Professor Layton and the Curious Village, Impresiones
Aventuras gráficas y puzles, dos conceptos que han ido de la mano a lo largo de la historia de los videojuegos y que no atraviesan sus mejores tiempos. El lanzamiento en USA de Professor Layton and the Curious Village sigue la estela de Touch Detective y Hotel Dusk en la búsqueda de restauración para el género.
Aventuras gráficas y puzles, dos conceptos que han ido de la mano a lo largo de la historia de los videojuegos y que por desgracia en la actualidad se encuentra de capa caída. Professor Layton and the Curious Village sigue la estela de Touch Detective y Hotel Dusk, y a su salida en Estados Unidos ha sabido demostrar el por qué de su recién adquirida popularidad. Nosotros somos testigos de ello
Las tendencias dentro del mundo de los videojuegos son una constante tan habitual como en la moda o en el cine, si hace años hablábamos de Monkey Island y de El día del Tentáculo en los tiempos que corren son los shooters los que acaparan gran parte de la atención de prensa y del mercado casual. No hay ningún culpable en concreto, acaso la enorme dificultad que supone para el bolsillo recrear un escenario a priori tan sencillo como el de Runaway en consolas next-gen; los gustos de cada generación varían en torno a múltiples factores, pero es un hecho que la espectacularidad gráfica es hoy más que nunca un pilar sobre el que se sustentan al menos el 70% de los videojuegos que atestan el mercado.
Por esta razón NDS se ha convertido casi sin quererlo en el principal baluarte de ciertas compañías que generalmente abogan por la originalidad a cualquier precio. No hace falta retroceder mucho en el tiempo para recordar ejemplos como el de Hotel Dusk o el mismísimo Exit DS del que os hablábamos hace unas semanas y en el que podíamos apreciar la tendencia de la portátil de Nintendo a satisfacer ideas poco comunes. A día de hoy existe una ristra de juegos en cola que en apariencia están basados en un sistema de juego muy parecido al de Professor Layton, del que por cierto ya se ha anunciado una trilogía basada en este característico personaje. Este cartucho que hoy tenemos entre manos es uno de los más esperados y valorados por el público hard' de la consola, unas expectativas que se han visto cumplidas en nuestro primer contacto con la aventura.
Una aldea muy curiosa
El telón se abre precedido por una presentación de gran factura en el que se dejan ver algunas de las constantes del cartucho, la presentación de los dos protagonistas de la aventura y de la premisa sobre la que gira en torno el argumento. El Profesor Layton, amén de prestar su nombre para dar lugar al título del juego, es un reputado gentleman' famoso por su habilidad para resolver puzles y situaciones que obliguen a emplear el ingenio. Junto a él su inseparable aprendiz, Luke, un joven muchacho dispuesto a continuar los pasos del profesor quien también goza de una habilidad fuera de toda duda para resolver acertijos.
Ambos se dirigen hacia St. Mystere, un pueblo situado aparentemente en Gran Bretaña -tanto por decoración como por los acentos que descubrimos en los esporádicos diálogos doblados- a raíz de una extraña llamada proveniente de una dama adinerada que posee un temperamento inconstante e impredecible.
La tarea, reconoce el propio Luke, es algo absurda dado el enorme calibre de su maestro, al tiempo que éste admite que se trata de un caso extraño. Level Five acierta al relatar los primeros compases de la aventura mediante un motor gráfico basado en dibujos animados de origen europeo, haciendo buen uso de la doble pantalla de NDS. La acción se desarrolla principalmente en la pantalla táctil mientras que la superior amplia los detalles del escenario en el que nos encontremos, nada extraño si tenemos en cuenta que casi la totalidad del juego consiste en acciones breves que encomendar a los protagonistas y en la resolución de puzles.
Puzles, puzles por todas partes
Professor Layton cuenta con una marcada presencia del clásico sistema point-and-click', la búsqueda de objetos y otros accesorios a lo largo y ancha de un escenario recreado por medio de imágenes estáticas en las que podemos interactuar prácticamente con todos los objetos que vemos en pantalla. En este sentido se podría considerar el cartucho como una aventura gráfica con todas las de ley, y sin embargo no estaríamos diciendo una verdad absoluta. Los puzles son los auténticos protagonistas de la aventura, introducidos cada escasos cinco minutos y de muy diversa índole. Los acertijos son introducidos en conversaciones, para resolver problemas esporádicos o simplemente al marcar con el stylus algún objeto particular que haga recordar a Layton algún viejo acertijo que proponerle a su aprendiz.
No existe una concordancia real entre el número de puzles, que ronda los 130, y las situaciones en las que nos vemos involucrados, por lo que hay que ver el juego desde una perspectiva muy distinta a la que inicialmente podríamos tener entendiéndolo únicamente como una aventura gráfica. Es más, la importancia de estos dos conceptos es básicamente una forma de explicar la complejidad de los propios puzles, algunos más sencillos que otros pero todos exigen tomarnos un tiempo para hallar su solución. Dispondremos de ayuda, pistas que nos ayudarán a no encasillarnos y limitadas gracias al pago de monedas de oro, ocultas por el escenario dentro de barriles, cuadros, etc.
Un pueblo por descubrir
St. Mystere es en efecto una aldea muy peculiar en la que todos sus habitantes gustan por poner a prueba a los forasteros mediante acertijos y puzles, pero también se enfrentan ante problemas de trascendencia. La dama adinerada, Lady Dahlia, es el foco de atención del argumento, y es en torno a ella donde producen las situaciones que marcan el transcurso de la historia. El cartucho ofrece, sin embargo, distintos alicientes a la historia que ha escenificado Level Five, que van desde la obtención de pequeños artilugios electrónicos para crear nuevos objetos, trozos de un cuadro que esconde un tesoro oculto -cuyas piezas tendremos no sólo que buscar, sino que rotar y unir adecuadamente, sin nada de ayuda-, e incluso la posibilidad de organizar nuestro pequeño cuarto a nuestro antojo, con el fin de conseguir contentar al profesor y a su alumno.
La vida útil de Professor Layton and the Curious Village está llamada a durar cerca de las 20 horas de juego, contando las posibilidades WiFi gracias a las que Level Five pone a nuestra mano nuevos puzles y más acertijos para resolver. Contamos con varias oportunidades para solucionarlos, en pos de perder picarats, puntos de prestigio que irán descendiendo según metamos la pata en la respuesta otorgada. Por si acaso alguno se nos atraganta contamos con un cuarto habilitado a la recopilación de puzles que no hayamos descubierto con el fin de poder terminar el juego al 100%, aunque ya hemos comentado que algunos acertijos son francamente difíciles de solucionar.
Salvando los puzles y los momentos de exploración, en Prof. Layton priman los diálogos; un cómic virtual en el que el número de conversaciones se ha limitado mucho para evitar problemas comunes en el género, léase el caso de Phoenix Wright. Lo mismo sucede con el apartado sonoro, que consta de algunas voces en las escenas de vídeo y poco más durante el resto de la aventura. El cartucho en sí no ofrece mucho más de lo ya comentado, tal es el peso de los puzles durante el desarrollo del mismo. Su divertida historia y aspecto gráfico hacen muy ameno el duro trago que hay que pasar para resolver algunos acertijos, la cantidad de tiempo que desperdiciaremos tratando de hallar la solución a ese puzle que se nos atraganta desde hace semanas. Professor Layton es en resumidas cuentas un juego simple, fascinante y tan asequible para el día a día como cualquier Brain Training que haya visto la luz en DS. Os aseguramos que vencer algunos de los retos del cartucho despertará nuestra mente ipso facto.
Profesor Layton y la Villa Misteriosa
- Puzle
- Aventura gráfica
Nueva aventuras gráfica de Level Five en el que tendremos que combinar la exploración con la resolución de numeros y complicados puzles y acertijos.