Ayaneo prepara el móvil con el que sueñan los amantes del videojuego, y toma prestada la idea a Sony

Ayaneo, que en pocos años se ha hecho un nombre entre los aficionados a las portátiles más potentes, ha decidido dar el siguiente paso lógico: convertir su experiencia en consolas de bolsillo en un smartphone puro y duro, pensado explícitamente para jugar. El resultado se llama Pocket Play y, por lo que deja ver su primer tráiler, es algo así como el regreso del concepto Xperia Play, pero con el lenguaje de diseño y la ambición de 2026.

El Pocket Play apuesta por lo que muchos jugadores llevan años pidiendo a sus móviles: controles físicos completos (no, a muchos no nos gusta jugar con controles táctiles sobre la pantalla, llámennos antigüos). A simple vista, el teléfono parece un Android estándar, con un diseño relativamente sobrio y doble cámara trasera. La magia aparece cuando se desliza la mitad superior del cuerpo, revelando un mando integrado que convierte el móvil en una consola portátil en cuestión de segundos, igual que hacía el Xperia Play original en 2011, aquel híbrido entre móvil y mando, un diseño de la mano de la elegante PSP Go, cuestionada en su día por su naturaleza puramente digital, pero que con el tiempo se ha reivindicado.

Una mirada al Xperia Play, pero con trucos nuevos

El teaser muestra un gamepad completo oculto bajo la pantalla: cruceta, botones ABXY, Start, Select y varios botones adicionales, incluyendo el característico botón de acceso rápido de Ayaneo. Lo más llamativo, sin embargo, son dos superficies táctiles integradas a ambos lados, que la marca presenta como “Smart Dual-Mode Touchpad”: pueden funcionar como stick virtual o como pequeño trackpad, una solución que ya ha experimentado en otras máquinas como Pocket DMG o Pocket Vert y que aquí intenta adaptar al formato teléfono.

El diseño parece apostar por una combinación de cristal y aluminio, coherente con la imagen “premium” que Ayaneo ha construido en su catálogo de consolas portátiles con Android y Windows. La otra cara de la moneda, según se intuye en el propio vídeo, es que las cámaras no serán su gran argumento: todo invita a pensar en un móvil que prioriza deliberadamente la experiencia de juego frente a la fotografía de última generación.

Muchas preguntas

Aunque el concepto y el diseño impresionan a primera vez, hay muchas preguntas todavía sobre el dispositivo. Ayaneo no ha detallado todavía el procesador que utilizará Pocket Play, la memoria, la batería ni su sistema de refrigeración, aunque su alianza previa con Qualcomm en dispositivos como Pocket S hace pensar razonablemente en un chip de la familia Snapdragon G para gaming móvil.

Tampoco hay respuestas sobre el precio (y Ayaneo es una compañía tradicionalmente de productos caros, así que no hay ilusiones de que vaya a ser asequible), las regiones de lanzamiento ni la ventana concreta en la que llegará al mercado, más allá de que el propio anuncio apunta ya a 2026 como horizonte. Lo que sí está claro es el contexto: la expiración de la vieja patente de diseño de Sony sobre este tipo de móviles deslizantes ha abierto la puerta a que otros fabricantes exploren de nuevo ese formato, y Ayaneo quiere ser la que lleve esa nostalgia a su terreno, el de los jugadores que exigen mandos físicos y control preciso incluso cuando juegan en el teléfono.

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