el límite, contesta que ni él mismo lo sabe: "Cuando algo te gusta, te apasiona, te ilusiona, te da la vida y tienes el beneplácito y el apoyo incondicional de tu familia y tus amigos pones los límites altísimos, sacas fuerzas de donde no las hay y sigues adelante".