Ya lo hemos jugado
Impresiones Civilization VII: la saga de culto vuelve más innovadora que nunca
Primeras horas con la nueva entrega de la clásica saga de estrategia por turnos.

Es difícil encontrar propuestas jugables tan sólidas, únicas y adaptables a todos los gustos y públicos como la que nos viene ofreciendo la saga Civilization desde que debutara en el ya lejano 1991 con su primera entrega. El juego de estrategia por turnos de Sid Meier es un título especial, con la increíble capacidad de enganchar por igual a quien pretenda dedicarle el tiempo y la dedicación propias de una tesis doctoral como quien simplemente quiera relajarse echando unas partidas viendo hasta dónde puede conducir los avatares de su propia civilización sin mayor complicación. La cantidad de opciones, posibilidades y parámetros que ofrece parecen inabarcables a primera vista, y efectivamente podríamos emplear toda una vida para llegar a dominar su propuesta y probar todo lo que propone. Pese a ello, si nos sumergimos en él sin miedo y sin dejarnos abrumar a primera vista, podemos disfrutar de una experiencia igual de satisfactoria siguiendo sus tutoriales y cincelando la historia de nuestra civilización virtual en base a un igual de satisfactorio ensayo y error tomando mil y una decisiones que regirán los designios de nuestro pueblo y sus opciones de perdurar en el tiempo.
Porque, efectivamente y aunque suene la mar de pretencioso, de eso trata la saga Civilization: de tomar infinidad de decisiones que moldearán la sociedad que controlamos hasta llevarla a una edad de oro cultural o científica, o ser barrida del mundo virtual donde trata de germinar al caer bajo el yugo de potencias enemigas o diversos desastres naturales. Dichas decisiones van desde elegir el primer asentamiento de nuestro pueblo, si nos enfocamos en una carrera tecnológica, cultural, militar o económica, qué tipo de construcciones decidimos levantar para que nuestras ciudades florezcan o qué cariz diplomático elegimos mantener frente al resto de civilizaciones presentes en unos mapas generados aleatoriamente en base a unas directrices que podemos configurar. Y todo ello no es más que la punta del iceberg dentro del maremagnum de elementos que debemos controlar para que nuestra civilización brille por encima de las demás. Por muy manida que suene a estas alturas, la saga Civilization es la principal culpable de acuñar la famosa expresión de “un turno más y lo dejo” hasta que nos percatamos de que ha devorado muchas más horas de nuestro tiempo de ocio de las inicialmente previstas, ofreciéndonos a cambio una experiencia de lo más satisfactoria y única.
Efectivamente, esta séptima entrega que en Meristation tenemos la enorme fortuna de probar por adelantado, sigue cumpliendo con dicha tradición. En el momento de redactar estas impresiones, llevamos más de 15 horas jugadas, prácticamente en tres sesiones casi ininterrumpidas de 5 horas donde nos resultó imposible dejar el teclado y el ratón intentando llevar a nuestros pueblos virtuales a las cotas más altas de excelencia y donde, ciertamente, las horas volaron sin casi percatarnos de ello. Esta nueva entrega nos ha hecho disfrutar por todo lo alto como vienen haciendo todos los títulos de la saga desde los 90, pero además hay que agradecer el esfuerzo del señor Meier y su equipo en Firaxis por no estancarse, ofreciéndonos una nueva iteración de la serie muy arriesgada y con muchas novedades. Este afán por avanzar y refinar una fórmula de tanto éxito como la de Civilization ya estuvo muy presente en la anterior entrega, pero lo cierto es que esta séptima va varios pasos más allá con varios cambios importantes que le dan una interesantísima nueva vuelta de tuerca a lo que estos títulos venían ofreciendo a lo largo de los años. Todo ello para ofrecer una cita ineludible para los amantes de la estrategia, la gestión y las experiencias sesudas frente a la pantalla, en un título que como ya hemos comentado hará las delicias de quien se acerque a él independientemente de su bagaje en la serie o el género.

El afán rupturista de esta nueva entrega comienza desde las elecciones iniciales de la partida, ya que por primera vez la figura que elijamos al frente de nuestro pueblo no está ligada a una civilización determinada, debiendo elegir líder primero y civilización a continuación. Nosotros comenzamos nuestra partida con Isabel la Católica, al frente del imperio Griego, entre las muchas opciones disponibles. Esta separación de líder y civilización permite buscar infinidad de sinergias, ya que cada dirigente tiene sus propias características y bonificaciones, y lo mismo sucede con las naciones a elegir. Según qué camino pretendamos seguir para sacar a nuestro pueblo a flote, las combinaciones de unos y otros nos resultarán más provechosas según el caso. Entre los líderes disponibles encontramos figuras históricas como la mencionada Isabel la Católica, Benjamin Franklin, Maquiavelo o Napoleón, sumando aproximadamente una veintena en la versión más completa que se lanza del juego, la Founder´s Edition que tiene un imponente precio de 129,99 euros. El número de civilizaciones disponibles también es elevado, con el aliciente de una novedad muy interesante en la fórmula Civilization que comentaremos en un par de líneas.

Si bien la presencia de diferentes edades históricas ya era una tradición en anteriores entregas, en esta ocasión se ha apostado por dividir las partidas de Civilization VII en tres Eras, La Era Antigua, La Era de Los Descubrimientos y la Era Moderna. Esto supone un cambio radical, ya que cada Era ofrece elementos únicos, y todas las civilizaciones presentes en la partida evolucionan por ellas al mismo tiempo, cuando un marcador que indica el cambio de Era se llena. Dicho cambio provoca que varios elementos de nuestro pueblo se pierdan, que otros evolucionen y que infinidad de recursos, opciones y tecnologías sean sustituidos por otros. Para rematar el cambio radical que todo ello introduce, cuando evolucionemos de Era mantendremos a nuestro dirigente, pero deberemos elegir una nueva civilización entre las disponibles en exclusiva para dicha Era en concreto, lo que provoca una ingente necesidad de adaptación y planificación a largo plazo.
Otra novedad son las denominadas Rutas de Legado, unos caminos con varios hitos dentro de las cuatro posibles opciones de victoria, la científica, la cultural, la militar y la económica. Cumplir dichos hitos provoca que las Eras avancen hacia su conclusión, y conseguirlos nos otorgan Puntos de Legado que podremos canjear por varios beneficios al inicio de la siguiente Era. En nuestras partidas por ejemplo hemos apostado en primer lugar por la ruta científica, cuyo primer hito consistía en descubrir la tecnología de la escritura, para a continuación construir una biblioteca en una de nuestras ciudades. El siguiente hito nos pedía descubrir las matemáticas, y edificar una academia. Finalmente era necesario obtener unos códices que se consiguen reforzando el estudio de varias disciplinas científicas y exhibirlos en nuestras bibliotecas y academias, hasta un total de diez. En nuestra segunda partida apostamos con la ruta cultural, construyendo Grandes Maravillas del Mundo una detrás de otra, obteniendo los hitos de la Ruta del Legado a mayores de los beneficios inherentes a dichas maravillas.

Todo ello convierte las tradicionales partidas de Civilization en una suerte de partidos a tres partes. El hecho de alcanzar la victoria parcial en cada una de las Eras no garantiza la victoria final de las partidas, alcanzada al culminar la Ruta de Legado en alguna de las cuatro disciplinas en la Era Moderna. De hecho podemos optar por repartir nuestros esfuerzos entre las cuatro rutas de Legado en las dos Eras iniciales, para diversificar los puntos de Legado obtenidos al final de las mismas. Todo ello posibilita partidas con infinidad de estrategias y un enfoque muy novedoso para la saga, entrando en juego la posibilidad de remontadas épicas en la última Era. El hecho de cambiar de civilización entre Eras, y las enormes modificaciones que introducen hacen que las partidas sean muy dinámicas y cambiantes. Hay que tener en cuenta además que algunas mejoras y edificios, así como ciertas unidades, se pierden con el cambio de Era. A falta de dedicarle un mayor número de horas, y de entrar en mayor profundidad de las vicisitudes de la Era Moderna, de la cual no podemos hablar en estas impresiones, los cambios nos parecen positivos y con buenos mimbres para convencer incluso a los más puristas de la saga.

Más novedades son la continuación de la nueva línea de gestión de ciudades implementada en la sexta entrega, más directa y dependiente del espacio que las distintas edificaciones ocupan en las propias ciudades, y la eliminación de las unidades de constructores, apostando por una gestión directa de las casillas de ciudades y pueblos y sus mejoras. Los nuevos asentamientos se constituyen como pueblos y no como ciudades, con particularidades y gestión diferentes, pudiendo convertirlos en ciudades propiamente dichas pagando una determinada cantidad de oro. También se han añadido una suerte de pequeñas misiones en función de unos sucesos dependientes de la narrativa, que nos piden lograr un determinado objetivo a cambio de cierta recompensa.
Por lo demás, muchos elementos tradicionales están ahí como cabría esperar, debiendo gestionar la cantidad de oro, cultura, ciencia e influencia que produce nuestra civilización en conjunto, y prestando la debida atención a las relaciones diplomáticas con el resto de líderes con que nos topemos en el mapa. Y por supuesto, aunque no siempre sea la opción más recomendable, siendo tendremos la posibilidad entablar batalla con otras civilizaciones y las huestes bárbaras que pululan por los mapas, entrenando unidades bélicas y comandándolas en el fragor del combate. Hay mil formas difrentes de jugar a Civilization VII, todas válidas y todas satisfactorias.

Para rematar, todo ello está engalanado con un apartado audiovisual de primer nivel. Gráficamente se ha apostado por un estilo un tanto más sobrio que el excesivamente colorido y cartoon de la sexta entrega, aunque se mantiene en la línea del mismo. El detalle de las unidades y construcciones es magnífico, todo luce con gran belleza en pantalla y la escala del juego es enorme. Por fortuna, el juego corre fluido incluso en equipos modestos, de hecho está ya actualmente verificado para Steam Deck. El apartado sonoro es una auténtica delicia para los oídos, con geniales composiciones musicales acordes a la temática de lo que se muestra en pantalla, y sobre todo con un trabajo de doblaje estupendo, realmente profesional y pulido, con todos los textos y voces excelentemente localizados al castellano.

En definitiva, la saga vuelve con toda la calidad de siempre pero con un espíritu de renovación muy marcado, con multitud de novedades de gran calado. Y lo cierto es que en nuestras primeras 15 horas nos ha enamorado como siempre, las horas han pasado volando casi sin darnos cuenta y el deleite ha sido mayúsculo. Esa combinación de infinitas posibilidades, opciones y parámetros con una profundidad enorme resulta a la vez accesible si nos tomamos las cosas con calma y probamos distintos acercamientos aprendiendo y disfrutando sobre la marcha. Se disfruta por igual siendo un experto estudioso con miles de horas en el juego como simplemente tomando decisiones y viendo las consecuencias en las carnes de nuestra sufrida civilización virtual. El título estará disponible el 6 de febrero para los compradores de las ediciones Deluxe y Founder´s, y el 11 del mismo mes para quien adquiera la versión estándar. Junto con el esperadísimo Kingdom Come: Deliverance II, este Civilization VII que tan buenas maneras apunta promete ofrecer un espectacular inicio del año para el sector del videojuego.

Estas impresiones se han realizado con un código proporcionado por Take-Two
- Estrategia
Civilization VII es un videojuego de estrategia 4X por turnos a cargo de Firaxis Games y 2K Games para PC, Switch, PlayStation 4, Xbox One, PlayStation 5 y Xbox Series. Tus decisiones estratégicas harán que tu imperio en evolución tenga un bagaje cultural único. Gobierna como uno de los líderes legendarios de la historia y dirige el curso de los acontecimientos eligiendo una nueva civilización que represente a tu imperio en cada Era del progreso humano.