Combates sónicos.

Puede que no sea la primera vez que Sonic se lia a mamporros en un videojuego, pero eso no evita que el erizo de Sega salga airoso de la contienda. Sonic Battle es un juego de lucha tridimensional, con una jugabilidad excelente, que triunfa a base de coger lo mejor de otros títulos del género.

Que Sonic ha hecho de todo es algo que no se le escapa a nadie. Desde Pinballs hasta juegos de carreras, cualquier excusa ha sido siempre bienvenida para escaparse brevemente del siempre usado género de plataformas.

Y el hecho de que Sonic aparezca en Game Boy no es nada nuevo. Sus dos entregas de Sonic Advance y la de Sonic Pinball son un excelente comienzo, pero esta vez el erizo de Sega quiere probar con algo nuevo, o al menos, no tan habitual para él.

La idea fue buena, y desde luego fresca, pero no acabó de cuajar. Mejor suerte ha tenido la saga de Nintendo "Super Smash Bros", que sí ha conseguido una impresionante acogida por parte del público y de la prensa especializada. Y si Nintendo puede, su eterna rival Sega no va a quedarse atrás.

La idea de este Sonic Battle, es combatir en un escenario cerrado, completamente tridimensional, como si de un arcade de lucha se tratase. Las diferencias son 2: pueden participar hasta 4 personajes simultáneamente y pueden moverse libremente por cualquier zona del escenario.

Sin embargo la salsa de Emerl es jugar con él, manejándolo. Emerl es totalmente configurable, pudiendo definir sus estilos de ataque, y ajustándolos a nuestras preferencias. Esto en el juego está muy bien, pero donde más divertido resulta es cuando dos o más amigos se enfrentan con sus Emerl configurados. Ahí es donde está la diversión.

Entre las estadísticas disponibles está el tiempo de juego, número de KO normales y especiales, cuantas veces se ha jugado a cada modo, que personajes son los más jugados, y los que menos… pero hay más, y lo reflejan prácticamente todo.

Los personajes, al contrario que los escenarios, están modelados en 2D, lo que tiene un lado positivo y otro negativo. El positivo es el gran diseño de todos y cada uno de ellos. Todos lucen especialmente bien, y tienen un aspecto manga muy trabajado.

El lado negativo es la animación. Como siempre que se usan personajes en 2D, o se incluyen muchos cuadros de movimiento para cada acción, o ésta no queda del todo bien. Este último caso es lo que ha ocurrido. La animación, aunque rápida y bastante suave, no acaba de convencer del todo.

Por otro lado, la cámara no para de girar alrededor de los combatientes, en un intento de hacer la lucha más espectacular. Ciertamente lo consigue, pero a costa de que ese aspecto 2D de los personajes cante mucho más sobre los decorados 3D.

Salvando estos defectos no demasiado importantes, el juego luce bastante bien, y pasa el aprobado con nota. Los decorados, aunque en la práctica son similares entre sí, ofrecen aspectos muy variados, con muchos coloridos diferentes. Las secuencias intermedias del modo historia también están muy bien, y los textos, por supuesto, están en castellano.

El apartado musical no es de lo mejor que haya sonado en GBA, pero sin duda cumple sobradamente con su cometido. Melodías muy alegres y muy cañeras que intentan sobre todo aumentar la tensión de los combates. Lo consiguen fácilmente, pero a partir de ahí no aportan nada más.

Los efectos de sonido destacan sobre todo por las voces que han sido cogidas de otros juegos de Sonic para consolas de sobremesa. Sin duda dan un toque de personalidad al juego. El resto de los efectos de sonido son los que suenan siempre en este tipo de juegos. Golpes, más golpes y más golpes… simples, pero variados.

Sonic Battle es un juego ante todo muy simple de jugar. Eso no quiere decir que no tenga secretos o complicaciones, pero de entrada cualquiera puede ponerse a los mandos y ganar la primera partida. Luego las cosas se van complicado, pero el control no ofrece complicaciones para los jugadores.

Al ser un juego tridimensional, el personaje que controlamos se desplaza en cualquiera de las 4 direcciones (y sus diagonales) con la cruceta. En principio hay un botón para el ataque principal y otro para el secundario, otro más para el salto, y otro para cubrirse.

En el caso de Sonic, para poner un ejemplo, el ataque principal es un puñetazo. Si se pulsa repetidamente se puede hacer un combo de 4 golpes que resulta demoledor. El ataque secundario consiste en convertirse en bola y lanzar un único ataque devastador hacia delante o hacia arriba.

Si se salta, y se usa el ataque principal, Sonic dará una patada en el aire, y con el secundario se convertirá en bola y caerá sobre el enemigo, de una manera similar a los juegos de plataformas del erizo azul.

Sin embargo, siempre hay un pero, y este caso no es una excepción. A la sencillez en el manejo se suman ciertos problemas en el control, pero que tampoco son demasiado graves. En primer lugar está el hecho de que al combatir contra más de un rival a la vez, la cámara no siempre se sitúa en la mejor posición, lo que dificulta encarar al rival que deseamos.

Esto hace que golpear al enemigo que queremos no sea una tarea fácil, aunque no es algo que pase continuamente. También pasa a veces que el personaje que estamos manejando quede colocado detrás de un obstáculo del escenario y perdamos el contacto visual, dificultando la acción hasta que éste es recuperado.

De todos modos, la mayoría de las veces es sencillo desarrollar los combates, y los personajes y la historia lo hacen  más profundo; a la vez que los combos lo hacen más divertido.

El modo multijugador está bien resuelto, y con 3 amigos es donde realmente se le saca partido al cartucho (a los 4 cartuchos, pues hace falta uno por cada jugador). Los minijuegos, aunque no son nada del otro mundo, cumplen su función que no es otra que aportar algo de variedad en la jugabilidad.

Puede que Sonic Battle no sea el juego de lucha definitivo, pero desde luego tiene muy buenas intenciones, que apenas se ven empañadas por algunos defectos técnicos y jugables. Por lo demás, es un título muy entretenido, y más aún si es jugado con amigos.

Si a eso le sumamos el hecho de que en GBA el género de lucha brilla por su ausencia, no cabe duda de que éste es el juego de lucha que todos los combatientes deben tener para su portátil. Además, Sonic y su pandilla no dejan de ser un aliciente  para los seguidores de las aventuras del erizo de Sega.

 l o    p  e o r