Cómic
Nemo integral. Una oportunidad para degustar al mayor talento del cómic: Alan Moore
Planeta Comic reúne en un solo tomo las tres aventuras de la hija del Capitán Nemo en un universo que nació de La Liga de los Caballeros Extraordinarios.
Leer un cómic de Alan Moore es una experiencia equiparable a poder haber asistido a un partido de Michael Jordan o a un concierto de Jimi Hendrix. Algo único, inigualable y que, independientemente de lo acertados que estuvieran, siempre resulta imborrable. Es cierto que el genio de Northampton (Reino Unido) firmó sus mejores obras en el siglo pasado: V de Vendetta (1908), Watchmen (1986), La broma asesina (1988) y From Hell (1993), pero también que ha seguido ligado al medio con obras en las que ha exhibido su gran talento como Top 10, Tom Strong, Promethea… y de entre todas estas destaca La Liga de Los hombres extraordinarios.
La Liga de los hombres extraordinarios
Ambientado en la época victoriana este último cómic, el primero del sello independiente America´s Best Comics, reúne a los grandes mitos de la literatura gótica y de aventuras del siglo XIX. Por sus viñetas desfilan personajes icónicos como Allan Quatermain, Mina Harker, El Capitán Nemo, El hombre invisible, Dr. Jekyll & Mr Hyde, Fu Manchú. Moriarty, Hawley Griffin…. Moore exhibe aquí todas las virtudes que le han convertido en un pope del sector: una trama llena de matices, personajes con muchas aristas, un conocimiento enciclopédico de multitud de temas con referencias cruzadas a la literatura clásica y una historia con varios niveles de lectura.
Tal fue el éxito de esta obra que pronto hubo una segunda parte, inspirada en La Guerra de los Mundos de Wells, y Moore fue expandiendo su distopía particular, en la que mezcla a partes iguales ficción y realidad. Más cómics y libros agrandaron el universo de La Liga de los hombres extraordinarios, cuyo marco temporal se proyectó al futuro. En el volumen III su lucha contra el Anticristo abarca de 1910 a 2009. Todo este imaginario lo explicó el propio Moore en un apéndice de 46 páginas, el Almanaque del Nuevo Viajero.
Spin-off
Llegados a este punto en 2010 Moore explora su mundo desde una nueva perspectiva, la de Janni Dakkar, la hija del legendario Capitán Nemo. Un spin-off de la colección original que combina viejos conocidos con nuevos personajes. Surgen así tres historias: Corazón de hielo (2010), Rosas de Berlín (2015) y Río de fanstasmas (2016) que ahora Planeta Comics reúne en un solo volumen.
Corazón de hielo
El relato del viaje a la Antártida de Janni Dakkar es un claro homenaje a Lovecraft (En las montañas de la locura, 1936), en él Moore demuestra que es un maestro de los recursos estilísticos con una presentación de las anomalías temporales que van a sorprender al lector por su ejecución. También hay lugar para algunas excentricidades como la presencia de D´Artcan hablando en francés y al revés, esto es solo un prológo de lo que habría de venir o de sufrirse en el siguiente relato.
Rosas de Berlín
Ambientado en la Segunda Guerra Mundial (1941), esta es una historia de acción en la que una madura Jenni se embarca junto a su marido en una misión de rescate en un Berlín nazi alternativo claramente inspirado en el Metrópolis (1927) de Fritz Lang. Aquí ya encontramos un Moore desatado con páginas enteras de viñetas en alemán. El líder no es Adolf Hitler si no Adenoid Hynkel, el personaje de Charles Chaplin en El gran dictador y se encontrarán con una versión germánica de La Liga que está integrada por el Doctor Caligari, Cesare, el Doctor Rotwang, el androide María y el Doctor Mabuse.
Río de fantasmas
El tercero de los relatos del álbum se ambienta en 1975, con una protagonista en el ocaso de su vida y que va a librar una batalla contra un viejo antagonista, Ayesha, una deidad egipcia. En esta ocasión es la isla de El Mundo perdido de Conan Doyle la que sirve de escenario para el relato. Una trama que vuelve a rescatar personajes históricos como Martin Bormann o Josef Mengele para darles una nueva vida.
Un Moore menos Moore
Los lectores habituales del guionista inglés están acostumbrados a que sus obras tengan varios niveles de lectura, oscuros secretos a los que solo se llega tras varias relecturas, pero este no es el caso de Nemo, que parece estar concebida como un entretenimiento para todo tipo de público. Las tramas son simples, directas y entretenidas. Eso sí, Moore hace gala de su vasta cultura hasta el punto de obligar al lector a buscar referencias incluso donde no las hay. Lo de las páginas enteras en versión original es un brindis al sol que ayuda poco, ya que no hay forma de saber lo que ahí se cuenta salvo que se hable alemán y francés o se utilice un traductor.
Un maestro a los lápices
Al igual que en anteriores obras de La Liga de los Caballeros Extraordinarios su pareja de baile es Kevin 0´Neill. El dibujante londinense realiza un trabajo notable en las tres historias, en especial en Rosas de Berlín, donde su recreación del Berlín de Lang es sublime. Como el mismo reconoce, no es el dibujante más rápido de la industria, a cambio sus viñetas están llenas de detalles. Por un lado, está Moore que es un maniático de controlar cualquier elemento que aparece en la página y por otro lado está él, que lleva al extremo las interminables instrucciones del guionista, al que además intenta ‘engañar’ agregando elementos de su propia cosecha. El resultado es cada viñeta es un mundo plagado de pequeñas referencias, es un cómic que se lee rápido, pero que se ve despacio. El estilo es el mismo de toda la saga, con trazos muy finos, un uso de colores muy vivos y una excelente combinación de diferentes estructuras de página. O’Neill luce más en la creación de máquinas y edificios imposibles que en la representación de los personajes.
Conclusión
Nemo es una buena ocasión para acercarse con una mirada diferente a un universo rico en referencias literarias. Descubrir quién es determinado personaje o de qué obra se extrae determinado lugar proporciona un placer extra a una lectura que es bastante más amena y sencilla de lo que suele ser Moore. Visualmente es un placer viajar por los espacios que crea O’Neill, algunos de sus dibujos a página completa son de una belleza hipnótica por la enorme cantidad de detalles que poseen. Si este es el primer cómic que lee de Moore, está de enhorabuena, aún le quedan muchas obras maestras suyas por descubrir... y no serán tan livianas como esta, aunque sí muchos mejores.