Tales of Destiny 2 (PlayStation 2)

Estas Navidades apareció en Japón la secuela de Tales of Destiny, un RPG dotado de una gran calidad tanto a nivel visual como en jugabilidad. Viviendo la historia de Kyle y Reala, el jugador se verá envuelto en una gran belleza tanto gráfica como artística, que entusiasmará a los amantes de las 2D.

Ampliar

Por alguna inexplicable razón, los usuarios europeos nunca han podido disfrutar de un "Tales of..." a menos que se recurriera a la importación. Siguiendo la tradición de que cada gran compañía japonesa tiene al menos una saga de RPG (tal y como sucede con Capcom y Breath of Fire, o Konami y Suikoden), Namco tiene la suya propia, conocida como "Tales of...", esta saga tiene diferentes ramificaciones, algunas inconexas entre otras. Aparte de "Tales of Destiny", se pueden encontrar "Tales of Eternia", "Tales of Phantasia" o "Tales of the World".

Pero ahora mismo la que interesa es Tales of Destiny, y en concreto esta, su segunda parte, que sigue la línea argumental de la primera. Han pasado 17 años desde los acontecimientos vividos por los anteriores protagonistas, Stahn y Rutee, que ahora viven felizmente casados y con un hijo, de nombre Kyle, que es el protagonista de esta historia junto a Reala.

Kyle ha heredado la sangre aventurera de sus padres, y su mayor ambición es la de convertirse en un verdadero héroe y ver mundo. En este punto es cuando los aficionados a los RPGs de tramas complejas tipo Xenogears, Xenosaga o Shin Megami Tensei se echan las manos a la cabeza ante otro RPG "niño que quiere convertirse en héroe", característicos por historias ñoñas sobre el amor, la amistad y el compañerismo de sus protagonistas. Bueno ¿y que esperabais? esto es un "Tales of..." y estos suelen llevar esta cabecera como punto de partida.

De todos modos, Tales of Destiny 2 difiere bastante de este arquetipo, saliéndose del camino marcado por su predecesor. Todo gracias a un argumento que se hace progresivamente más complejo e incluso teológico, no hasta el punto de libro de filosofía avanzado que exhibe Monolith (creadores de Xenosaga y Xenogears), pero sí de modo que los que busquen algo más que combates y aventuras se puedan sentir satisfechos.

Todo este argumento se abre paso a través de un dialogo realmente largo (que hace de este juego un título nada recomendable para importadores a menos que se tenga un buen conocimiento de japonés, o se tenga mucha paciencia y material de referencia para traducir), en donde además son muy comunes los textos optativos con varias opciones que llevarán a resultados distintos según las respuestas. Usando Select se podrán escuchar los textos de viva voz, lo que es todo un lujo para aquellos que piensen que las voces en los personajes siempre ayudan a meterse más en la historia (y que sea opcional también es un lujo para los que gusten imaginarse como deberían sonar las voces de los personajes).

El aspecto gráfico de Tales of Destiny 2 es encantador. A pesar de que los polígonos ya están consiguiendo mostrar paisajes realmente hermosos (FF X o Star Ocean 3 son buena muestra de ello), para un jugador de vieja escuela como este redactor, los sprites y el dibujo a mano siguen teniendo un encanto especial que todavía tiene que ver en un juego poligonal. Desde los personajes hasta los paisajes está todo hecho a base de sprites, haciendo gala de una enorme atención por el detalle, tal y como se puede comprobar en los pueblos, bosques y cuevas que salpican este título.

La capacidad de proceso de PS2 permite reproducir docenas y docenas de animaciones que dan vida a los diferentes parajes, lo que se ve acentuado por diferentes efectos gráficos bien hechos como puede ser la iluminación. El diseño artístico de personajes, protagonista, secundarios y criaturas es muy alto también, lo que corona un juego que tiene en sus gráficos el encanto que puede tener un bello mosaico hecho a mano, o una artesanal vidriera de color.

Por supuesto, el sello característico de todo "Tales of..." está también presente en Tales of Destiny 2: un enorme (se podría decir desmesurado) protagonismo en los combates, en el que como era de esperar, el protagonista es el particular sistema de Namco: el TTLMBS (Trust and Tactical Linear Motion Battle System), un original sistema de combate, sello característico de la saga y que poco tiene que ver con los sistemas de combate por aquí conocidos estilo FF.

En el TTLMBS, tanto los miembros de tu grupo como los enemigos aparecen en 2D en un campo de batalla completamente lineal. Con los controles se maneja totalmente a uno de los personajes, pudiendo hacer que avance, retroceda, golpee, utilice magias, objetos, combos (sí, como si fuera un Street Fighter) y demás, todo esto en completo tiempo real, aquí no hay turnos que valgan. Los demás miembros del grupo se manejan solos, pero se le pueden dar ordenes o instrucciones para que actúen en consonancia con tus deseos, en lo que también entra en juego los diferentes objetos con los que los personajes pueden ir equipados.

El numero de combates es enorme hasta el aburrimiento, si se piensa que los parones de FF son pesados es que no ha jugado a un "Tales of..." puede que esta sea una de las principales causas por el que solo se han atrevido a sacar la saga en USA fuera de Japón, y no a Europa. Es una pena, porque el sistema de combate es realmente muy bueno, muy dinámico pero a la vez estratégico, uno se puede dedicar a bloquear ataques rivales mientras que se pide a un compañero que recargue para un golpe de especial potencia, o pedir que se te cubra mientras conjuras un hechizo poderoso, todo bajo el frenetismo de que no hay turnos y el enemigo no para de atacar. Para facilitar las cosas, se ha incorporado una opción de combate automático para aquellos a los que le de pereza librar tantos combates.

Como es de esperar para una producción como esta, Namco ha destinado muchos esfuerzos a cosas como las voces de los personajes y a la calidad del anime. ToD 2 utiliza bastante vídeos anime para explicar situaciones y narrar la historia, lo que complementa perfectamente el estilo gráfico general del juego. Por supuesto, el audio tampoco se iba a dejar atrás, y los temas compuestos son de la calidad habitual en un título de estas características, es decir, muy alto.

Sin duda, Tales of Destiny 2 es un RPG de una calidad muy alta, que no innova demasiado con respecto a anteriores entregas de la saga, pero no defraudará a cualquiera que desee encontrar un buen exponente del género. Lamentablemente, las posibilidades de que llegue a Europa son escasas por el momento, por no decir nulas, ya que nunca antes ha salido un RPG de Namco por estos lares, así que, como siempre habrá que o bien importar, si se puede y con los consiguientes problemas con el idioma (hasta el momento no hay anuncio de una versión en inglés), o quedarse con las ganas como tantas veces.