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Viewfinder

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Review

Análisis Viewfinder, imágenes que cambian el mundo

Analizamos este atractivo juego de puzles en primera persona de rompedora y original propuesta.

El auge que han experimentado los videojuegos de puzles en los últimos años es un fenómeno digno de estudio, siendo uno de los géneros que más se han beneficiado de la eclosión definitiva del desarrollo de videojuegos a cargo de pequeños estudios independientes. Braid, The Swapper o The Talos Principle, cuya segunda parte es uno de nuestros juegos más esperados para este año, fueron algunos de los títulos que mostraron las enormes posibilidades del género si se le añaden mecánicas originales y atractivas. Humanity, The Entropy Centre o Poly Bridge 3 son ejemplos recientes de la buena salud de la que goza el género.

Siguiendo con la buena racha, hace un par de semanas el estudio escocés Sad Owl Studios publicaba en Steam y Playstation 5 un título de puzles en primera persona de rompedora y original premisa, este Viewfinder que hoy analizamos, y cuya propuesta nos ha conquistado por completo. Fundiendo fotografías e imágenes con el entorno, jugando con las perspectiva y valiéndonos de varias sorpresas más, Viewfinder nos plantea algunos de los rompecabezas más frescos e impactantes que han desafiado nuestros intelectos en los últimos tiempos. Un videojuego estupendo y una de las mejores opciones dentro del género, al que solo su falta de ambición y de profundidad en su propuesta han alejado de las cotas más altas.

Una simulación contra el cambio climático

La trama de Viewfinder nos propone sumergirnos en una suerte de simulación para seguir los pasos de un equipo que estaba trabajando en una solución a una catástrofe climática que ha azotado nuestro planeta, como veremos en un breve interludio fuera de dicha simulación. Los estudios e investigaciones realizados por el equipo en la simulación son cruciales para resolver el problema, y en el corazón de la misma parece que se encuentra un dispositivo destinado a tal fin. La narrativa se desarrolla a través de notas y grabaciones repartidas por los distintos niveles, así como por las interlocuciones de un simpático minino virtual que nos acompaña en los mismos.

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La trama resulta interesante, aunque la narrativa podría estar mejor resuelta, ya que las grabaciones y notas cortan un tanto el ritmo, y en ocasiones e atropellan con el propio narrador. Le falta ese punto de genialidad que sí tienen un Portal o el mencionado The Talos Principle, pero en cualquier caso cumple su cometido, aunque siempre deja la sensación de que queda un tanto eclipsada por la original premisa jugable del título.

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Las imágenes que cambian el mundo

Como ya hemos comentado, el mayor punto fuerte del título son las originales y atractivas mecánicas que nos propone para resolver los rompecabezas. La principal de ellas es emplear una serie de imágenes, fotos y cuadros que recogemos en los distintos niveles, y superponerlas con el entorno, de manera que se funden con este. Es un sistema un tanto complejo de explicar, y difícil de entender hasta que se juega con él, pero por ejemplo si no podemos alcanzar un determinado punto del escenario, y portamos una foto de un puente, si “apuntamos” con la foto en ese punto justo y la colocamos, aparecerá ese puente, fundiéndose con el entorno, y podremos superar el obstáculo. Las imágenes se pueden rotar y colocar de varias maneras, pero debemos tener cuidado, ya que eliminan aquello con lo que se solapan. El efecto es muy impactante las primeras veces, y nos deja una experiencia muy novedosa y atractiva.

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El objetivo de cada nivel es utilizar un terminal que nos da acceso al siguiente. En ocasiones necesitamos suministrar energía al terminal, empleando diversas fuentes, e incluso se dará la situación de que el terminal está invertido o en una posición inaccesible, por lo que habrá que jugar con las mecánicas disponibles para resolver el rompecabezas que esto plantea. Precisamente, uno de los grandes logros de Viewfinder es la constante inclusión de nuevas mecánicas a la ya descrita de superposición de imágenes, consiguiendo resultar siempre sorprendente y evitando caer en el tedio o la repetición. Habrá que jugar con las perspectiva, obtendremos nuestra propia cámara de fotos para tomar las instantáneas que deseemos y emplearlas como queramos, y varias sorpresas más que es mejor ir descubriendo sobre la marcha. Es una maravilla la cantidad de ideas puestas sobre la mesa para superar los rompecabezas a los que nos enfrentamos, aunque tristemente nunca se llega a profundizar excesivamente en ninguna de ellas, y las escasa duración del título nos deja cierto regusto de potencial desaprovechado.

Por las especiales mecánicas empleadas, es fácil meter la pata y provocar situaciones insalvables, por lo que el juego nos brida la posibilidad de rebobinar el tiempo, para volver a ese punto donde provocamos un lío y poder buscar un nuevo enfoque. Los niveles deben ir resolviéndose de manera lineal, sin posibilidad de saltarnos uno o elegir entre varios, aunque en cada una de las 5 zonas también habrá una serie de desafíos opcionales de mayor dificultad. Precisamente, la escasa dificultad del título es otro de los puntos que menos nos gusta, en general es demasiado amable con el jugador, aunque también es cierto que hay varios puzles cuya resolución resulta especialmente satisfactoria. Además, la resolución de muchos de ellos resulta muy abierta, de manera que es posible resolverlos de diversas maneras.

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En definitiva, Viewfinder triunfa a la hora de plasmar mecánicas muy originales y espectaculares en pantalla para la resolución de sus atractivos rompecabezas, y sabe reinventarse constantemente añadiendo nuevas y variadas propuestas a su desarrollo. La base es magnífica y personal a rabiar, pero le ha faltado profundizar algo más en su propuesta. Una continuación más ambiciosa con este andamiaje tan bueno podría alcanzar el Olimpo del género sin ningún problema. En cualquier caso, estamos ante uno de los videojuegos más atractivos y originales del año, y un imprescindible si nos gusta el género y disfrutamos con un buen desafío a nuestro intelecto.

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Un bello mundo virtual

Gráficamente, estamos ante un título muy atractivo, más por cómo muestra lo que muestra que por lo que muestra en sí. Su recreación de esta peculiar simulación virtual emplea agradables tonos pastel para plasmar un entorno bello e inmersivo. Pero será cuando comencemos a trastocarlo con imágenes imposibles y otros recursos cuando nos deje estampas de los más espectaculares y únicas. Los efectos visuales empleados como resultado de las mecánicas tan originales del juego ofrecen imágenes impactantes que ahondan en la personalidad única del título. El rendimiento del título es magnífico, y habiendo probado la versión de Steam, esta se mantiene estable y fluída en todo momento incluso en equipos modestos.

A nivel sonoro nos encontramos con un correcto trabajo de voces en inglés, y una banda sonora cumplidora y que en pocas ocasiones adopta un papel protagonista. Todo ello engalana una propuesta especial y diferente, un videojuego que merece ser disfrutado, y una experiencia única que nos tendrá entre 4 y 7 horas pegados a nuestras pantallas afinando el intelecto. Sin duda, estamos ante un de las sorpresas más positivas de la temporada.

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Conclusión

Viewfinder es una magnífico juego de puzles en primera persona, que emplea mecánicas muy originales y personales para plantear la resolución de unos rompecabezas de lo más atractivos. El empleo de imágenes que fusionar con el entorno funciona a las mil maravillas, y resulta muy impactante en los primeros compases del juego. De manera muy inteligente, el título está constantemente añadiendo mecánicas nuevas que emplear en la solución de los puzles, lo que mantiene siempre el interés y la sorpresa. La narrativa, aunque algo mejorable, añade un punto de interés, y todo ello nos deja uno de los grandes juegos de puzles de la temporada. Solo peca de falta de ambición, lo que le impide profundizar en sus mecánicas como nos gustaría, y su duración de en torno a cuatro o seis horas nos deja un sabor un tanto agridulce por la sensación de que las soberbias y originales ideas aquí plasmadas daban para más. En cualquier caso, estamos ante un título que sorprenderá y hará disfrutar a quien se acerque a él, con una de las propuestas más frescas de las temporada.

Lo mejor

  • Rompecabezas con una propuesta única y rompedora
  • La constante introducción de nuevas mecánicas en su núcleo jugable

Lo peor

  • No profundiza en su propuesta lo deseable
  • Su duración nos deja la sensación de que daba para más
8

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.