Fernando vuelve al circuito donde comenzó todo

No es por casualidad que el circuito de Spa-Francorchamps sea el preferido de Fernando Alonso. En él, hace poco más de cinco años (exactamente un 26 de agosto de 2000), empezaba verdaderamente la leyenda de un joven asturiano que soñaba con ser el más rápido a los mandos de un monoplaza de carreras. Los que estuvieron presentes ese día en el circuito belga recuerdan a un joven tímido e introvertido que consiguió su primer gran triunfo en la Fórmula 3000. Una victoria sin paliativos, sacando quince segundos al campeón del certamen y un mundo al resto. Todos con el mismo coche, todos con el mismo motor. Él sin conocer el circuito."Sólo quiero estar en la Fórmula 1 el año que viene", comentó Alonso nada más bajarse del coche. Un chico de 19 años con las ideas muy claras. Fue un éxito que pasó inadvertido para el gran público y que apenas trascendió en los medios. Pero no todos lo obviaron. Ese mismo día dos grandes 'monstruos' de la F-1 le ofrecieron formar parte de sus plantillas: Williams y Ferrari. Llegaban tarde. Flavio Briatore y Renault ya le habían echado el guante para el futuro. Entre medias, un pequeño calvario de aprendizaje intentando mantener en pista un Minardi.Ese tiempo pasó y actualmente conduciendo el monoplaza azul y amarillo de Renault, se dispone a cumplir de verdad ese sueño de siempre: ser el más rápido del mundo a los mandos de un monoplaza.Está en Bélgica. El flamante ganador del premio Príncipe de Asturias aterrizó ayer en Bélgica, donde este domingo tiene el primer match-ball para lograr su primer título de la F-1. En una conferencia de prensa concedida durante la celebración de un acto promocional se mostró satisfecho por el premio recibido manifestando que "es lo más importante que me ha sucedido fuera de los circuitos". Ante la pregunta de cómo celebraría un posible triunfo en Spa, el ovetense lo tuvo claro: "Si gano haré lo habitual, levantar los brazos".