Dead Rising, el sandbox de zombis perfecto (y a menos de 6 euros)

Dead Rising fue toda una sorpresa. Una nueva propiedad intelectual de Capcom en 2006, ideal para probar las capacidades de la nueva generación de la época (Xbox 360) y una vuelta de tuerca a la forma en la que habían tratado a los zombis en la compañía: no era cuestión de drama y de tensión, sino de diversión en el sentido amplio de la palabra. La aventura de Frank West es seguramente el juego de zombis más divertido que existe porque es un ejemplo perfecto de como hacer un sandbox post-apocalíptico brillante, original y repleto de situaciones únicas. Está a menos de seis euros en Steam y es nuestra recomendación del día.

La historia te pone en manos de Frank West, un periodista (autónomo, cómo no) de los de antes, de los de verdad (y no de los que están pendientes del Seo, del engagement y de si funciona el AMP) que va a un centro comercial donde parece que algo está pasando. Básicamente está infectado de zombis. Una vez ahí, deberá descubrir qué es lo que ha sucedido mientras colabora con agentes que no cuentan toda la verdad. La historia podría ser secundaria, pero acaba siendo un gancho del juego: es entretenida, con un toque Serie B muy marcado pero con personajes memorables, y el carisma de West traspasa la pantalla a los pocos minutos. Pero eso acaba siendo un añadido ante la grandeza de Dead Rising: ser un sandbox mayúsculo.

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Cuando empiezas el título, apenas corres y duras cuatro mordiscos. Pero a medida que vas avanzando, consigues PP y mejoras en habilidades, resistencia y velocidad. Más allá de la historia, la gracia está en como interactúas con lo que te rodea. El centro comercial es gigante y está infectado, pero puedes usar absolutamente todo lo que te encuentres. Y eso va desde una katana en un toldo hasta una pistola de agua de una tienda de juguetes. La interacción con objetos del escenario, la posibilidad de modificarlos y la forma en la que machacamos zombis es simplemente maravillosa: un cortacésped, una pistola, un bate de béisbol, una maceta, un coche... todo vale. Y eso lo hace tremendamente divertido mientras hacemos fotos, seguimos con la trama principal y salvamos algunos supervivientes y nos cambiamos de ropa en distintas tiendas. A lo loco.

Porque Dead Rising es un juego que en principio dura 72h (ficticias) y los eventos suceden en cada momento concreto de esos tres días en el juego. La primera vez, apenas podremos rescatar a todos los supervivientes. Pero en siguientes vueltas, con mucho más nivel, seremos casi invencibles. Y es tan divertido sobrevivir la primera vez como ser Dios entre no-muertos en la tercera partida. Todo aliñado con un modo prórroga que sube la intensidad narrativa de la trama, unos psicópatas que son el picante del plato (personajes a los que se le ha ido la olla) y uno de los mejores sistemas de logros/trofeos que recordamos: hacer sus desafíos es divertido y encima desbloqueas extras y trucos, como la ropa y blaster de Mega Man.

Que no se nos olvide, funciona perfectamente en Steam Deck, por si no lo habías comprado ya.

Por qué jugarlo

Dónde encontrarlo

Dead Rising está a precio de derribo, a 5,99 euros en Steam, en Xbox y a 4,99 en PlayStation.