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Anime

Jujutsu Kaisen explica cómo Suguru Geto se convirtió en el villano más sádico

Un personaje cruel y despiadado, Suguru Geto tiene claro su objetivo.

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Jujutsu Kaisen es una de las series del momento. El popular shonen es todo un éxito tanto en su versión manga como en anime, y es que la obra de Gege Akutami sobre hechiceros engancha desde el primer instante, mostrándose como un shonen nada genérico y que conforme avanza en su trama se acerca por momentos al seinen.

Si no leéis el manga no tenéis nada que temer, y es que vamos a hablar solamente de sucesos acontecidos en el anime hasta el momento, concretamente hasta el quinto capítulo de la segunda temporada, en el arco de Hidden Inventory y Premature Death que relata el pasado de Suguro Geto, el villano de Jujutsu Kaisen.

Elitismo y pureza de raza, el sadismo de Suguru Geto

Suguru Geto apareció por primera vez en la 1ª temporada de Jujutsu Kaisen, y se nos muestra como un personaje enigmático, silencioso y que parece tener todo bajo control. Un villano del que sabemos muy poco, pero parece tener la clave para sellar el infinito poder de Satoru Gojo. ¿Cómo es esto posible? Todavía no hemos llegado a ese punto en el anime, pero tanto en Jujutsu Kaisen 0 como en la segunda temporada, hemos tenido mucho más de un villano sádico, pero que cuesta entender ese cambio tan drástico en su conducta.

Satoru Gojo y Suguru Geto eran inseparables, uña y carne en la escuela de hechicería. Dos alumnos aventajados que destacaban por encima de todos, y al contrario de lo que pueda parecer o lo típico en otro tipo de series, no fue culpa de Satoru Gojo que su amigo se convirtiese en un ser tan radical y peligroso, al menos de forma directa. Los sucesos que hemos visto desarrollarse en el arco de Hidden Inventory y Premature Death comienzan con un Suguru Geto de lo más afable, que termina siendo el hechicero más elitista, sádico y toda una amenaza para el común de los seres humanos. ¿Su objetivo? Un mundo en el que solo existan los hechiceros, y para lograrlo, hay que eliminar a todos los humanos corrientes.

El cambio a villano de Suguru Geto

Los primeros cinco capítulos de la segunda temporada narran los sucesos que derivan en el cambio a villano de Suguru Geto. Esto comienzo a raíz de una misión en la que tanto Geto como Gojo deben proteger a Riko Amanai, uno de los recipientes para Tengen. La misión de escolta se va al traste, Riko acaba muriendo a manos de Toji Fushiguro, que también destroza tanto a Geto como a Gojo. Una misión la del mercenario que acaba de forma exitosa, pero Saturo Gojo no había sido ni mucho menos derrotado.

El estar al borde de la muerte provocó que fuese capaz de utilizar sus seis ojos sin restricción alguna. Terminó acabando con Toji Fushiguro sin mayores complicaciones, y a partir de ahí, su nivel de poder era inigualable. Lo que antes eran misiones que Suguru Geto y Satoru Gojo realizaban juntos, ahora Gojo las podía hacer él solo sin complicaciones. Esta deriva termina separando a ambos, y es en esa soledad donde Geto se cuestiona y plantea diversos asuntos, que acaban derivando en su transformación a villano.

La charla con Yuki Tsukumo termina siendo determinante en el desarrollo de Geto, y el momento clave es cuando en una misión, regresa a su aldea natal, y se da cuenta de la naturaleza egoísta y despiadada de algunos seres humanos al perseguir y encerrar a dos niñas hechiceras. A raíz de ello, decide acabar con toda la aldea al completo, y a partir de ahí, un objetivo claro para destruir a toda la humanidad predominante y dar paso de forma clara y contundente a la hechicería como el paso correcto en la evolución de la especie.

Un cambio drástico, y es que en el inicio de la segunda temporada llegamos a ver a un Gojo absolutamente despreocupado ante su trabajo, mientras que Geto plantea que su trabajo como hechiceros es proteger a los humanos normales. La suma de varios sucesos deriva en un personaje que acaba viendo a los hechiceros como el siguiente paso de la humanidad en la cadena evolutiva, un código moral que cambia radicalmente y en el que termina considerando y llamando ‘monos’ a todos los seres humanos normales.