The Rogue Prince of Persia evoluciona y revoluciona: se nueva actualización parece una secuela y aspira a todo en 2025

Si hiciéramos una lista con los grandes damnificados de The Game Awards 2024, la saga Prince of Persia no faltaría en ella. Y decimos “saga” porque no nos referimos sólo a The Lost Crown, al que desde luego nos hubiera gustado haber visto entre los candidatos al GOTY. También tenemos en mente The Rogue Prince of Persia, al que votamos en categorías como Best Community Support. Porque este inesperado spin off con reminiscencias a Dead Cells no ha dejado de crecer en lo que va de año y Evil Empire, su desarrolladora, merece un reconocimiento por el mimo y la transparencia puesta en sus comunicados. Por suerte, y gracias a Ubisoft, ya hemos podido probar “la madre de todas las actualizaciones” que llegará al juego este 21 de noviembre y tras hacerlo hemos respirado más que tranquilos. Ahora tenemos la serenidad de que, si esto sigue así, el juego optará en 2025 a todos los premios que se le han escapado este curso.

El doble de contenido y de calidad

Dato mata relato. Las cifras son lo que mejor explican por qué su nuevo parche se llama “la madre de todas las actualizaciones”. Pasamos de 6 a 9 biomas, de 8 a 20 armas, de 2 a 4 jefes, de 30 a 50 perks y de 13 desafíos plataformeros a 24. O dicho de otro modo, saltamos de las 3 o 4 horas de duración a entre 8 y 10 horas de longevidad, y eso según Evil Empire. Ya os avisamos en sus primeras impresiones que a nosotros, enfermos como estamos por completarlo todo y sacar cada logro, la versión original nos había atrapado tres veces más de lo estimado, así que podéis imaginaros el agujero negro de horas que nos está pareciendo la actual.

No forman parte de la nueva actualización, pero para aquellos que no hayan tocado The Rogue Prince of Persia desde la versión original, mencionar también que el juego ha ido incorporando varias novedades de peso a lo largo de estos meses. Ajustes en los temas más requeridos por la comunidad: opción de elegir arma antes de cada vuelta, árboles de habilidades, modificadores de dificultad a modo de endgame, matices en la velocidad de movimiento, mayor diversidad de enemigos y... ¡aleluya, traducción al español!

¿Pero sabéis qué es lo mejor de todo? Que según su desarrolladora, según Evil Empire, estamos sólo a “mitad de camino de la early access”. Si termina duplicando sus números actuales, The Rogue Prince of Persia se convertirá en una opción a tener muy en cuenta dentro del género.

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El cambio que menos esperábamos

Las mejoras que hemos enumerado hasta este momento entraban dentro de lo esperable. Todos los juegos en early access aumentan sus contenidos. Quizás no tanto ni tan rápido, pero lo hacen. Lo que no es habitual es que también se ponga patas arriba el apartado gráfico y artístico del juego. Este segundo acto de The Rogue Prince of Persia deja patente la ambición del proyecto con un lavado de cara mayúsculo. La desarrolladora no quiere que vuelvan a tachar de simple y barato su aspecto.

La versión original apostaba por un diseño claro y minimalista, de fondos preciosos y paletas de colores planos muy marcadas. Se inspiraba en las miniaturas de los libros persas de antaño, bebía de las novelas gráficas de Moebius y recordaba a Gris. Lo mejor eran sus animaciones (la del viaje rápido sigue pareciéndonos una delicia), la iluminación y efectos como la sangre o el fuego. Aunque jugando hacía de lo más apacible la experiencia, visto desde fuera no terminaba de llamar la atención ni de entrar por los ojos.

Sin renunciar al concepto original, Evil Empire ha llenado los fondos de detalles, ampliado miniaturas, marcado más los trazos y contornos, recargado cada nivel de efectos de partículas y, en general, ha dado con una versión rococó del juego que acallará las críticas. Hasta se ha deshecho del Prínce morado (un homenaje al sprite de la primera entrega de la saga, la de 1989) y ha traído de vuelta al tipo duro que enamoró en la época de PlayStation 2.

Por un lado nos da algo de pena, pues el anterior estilo, más pop (y no, no es por hacer el chiste), nos parecía una apuesta más personal y había algo mágico en su minimalismo. Por otro, para qué mentir, gráficamente hay momentos en los que parecemos estar jugando a su secuela. Es mucho más vistoso y espectacular. Veremos cómo evoluciona (la desarrolladora ya ha prometido filtros y traer de vuelta al Príncipe morada como skin en el futuro) y ojalá pueda dar con la tecla y ofrecer lo mejor de ambos mundos.

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En el resto de apartados, The Rogue Prince of Persia trae un “progresa adecuadamente”. En su día nos quejamos de que hubiera tan pocas secciones plataformeras con lo buenas que eran. Dicho y hecho, ahora hay más del doble. Su sistema de movimiento no tiene nada que envidiar. A nadie. Ayer comentábamos que las builds carecían de variedad y que muchos perks no merecían la pena. Hoy toca recoger cable con sus árboles de habilidades y la cantidad de aproximaciones a la acción. Incluso pusimos trabas a las recompensas que había por cada run. ¿Qué decir ahora que hay endgame y toda clase de fragmentos narrativos adicionales? Encima amplía el resto de virtudes (como la maravillosa música de Asadi, con temas inéditos y de nuevo a caballo entre tradición, electrónica, hip hop y trap). El diseño de niveles, el número de jefes (que siguen siendo pocos, pero geniales), la historia y los rompecabezas aún pueden mejorar, pero no tenemos duda de que ya se ha logrado lo más difícil.

Conclusiones del Acto 2

Para qué mentir. Si el juego hubiera salido tal y como nació, es probable que The Rogue Prince of Persia se hubiera llevado un 7 en esta casa. Nos parecía una base estupenda sobre la que construir, pero también una experiencia que distaba mucho del referente al que perseguía, Dead Cells. Suponíamos que aumentaría sus contenidos y mejoraría por el camino, pero no esperábamos semejantes progresos ni a tal velocidad. Pecamos de falta de confianza en una Evil Empire que más nos hubiera valido recordar que es la máxima responsable de las fantásticas expansiones y DLC de, precisamente, Dead Cells. Si de verdad esto es sólo la mitad del camino (y ya parece una secuela), la versión final de The Rogue Prince of Persia puede ser uno de los grandes tapados de 2025 y uno de los mejores exponentes del género roguelike. Ojalá siga su curso porque ya no le vemos techo.

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