‘From Hell’. La obra maestra de Alan Moore

A pesar de para muchos el ‘Watchmen’ de Alan Moore es el cómic más influyente de la historia, su gran obra, en la que se plasman todas las ideas y talentos del genio de Northampton es ‘From Hell’. Un colosal trabajo que ofrece muchas capas de lectura y que tiene en su epicentro los crímenes cometidos por Jack ‘El destripador’ a finales del siglo XIX en el East End londinense.

Este no es un libro en el que descubrir quién y sino el cómo y el por qué. Moore deja bien claro la identidad del asesino de las prostitutas desde el primero de los catorce capítulos que componen la obra. Para ello ha estudio minuciosamente toda la documentación de la época y sostiene la teoría de que fue el médico de la familia real, William Gull, quien por orden de la reina ejecutó los asesinatos. Como el propio Moore hace notar nada en la novel gráfica contradice las pruebas que obran en poder de la policía. Esta teoría no es propia sino que se basa en la investigación que hizo el periodista Stephen Knight y que plasmó en el libro Jack the Ripper: The Final Solution.

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Retrato social

Pero más allá de la ejecución y la investigación de los crímenes el libro ofrece muchas estratos que visitar. El primero de ellas es un estudio social de la Inglaterra de 1888, donde la monarquía, la alta sociedad y los nuevos ricos mantenían su estatus gracias a mantener en la pobreza a la mayoría de la población. El East End se había convertido en un barrio marginal y peligroso donde convivían delincuentes, prostitutas, inmigrantes irlandeses y judíos exiliados. Moore consigue humanizar esos despojos del capitalismo y cuenta pequeños hilos de sus desdichadas historias para crear un tapiz cuyo dibujo es negro.

Frente a la desesperación de encontrar cuatro peniques para encontrar una cama donde dormir, Moore contrapone la despreocupación con la que vive la realeza, que pasa como un huracán por las vidas de súbditos dejando solo dolor.

En las viñetas se deja entrever el auge del socialismo entre las clases más desfavorecidas, el conflicto irlandés (Domingo Sangriento de 1887), la xenofobia hacia los judíos y el dominio que las bandas de criminales tenían en los bajos fondos.

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Magia de sangre

Moore cuya afición hacia lo esotérico es bien conocida elabora una segunda teoría complementaria que conecta a los crímenes y a su autor con viejos rituales de sangre. Gull, además de médico real, es un masón de alto nivel con conocimientos arcanos sobre disciplinas que son vedadas a los ciudadanos. En un excelente capítulo 4, que haría las delicias de Iker Jiménez, el asesino explica a su cómplice y cochero la historia oculta de Londres. Como tras las fachadas de inocentes iglesias se esconden símbolos masónicos, lugares de poder desde la época de los britanos y referencias a dioses paganos. En el relato se mezclan predicciones del ocultista Aleister Crowley, detalles bastante concisos sobre las costumbres masónicas y referencias a dioses antiguos.

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Lucha entre hombre y mujeres

Otra argumentación que desarrolla Moore es la lucha por el poder entre hombres y mujeres, como tras miles de años de matriarcado los hombres relegaron a las mujeres a un papel meramente reproductor y como estos sacrificios forman parte de esta tendencia.

Moore hace mucho hincapié en humanizar a las víctimas, explica su día a días, sus miserias y como antes de verse arrastradas a la prostitución tuvieron una vida feliz con maridos e hijos. Pero tanto sus hombres como la sociedad las sacan de esa existencia feliz para verse inmersa en un mundo de pobreza, alcohol y violaciones, donde el cuerpo de la mujer se convierte en una mercancía de escaso valor.

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Dos protagonistas

En la primera parte del relato el peso lo lleva el asesino, Gull, Moore recopila todos los datos posibles que lleven a entender la compleja mente del criminal. Explica desde varios ángulos las razones de su comportamiento, aunque en ningún momento lo justifica. Es un retrato ficticio que se apoya en hechos empíricos: su paso por la universidad de medicina, su ingreso en la logia masónica, su ataque de apoplejía (detalle que algunos investigadores invalida la acusación), su ascenso a médico de la familia real...

En la segunda, el detective a cargo del caso se convierte en el eje de la trama, una historia por la que desfilan personajes notables de la época: el hombre elefante, Búfalo Bill, Oscar Wilde, Yeats… Una disección de una investigación en la que la prensa amarilla, las presiones políticas y el miedo que se despertó en la comunidad se convierten en obstáculos casi imposibles de superar.

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Un dibujo particular

El escocés Eddie Campbell es el encargado de poner los lápices a la historia. Su estilo ‘sucio’ en el que proliferan los trazos para crear efectos de sombra y volumen le sienta fenomenal a ‘From Hell’. Mientras que la recreación de los personajes parece ‘inacabada’, Campbell representa hasta los últimos detalles de los edificios presentes en los cómics. Originalmente la serie se publicó en blanco y negro dentro de la revista Taboo, pero en 1999 Eddie abordó la tarea de poner color a todas las viñetas, aunque prescindió de colores vivos. La edición de Planeta reúne la versión original. La estructura de la página es muy sencilla, combinando páginas con mucho texto con otras en las que el dibujo es el que lleva el peso del relato.

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Conclusión

‘From Hell’ es una grandísima novela gráfica, un estudio detallado sobre el primer criminal cuya figura se convirtió en un fenómeno de masas. Moore añade a los espeluznantes sucesos un toque mágico que sienta muy bien a la obra. Es una lectura densa y absorbente, que exige al lector un ritmo reposado y plena atención, pero que a cambio entrega mucho. El dibujo se adapta al texto como un guante, a medida que se van pasando páginas se toma conciencia del excelente trabajo de Campbell.

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Ficha

Guion: Alan Moore

Dibujo: Eddie Campbell

ISBN: 9788415480846

Fecha: 04/04/2013

Nº de páginas: 584 blanco y negro

Formato: Tapa dura 25,7 x 16,8

Editorial: Planeta Cómic

Precio: 30€