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Cine

Russell Crowe explica la grave lesión que sufrió rodando ‘Robin Hood’: “Todo por el arte”

El actor de ‘Gladiator’ relata cómo se rompió las dos piernas rodando una escena de acción en 2010.

Russell Crowe Robin Hood

Russell Crowe, el famoso actor de películas como ‘Gladiator’, ‘L.A. Confidential’ o, más recientemente, ‘El exorcista del Papa’, entre muchas otras películas, ha explicado una grave lesión que sufrió en el rodaje de ‘Robin Hood’, filme de 2010. Así lo ha revelado durante la promoción de su última película ‘Land of Bad’, asegurando que terminó la producción con sus dos piernas fracturadas. Así lo recoge el medio Deadline tras entrevistar al actor.

Russell Crowe se fracturó las dos piernas en ‘Robin Hood’

Así, según explica el actor Russell Crowe, lo que debía ser un salto de lo más normal en una escena de acción de ‘Robin Hood’, terminó con una grave lesión que prácticamente le impedía caminar: “Salté desde la puerta levadiza de un castillo a un terreno irregular y duro como una roca. Deberíamos haber preparado el terreno y enterrado una plataforma, pero teníamos prisa por hacer la toma con la luz cada vez más tenue”, explica Russell Crowe.

Russell Crowe Robin Hood
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Russell Crowe en 'Robin Hood'

“Con cientos de extras alrededor, flechas volando y ollas quemando el castillo, no había forma de retirarse. Mientras saltaba, recuerdo que pensé: ‘Esto me va a doler’. Aterricé primero sobre mis talones en el suelo irregular, sintiendo como una descarga eléctrica atravesaba mi cuerpo. Estábamos filmando una película importante, así que te cuesta, pero el último mes de ese trabajo fue muy complicado. Hubo varias semanas en las que incluso caminar era un desafío. Nunca hablé de la lesión con producción y nunca me tomé un día libre por eso, simplemente seguí yendo a trabajar”, continúa el actor.

Aunque lo peor estaba por llegar: “Aparentemente terminé esa película con las dos piernas rotas”, confiesa el actor. “Todo por el arte. Sin yeso, sin férulas, sin analgésicos, simplemente siguieron trabajando y, con el tiempo, se curaron solas”, concluye Russell Crowe sobre uno de los rodajes más duros de su carrera.

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