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10 años de Assassin’s Creed Unity, un buen juego lastrado por su lamentable estado en el lanzamiento
El juego salió a la venta repleto de bugs y de problemas gráficos que se corrigieron a posteriori.
El descontento se palpa en el ambiente. Mientras el pueblo se muere de hambre, las luces de Versalles refulgen, las sedas se pasean por palacio y la comida más extravagante se cuela en los estómagos agradecidos de los nobles. La fiesta y el desenfreno continúa entre aplausos y brindis, glotonería insaciable que conduce a los franceses a la revolución. Assassin’s Creed Unity se lanzó en noviembre de 2014 y también sufrió una revolución, la de los jugadores. Una década después de su lanzamiento, su fastuoso aspecto gráfico brilla con luz propia, pero fue el principal motivo de que los fans se levantaran en armas. No porque se viera mal —siempre lució fantástico—, sino porque salió a la venta completamente roto.
Tantos años después, Ubisoft ha vuelto a tropezar en la misma piedra. Durante años, al estudio francés de los hermanos Guillemot se le conoció coloquialmente como Bugisoft. Algunos de sus títulos salían con errores, algo que empezaron a corregir tras el descalabro de Assassin’s Creed Unity, pero la historia se ha repetido con Star Wars Outlaws, que recibió gruesas críticas por sus problemas de rendimiento. Ante esa situación, los franceses han tomado la decisión de retrasar Assassin’s Creed Shadows hasta el 14 de febrero.
Un buen juego a pesar de todo
Que Unity saliera mal al principio no quiere decir que fuera un mal juego, más bien todo lo contrario. Lo que ocurre es que una vez que se produce un lanzamiento fallido es muy difícil despojarse de esa etiqueta. Además, al título le pesaba una fórmula que ya estaba muy manida, aunque se refinó con un parkour ágil y espectacular, un sistema de combate entretenido y un mundo vibrante lleno de secretos. El retrato de la Francia revolucionaria era espectacular en lo que a la ambientación se refiere. Tantos años después, la recreación de la ciudad sigue dejándonos asombrados por su nivel de detalle enfermizo, que logra capturar el contraste entre la deslumbrante vida de palacio y la complicada situación del ciudadano de a pie. Nunca ningún otro Assassin’s Creed ha logrado reunir a tantos personajes juntos como Unity, un aspecto que puso a PS4 y Xbox One al límite. De hecho, el siguiente título de la saga —Assassin’s Creed Syndicate— redujo las aglomeraciones y la cantidad de detalles.
Arno, protagonista de Assassin’s Creed Unity, nació en el seno de una familia noble. Cuando su padre fue asesinado en Versalles, fue adoptado por François De La Serre, el Gran Maestre de los Templarios. Pero el destino es caprichoso y le reservó algo distinto, ya que terminó uniéndose a la Orden de los Asesinos. Es verdad que no es el personaje más carismático de la saga, pero vivir la Revolución Francesa a través de sus ojos y echar un vistazo a los entresijos de la Orden resulta fascinante. Ya sin los errores técnicos de antaño, la producción de Ubisoft Montreal es un imprescindible. ¿Qué mejor que desempolvarlo en su décimo aniversario?
La próxima entrega de la saga, Assassin’s Creed Shadows, se ambienta en el Japón feudal. Protagonizado por el samurái de origen africano Yasuke y la ninja Naoe, el juego ofrecerá dos estilos de lucha completamente distintos. Mientras que el primero está más centrado en la fuerza bruta, la kunoichi es la más ducha para el sigilo. El estudio necesitaba algo más de tiempo para pulir la experiencia al máximo.
- Aventura
- Acción
Assassin's Creed: Unity, desarrollado por Ubisoft Montreal y distribuido por Ubisoft para PlayStation 4, Xbox One y PC, es una nueva entrega de la popular saga de acción y aventura Assassin's Creed, esta vez ambientada en la París del siglo XVIII.