Conviértete en espía..

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SpyToy es uno de los nuevos títulos para PlayStation 2 de London Studio. Como ya indica su nombre es un juego más dentro de la serie Eye Toy, pero esta vez cambiando el planteamiento visto en juegos como Eye Toy: Play 1 y 2. No hay que tener muchas luces, para adivinar hacía que rumbo tomará el juego. Eso mismo, un juego de... ¿espionaje?

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SpyToy ofrece dos diferentes modos, un modo de misiones en el que iremos realizando diversos minijuegos para ir avanzando en el modo historia y un modo de seguridad con diferentes opciones para convertir nuestra PlayStation 2 en un sistema de vigilancia. Hablaremos de cada uno en profundidad más adelante.

En un primer contacto con SpyToy, y como suele pasar con todos los juegos, tenemos un grado alto de expectación, más si ofrece alguna novedad nunca antes vista en la plataforma donde jugamos. En este caso, era el reconocimiento facial el que ofrecía cierto interés por el  título, resultando finalmente ser una pequeña decepción. Cuando inicias por primera vez el modo de misiones debes identificarte ante la cámara, en la primera partida te tomará tus datos faciales para futuras identificaciones y una clave de botones para hacer lo mismo si el procedimiento anterior falla. Pues bien, todas las veces que se ha probado, con la habitación lo más iluminada posible y la misma cara (no hay presupuesto para cambiarla) se ha tenido que usar la forma de clave manual para acceder a la partida, pues el reconocimiento facial fallaba todas las veces.

De misión en misión

Como ya comentábamos, uno de los modos de juego será el modo historia. Empezaremos como un recluta en una agencia de inteligencia y deberemos escalar puestos realizando variadas misiones. Las primeras misiones son un pequeño acercamiento al juego, enseñándonos los controles básicos, pero que misión tras misión irán aumentando en dificultad. Cada una de las misiones están previamente explicadas en perfecto castellano, con lo que no tendremos problema a la hora de entender lo que tenemos que hacer.

Sistema de seguridad

¿Alguna vez has querido saber si tu hermano te ojea tus comics sin permiso? ¿Si te han cogido prestado un poquillo de dinero o mismamente te han cogido tu PSP? Es el momento de pillar in fraganti a estas personas, podremos grabarles en video o tomar fotos como evidencia de los hechos e incluso imprimirlas si tenemos una impresora conectada a la PlayStation 2. Podemos grabar mensajes de audio si queremos que se reproduzcan cuando alguien entre, o dejar todo en silencio mientras el sistema va capturando instantáneas poco a poco.

Por otra parte podremos colocar puntos sensibles dentro del ángulo de visión del Eye Toy. Al ligero movimiento en ese lugar hará saltar la alarma y capturar imágenes de la habitación como prueba para delatar a quien entrara. Este modo es curioso, pero personalmente dudo que la gente lo use a menudo, si acaso un par de veces como novedad. Pero por supuesto, no está de más el incluirlo.

Gráficos

Como es habitual en la serie Eye Toy nosotros mismos seremos los protagonistas del juego. La habitación hará las veces de fondo mientras que se colocan una serie de objetos por la pantalla. Algunas misiones nos veremos en la totalidad de la pantalla, mientras que en otras misiones como las de paracaídas nuestra imagen estará en una pequeña porción de la misma.

Sonido

El mismo efecto que el apartado anterior, se deja notar en muy diferentes efectos de sonido, pero no es uno de los factores que hace destacar el juego. Las voces y textos están totalmente localizados al castellano y cumplen de sobra su función. La verdad, que en este aspecto no hay mucho que contar.

Jugabilidad

Describir la jugabilidad de Spy Toy es hacerlo para cualquiera de los otros títulos de la serie, al menos en cuanto al concepto de tipo de minijuegos se refiere. El modo historia de SpyToy no dejan de ser minijuegos que bien podían haber entrado perfectamente en el próximo Eye Toy: Play 3. En algunas ocasiones acabaremos de los nervios intentando concluir alguna misión, pero el método fallo -> acierto es efectivo, al menos siempre que tengamos una mínima paciencia mientras le cogemos el truco.