Avance
Impresiones de WarioWare: Move It!, el baile de posturas que te hará llorar de la risa
Jugamos durante una hora a WarioWare: Move It!, la nueva entrega de la franquicia para Nintendo Switch.
Nintendo Switch celebra un 2023 protagonizado por el regreso de muchos de sus protagonistas. The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, Pikmin 4 y el futuro Super Mario Bros. Wonder son un trío de altura, pero el cuarteto lo completa el personaje más descarado de la parrilla: Wario. El bigotudo continuaba en Get it Together! su línea de experiencias encapsuladas en microjuegos de segundos de duración, pero no ha sido hasta este año cuando aprovecha completamente las funcionalidades de la consola.
Con WarioWare: Move It!, Intelligent Systems aprovecha el sensor de movimientos incorporado en sendos Joy-Con para trasladar cada microjuego a tus gestos. Muchos de los entusiastas de la franquicia recordarán la entrega para Wii, pero lo que nos encontramos en esta edición es una versión fresca y divertida. En MeriStation hemos podido jugar 1 hora, dividida entre el modo historia y las vertientes dedicadas al party game.
Cadena de posturas
WarioWare: Move It! Utiliza una solución inteligente para evitar que los jugadores perciban errores en la detección de movimientos. Cada microjuego requiere colocar los (o el) Joy-Con en una posición concreta que acompañe al resto de tu cuerpo. El más sencillo, por ejemplo, es la postura Locomotora. Como su propio nombre indica, debes doblar tus brazos desde el codo para que sendos mandos queden mirando hacia la pantalla: como una locomotora, al fin y al cabo. En el microjuego ‘Campanillas rítmicas’, debes mover cada Joy-Con hacia delante a partir de esa postura cuando la luz se acerque a tu campanilla. Es una prueba de apenas segundos, pero suficiente para que visualices cuál es la mecánica.
Durante el modo historia pudimos acceder a dos zonas. Cada una de ellas presentaba una cadena de microjuegos que debía completarse con éxito para zafarte de una oleada de perseguidores, la excusa argumental para cumplir un objetivo global. La primera constaba de 10 pruebas que culminaban en un microjuego a modo de jefe final. Eran sencillos, ya que esta sección no pasaba de ser un mero tutorial, pero te advertía de la relevancia de preparar bien el gesto antes de que dé comienzo la prueba.
La segunda zona iba un poco más allá. De la Locomotora pasábamos a mantener los brazos hacia arriba o completar la postura del espadachín, que es juntando los dos Joy-Con en vertical como si agarraras una katana. Aquí las cosas se empezaban a poner un poco más serias, y es que se te animaba a cambiar de postura con frecuencia. Si antes te preparabas para una concreta, ahora entre prueba y prueba debías alterarla. Como era recién iniciado el modo, la exigencia era menor, pero sabemos que más adelante se aumentará la velocidad. De hecho, esta opción hace las veces de selector de dificultad cuando saltes a los modos frente a frente, localizados en el Museo.
Microjuegos desternillantes
Aunque no podemos hablar de todos los microjuegos que pasaron por nuestras manos, sí podemos reseñar algunos especialmente desternillantes. Uno de los que más carcajadas despertó en la sesión fue ‘Culógrafo’. No hace falta indicar la parte del cuerpo a utilizar. El microjuego consistía en atinar tu culo a un folio concreto que se deslizaba por una pasarela automática. La mecánica era sencilla: colocabas los Joy-Con a cada lado de la cadera y bajabas el culo cuando el folio pasaba por debajo de tu avatar. La precisión de algunos fue sorprendente: aunque no lo parezca, más de uno está entrenado en estos movimientos.
Otro de los más destacados fue ‘Muslitos Pescadores’, que en nuestro caso jugamos a dúo con un compañero. También su nombre indica la naturaleza del microjuego. Unos peces saltan por debajo de nuestras piernas en un muelle de pescadores. En vez de la caña, nuestro objetivo era atrapar los peces con nuestros muslos, es decir, cerrando las piernas en el momento en el que se encontraban bajo nosotros. Otro más que se sumó a la lista de las carcajadas. Por otro lado, ‘Exhibición de Sumo’ nos puso a imitar la postura de un luchador de sumo. Con los Joy-Con en las pantorrillas y un pelín inclinados, debías copiar tanto el amago como el movimiento completo. En este caso tuvimos ciertos problemas de detección, por eso insistimos en la relevancia de colocar muy bien tu postura y la de los Joy-Con en la mano.
Una de las sorpresas de la jornada fue el microjuego protagonizado por Super Mario Bros. 3. No esperábamos que la entrega tuviese su propia cadena de pruebas. En nuestro caso lo jugamos en pareja, lo que dividía por turnos el nivel que se podía jugar. Todos consistían en mantener a Mario levitando mientras esquivabas enemigos; otras veces, en cambio, te animaban a aterrizar en una pequeña base. Era bastante simpático. Esperamos que otros juegos de la larga historia de Nintendo formen parte de los microjuegos. Es una idea fantástica a modo de homenaje.
Calentando las caderas
Nuestro breve paso por WarioWare: Move It! Ha sido excelente. La franquicia se desprende de usar cualquier botón para que sea tu cuerpo quien marque el ritmo de los microjuegos. Intelligent Systems encuentra una solución inteligente al trasladar la ejecución al control de movimiento. Cada microjuego está asociado a una postura que debes realizar antes de comenzar. Con los Joy-Con agarrados pasas de hacer la Locomotora a agarrarlos como un Espadachín. El título ofrecerá en la versión final más de 200 microjuegos repartidos entre el modo historia, el Museo y el resto de experiencia locales y multijugador. Piensa en él como un Mario Party más rápido y ágil. No hay lugar para el descanso en esta sucesión de pruebas. El juego llegará a Nintendo Switch el próximo 3 de noviembre.
- Acción
Ponte en movimiento con WarioWare: Move It!, un videojuego de acción y minijuegos a cargo de Nintendo para Switch. Coge un par de mandos Joy-Con y úsalos con delicadeza para sacudir, dar puñetazos, bailar, menearte e incluso hacer reverencias a lo largo de más de 200 vertiginosos microjuegos (minijuegos que duran apenas unos segundos, con resultados desternillantes).