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Rallies | Rally de Argentina

Carlos Sainz se convierte en el pichichi del Mundial

Con la de ayer, acumula más victorias (26) que nadie.

<b>EXHIBICIÓN. </b>Carlos Sainz se mostró intratable para todos y le endosó minuto y medio a Loeb.
reuters

A sus cuarenta y dos años ha vuelto a hacer historia. Ya estaba en cabeza del ránking de victorias, pero empatado con Colin McRae. Ahora, con el tanto marcado ayer al ganar el Rally de Argentina, se ha colocado como pichichi de la historia de la especialidad. Nos referimos a un tal Carlos Sainz, ese que muchos daban por acabado.

Y esta, su vigésimo sexta victoria, ha sido grandiosa. Porque el rally suramericano se ha corrido a un ritmo vertiginoso. Primero sucumbió Markko Martin en un terrible vuelco en sexta velocidad que le podría dejar sin correr en Finlandia. Después Petter Solberg, que se empeñó en entrar demasiado rápido en los numerosos ríos de la serranía cordobesa.

Y cuando el duelo quedó centrado entre el madrileño y Marcus Gronholm, éste tocaba con una piedra y arrancaba una rueda de su Peugeot. Ha sido mala suerte, decía. ¡Qué mala suerte! Le pudo la presión que sobre él llevaba ejerciendo un Sainz crecido en este rally. Tanto, que ni su compañero de equipo, el líder Sebastien Loeb, el hombre que había ganado cuatro de las siete citas diputadas hasta ahora, pudo seguirle.

Inalcanzable.

Pero el francés ha sido el más inteligente decidiendo dejar marchar a nuestro Sainz, porque estaba claro que era inalcanzable, y asegurándose una segunda plaza con la que se escapa en un Mundial en el que también Citroën vuela hacia el título de constructores. ¿Y Carlos? Pues con este pedazo de triunfo se ha encaramado hasta la tercera posición de la tabla. Tiene a tiro incluso el subcampeonato. Argentina le devolvió la victoria que le arrebató en 2003.

Ese. El que muchos llevan queriendo enterrar hace ya muchos años. El que media España cree que está poseído por la mala suerte. Ese, es el pichichi del Mundial y sigue haciendo lo que más le gusta con cuarenta y dos castañas. Y encima lo sigue haciendo muy bien. ¡Pues ya quisieran muchos tener tan mala suerte! Y esperen, que aún nos deparará más alegrías. Seguro.

El ganador Escuchaba cada ruido del coche

Fuimos a fondo hasta el abandono de Marcus. No teníamos otra opción que atacar a fondo, era una lucha entre los dos, o él o nosotros, rodando siempre al límite y nos salió bien. El último día ha sido complicado psicológicamente. Rodar a un ritmo menor no me gusta, y es más difícil. Escuchaba cada ruido del coche, miraba atento los instrumentos, estaba atento a cualquier olor extraño, trataba de evitar las piedras y en los saltos me lo tomaba con calma. Esta victoria me deja en cabeza en número de triunfos, y me produce una gran satisfacción liderar esta clasificación que deja a cada uno en su sitio en cuanto a trayectoria profesional. Ahora hay que pensar en Finlandia.