VVVVVV, Análisis

VVVVVV, Análisis

Por mucho tiempo que haya pasado, todavía resuena en nuestras cabezas las melodías de VVVVVV. Punishing Onwards, Positive Force, Potential for Anything o Pressure Cooker son algunos de los temas que de seguro más de uno tendréis añadidos en vuestra lista de favoritos de YouTube o en Spotify. Y si no los conocéis, ya tardáis en escucharlos.

A día de hoy VVVVVV sigue siendo un videojuego minoritario, poco conocido y quizás nada atractivo. Su estética retro que recuerda a software creado para los ordenadores Commodore 64 puede echar atrás a los jóvenes jugadores pero ser atractivo para los más veteranos. La mayor parte de aquellos que conocen esta pequeña joya se debe en gran medida a incluirse en el Humble Indie Bundle número 3 de 2011, donde formaba parte del paquete entre Crayon Physics Deluxe, Hammerfight o And Yet It Moves. Otros sin embargo, por haberlo visto entre el catálogo de Steam o consolas.

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Sea como sea, siete años han pasado desde que VVVVVV apareció en el mercado y, de momento, ya ha tocado plataformas como PlayStation 4, PlayStation Vita, Nintendo 3DS e incluso la consola Android Ouya. Ahora, en 2017, la obra de Terry Cavanagh llega a Nintendo Switch con una única novedad con respecto a su edición en PC, poder jugar con un amigo en cooperativo. Eso sí, llega a la híbrida de Nintendo con la última actualización recibida en el original y lleno de contenido.

Captain Viridian al rescate

Jugar a VVVVVV por primera vez es una sensación indescriptible. Es casi imposible definir por qué gusta tanto este videojuego. La excepcional banda sonora, su endiablada dificultad, su sencillo manejo, el extraordinario diseño de niveles o ese toque retro que tanto nos gusta. Son tantas y tantas las buenas cosas que tiene este título que es difícil decir qué característica es mejor de todas las que atesora en su interior. Un producto que si lo probamos con detenimiento, enamora.

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Y es que la primera vez que iniciamos el juego buscamos entre toda la retahíla de botones que incorpora el mando de Nintendo Switch para comprobar de qué es capáz Viridian, nuestro protagonista. Sin embargo, su única habilidad consiste en invertir la gravedad, nada más. Asombra entonces cómo un título que solo utiliza un botón es capaz de entretenernos tanto con una sencilla jugabilidad pero, al mismo tiempo, ser tan exigente en su manejo.

La historia nos cuenta, con poco texto, cómo el Capitán Viridian y su tripulación viajan a través del espacio hasta que un fallo en su nave obliga a los tripulantes a evacuar el vehículo espacial utilizando un teletransportador y provocando que nuestro protagonista se separe del resto del grupo. Solo ante el peligro, Viridian descubre que se halla en una dimensión alternativa y que sus compañeros están perdidos, obligando al capitán a rescatarlos e intentar descubrir qué ha ocasionado esta grieta interdimensional. Una trama que si bien no pasará a los anales de la historia, es más que suficiente para meternos en situación.

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Aunque nos encontremos en una dimensión alternativa, tanto nuestro protagonista como sus tripulantes todavía siguen en su nave espacial, un vehículo lleno de trampas mortales que hará que el periplo de Viridian no sea todo lo fácil que él esperaba. Por suerte su habilidad para tornar la gravedad hará que nada sea imposible aunque su aventura no estará exenta de muertes, muchas muertes. Y es que VVVVVV es un juego bastante difícil, de esos que son capaces de hacer que lancemos nuestro mando por el aire. Por suerte hay checkpoints repartidos por todo el mapa para que el jugador pueda retomar la pantalla nada más morir hasta que aprenda cómo superar el nivel en el que perece constantemente.

Nuestra nave está infestada de paredes con pinchos, enemigos, plataformas y toda suerte de problemas que debemos librar. Para superar cada una de sus ocho fases Viridian debe de invertir la gravedad y con ello, sortear los peligros. Su exquisito diseño de niveles requiere que el jugador domine el control del Capitán al milímetro. Un simple paso en falso y nuestro contador de muertes -bastante activo además- se alegrará de nuestras malas decisiones. Es difícil explicar la mecánica de juego más allá de lo que hemos resumido así que lo mejor para comprenderlo es observar las capturas que hemos incluido a modo de ejemplo en el análisis que solventan dudas acerca de cómo se juega. Basta con que sepáis que alterar la gravedad hará que Viridian camine por el suelo o al contrario, en el techo.

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En modos de juego no anda parco ya que ofrece diferentes formas de exprimir el título. Según vayamos avanzando en la aventura principal irán apareciendo los susodichos, a saber entre; Time Trial, No Death Mode, Intermissions y Flip Mode. El primero no necesita explicación mientras que el segundo nos reta a superar el videojuego sin morir -algo extremadamente difícil-. Intermissions añade misiones especiales y Flip Mode ofrece la aventura original en modo espejo. A todo esto hay que sumarle 18 niveles extra creados por diversos desarrolladores indies y que también están incluídos en la edición de PC. Son en si mismo juegos totalmente distintos a la propuesta inicial y de una gran duración. Para completar todo este despilfarro de extras se ha añadido en exclusiva para Nintendo Switch un modo cooperativo que, aunque divertido, no deja de ser anecdótico. Aquí ambos jugadores manejan a un personaje e intentan cada uno a su manera superar las fases. El primero que lo haga teleportará al segundo hacia la próxima pantalla. Si uno de los dos muere, será revivido en el próximo checkpoint. No tiene más.

El punto negativo lo encontramos en la poca acertada decisión de no incluir el creador de niveles que sí está disponible de forma gratuita en el original. Con esta herramienta los usuarios pueden diseñar sus propios niveles y compartirlos con la comunidad. Se desconoce el por qué han decidido no incluirlo pues en una plataforma que cuenta con una pantalla táctil donde se ha demostrado que este tipo de características funcionan de forma excepcional -como Super Mario Maker de Nintendo Wii U- le hubiera sentado genial con un repositorio donde los demás creadores puedan colgar sus obras.

Bendita década de los 80

VVVVVV es todo un homenaje a la época de los ordenadores de 8 Bits. Tan solo hay que fijarse en cómo su creador se inspiró en el legendario videojuego Jet Set Willy incluyendo el nombre de cada sala que visitamos en la parte inferior de la pantalla, el diseño de algunos enemigos o la búsqueda de objetos escondidos que desbloquean extras en el juego como modos o la banda sonora. Comparte además mecánica gravitacional con un juego de la década de los 80, Terminus de Mastertronic. La paleta de colores que emplea Terry Cavanagh en VVVVVV es otra muestra de la influencia que ha tenido en el juego ordenadores como el ZX Spectrum o el Commodore 64 y que gracias a ello nos transporta a esa maravillosa época donde las pantallas de carga duraban lo mismo que una merienda entre amigos -y que también se emula al iniciar el título en nuestra consola pero en menor tiempo-.

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Gráficamente es lo que véis en las imágenes, no tiene mucho más. No hay sombras, ni polígonos, tampoco complicados diseños en los personajes o enemigos. Es todo un oda a los 80 que enamora a primera vista y que gracias a la calidad que atesora el juego, no aburre como sí ocurre en otras propuestas. Mención especial a la banda sonora chiptune compuesta por el sueco Magnus Palsson que atesora una increíble calidad que atrapa sin remedio. Es quizás uno de los aspectos más destacados de VVVVVV además de su facilidad para mantenernos pegados a la pantalla. Se recomienda además subir el volumen tanto como podáis ya que se disfruta mucho de esta manera.