The Precursors
FPS, rol, aventura, simulador espacial... puede que los creadores de Boiling Point no sean el estudio que realiza los títulos más depurados, pero su lunática ambición es toda una satisfacción para los que busquen juegos que se salen del tópico.
FPS, rol, aventura, simulador espacial... puede que los creadores de Boiling Point no sean el estudio que realiza los títulos más depurados, pero su lunática ambición es toda una satisfacción para los que busquen juegos que se salen del tópico.
Ambición es una palabra demasiado usada a la ligera en el mundo de los videojuegos. Muchos estudios afirman tener "ambición" a la hora de realizar sus proyectos y también muchos son los que a la larga acaban con productos derivativos, fruto precisamente de esa falta de ambición de la que presumían. Y es que en realidad muy pocos estudios se pueden permitir ser ambiciosos, ese espíritu suele tener resultados contraproducentes como pueden dar fe figuras de reconocido prestigio como Peter Molyneux -cuya genuina ambición es vista por muchos como pretensión y falsas promesas- o estudios que comienzan a andar -los ucranianos de GDC, atrapados en un desarrollo interminable con S.T.A.L.K.E.R fruto de su tremenda ambición y cantidad de ideas-.
El ejemplo de GDC no es gratuito en el contexto de este avance, ya la compañía responsable de The Precursors, Deep Shadows, está también afincada en Ucrania y comparte con sus compatriotas un quijotesco sentido del desarrollo de videojuegos. Sólo hace falta ver su último juego: Boiling Point, una colosal aventura con elementos de rol, aventura, conducción de vehículos y combate en primera persona repartido por un vasto escenario compuesto de islas caribeñas; desde combatir bandas de narcotraficantes a colgarse de la aleta de un tiburón, Boiling Point dejaba en la cuneta a GTA y a todos sus clónicos a la hora de ofrecer una verdadera "caja de arena". Todo eso con un ridículo número de componentes en el estudio: 13, lo que derivó en innumerables problemas técnicos y bugs que abarcaban toda la gama desde divertidos a arruinar la partida.
Desde entonces el estudio ha crecido en tamaño pero no ha cambiado sus ideales de perseguir juegos totales, que sean más allá de una experiencia centrada en un tipo de mecánica concreta. The Precursors es buena prueba de ello, un título que se reparte por un vasto escenario compuesto de centenares de planetas, cada uno con formas propias de vida y paisajes propios, además de viaje espacial con la posibilidad de combatir en el espacio -curioso que un título modesto como este ofrezca semejante opción cuando un título con mucho más presupuesto como Mass Effect se limita a ofrecer un menú de destinos-. Dentro de ese escenario será posible combatir, tanto a pie como a bordo de diferentes vehículos, interaccionar con NPCs, conseguir experiencia y armas o cumplir misiones en un ambiente libre de linealidad. Es una mezcla entre Halo, Mass Effect, Deus Ex al que se le suma simulador espacial y un gigantesco escenario.
No se conoce con detalles el argumento del juego, pero retrata a una humanidad que ya es capaz de viajar por el espacio exterior y descubrir las riquezas que esconde, así como los peligros. Conociendo el anterior trabajo de Deep Shadows, es posible que la linea argumental sea muy tenue y mucha información de contexto venga proporcionada por la exploración de los mundos -algunos estarán habitados y otros pueden tener ruinas de gran valor informativo y económico.
El arrojo con el que los responsables de este proyecto se han lanzado con The Precursos es ciertamente encomiable. En las demostraciones que se han podido ver hasta ahora se han visto diferentes vehículos como helicópteros, mechs o jeeps, cada uno con un sistema de movimiento propio sometido a la simulación física de la que hace gala el motor del juego. No contento con la variedad y cantidad de nuevas ideas que ofrece, también es un título que quiere ofrecer una amplia colección de armas únicas. Algunas serán armas convencionales, como cañones de energía y cosas por el estilo, mientras que otras serán orgánicas y usarán pequeños insectos y contenido orgánico para alimentarse y así obtener "munición". Sus efectos tampoco están limitados a aniquilar enemigos, ya que se ha podido ver armas que sirven para miniaturizar al objetivo, haciendo posible pisarle.
Aspectos como el desarrollo de habilidades concretas, la mejora de estadística y la influencia entre varias facciones importantes en la galaxia proporciona otra faceta más a The Precursos. Este no va a ser un juego de acción al uso, por lo que detalles como la diplomacia o el correcto desarrollo de atributos específicos está a la orden del día, permitiendo que sea el propio jugador el que determine sus fortalezas para conseguir imponer su estilo de juego. Una amplia gama de misiones en toda la galaxia garantiza que siempre haya objetivos a la vista y el tamaño de la misma, así como la variedad prometida en la recreación de los planetas podría llevar a un juego con una enorme capacidad de entretenimiento.
Técnicamente también se permite lujos como la mencionada recreación física o ciertas técnicas que permiten que el juego luzca bastante bien en general; posiblemente su animación no será tremendamente pulida ni contará con detalles técnicos particularmente complicados como convincentes expresiones faciales, pero en contrapartida sí parece que contará con un escenario muy variado, en el que se podrán encontrar núcleos de población, desiertos, bosques, ruinas y muchos otros tipos de paisajes en los que moverse.
Hubo un tiempo en el que tratar de romper el molde era algo mucho más común de ver que ahora, momento en el que los intereses comerciales y la gran competitividad en el mercado hacen particularmente difícil que los estudios puedan encontrar financiación para esta clase de proyectos que tratan de romper moldes. Ahora esa actitud experimental ha pasado a los nuevos estudios en formación en países como Ucrania, que constituyen ahora mismo la vanguardia a la hora de ofrecer apuestas de juego totales. El mayor enemigo de Deep Shadows estará en los bugs y en el acabado del juego en general, aspectos que arruinaron en gran parte un juego tan interesante como Boiling Point. Si consiguen mantenerlo todo en un mínimo aceptable de estabilidad, The Precursor puede ofrecer algo realmente apasionante, uno de esos títulos en los que uno puede perderse días enteros explorando posibilidades: sólo por ese potencial, ya merece la pena desear que el éxito del proyecto esté a la altura de su ambición.
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