PES 2017, Impresiones: En línea ascentente

Las licencias no sólo sirven para atraer la atención de los usuarios y usar contenido específico en un videojuego. En ocasiones, ser socio de una marca concreta proporciona ventajas que van más allá de lo comercial y entran en el terreno del privilegio, como el de ser parte de una gran fiesta como es la final de la Liga de Campeones en Milán. En ese marco repleto de energía e ilusión, con los ojos de buena parte del mundo sobre la ciudad italiana, Konami celebró su presentación oficial de Pro Evolution Soccer 2017, con la primera demostración jugable del mismo y sus declaración de intenciones de cara a esta nueva entrega.

Los títulos deportivos anuales están en un curioso espacio dentro dentro del videojuego. Encadenados al juego al que intentan emular y a un ciclo anual inalterable, tienen que saber cómo reinventarse y vender ilusión año tras año. Todas las temporadas hay “potentes” novedades y “revolucionarios” sistemas, y siempre algunos viejos favoritos: “inteligencia artificial”, “físicas”, “animaciones”. Hay que vender la ilusión de una eterna carrera hacia el realismo y en pos de esa chispa especial que conforma las épicas y tragedias del deporte, ese punto de incertidumbre que separa al ganador del perdedor y que no siempre es fácil de reproducir en el videojuego.

Pero en ocasiones, en este eterno ciclo se producen cambios significativos derivados de las circunstancias de tener que adaptarse a máquinas más potentes. Esos son los momentos en los que los viejos motores son adaptados o directamente sustituidos, y comienza otra etapa, una verdadera etapa de cambio que está por encima de los ciclos anuales y que pueden desestabilizar los equilibrios de poder, definiendo el futuro de sagas legendarias. Pro Evolution Soccer atravesó uno de esos cambios de ciclo auténtico hace no mucho, adoptando el Fox Engine soñado por Kojima Productions como el motor a utilizar con el juego de fútbol. No sabemos si Hideo Kojima tenía planeado que estas herramientas fueran utilizadas para PES, pero esas fueron las herramientas con las que el estudio tuvo que lidiar y los comienzos no fueron nada fáciles.

Sin embargo, todo terminó de encajar con la edición 2016 y la saga se instauró definitivamente en una corriente positiva después de años de claro dominio FIFA. El equipo se sintió más cómodo con el motor, al que sacó buen partido en cuanto a gráficos y animaciones, creando un título de fútbol ágil, rápido y ante todo, muy divertido, que cosechó grandes puntuaciones, algo que era motivo de orgullo en la introducción de la nueva entrega de la saga. Pero una vez establecido eso, nuestro anfitrión, Adam Bhatti (manager general de la marca PES) se fue directamente a atacar los puntos en los que consideraban que habían fallado. Específicamente, el primer y principal “mea culpa” fue el tema de las actualizaciones y cambios de plantillas, un tema de fricción con la comunidad debido a la falta de ellas y algo que están dispuestos a solucionar. Para solucionarlo, PES 2017 tendrá actualizaciones semanales, tanto en offline como en online, para asegurar que el título está en sintonía con la actualidad futbolística.

A continuación llegarían la parte de las mejoras en diferentes áreas. Una de ellas concierne a uno de los puntos más criticados de PES 2016: los porteros. La promesa, es que con la edición 2017 tendrán reacciones más realistas y tomarán mejores decisiones, o al menos decisiones que tengan más sentido en pantalla, especialmente ante ciertas circunstancias. En la práctica, una vez que empezamos a jugar, lo que realmente queríamos saber es si mantenían esa extrema debilidad ante tiros dentro del área y especialmente en situaciones de uno contra uno. Podemos decir que, efectivamente, su comportamiento parece haber mejorado en gran medida, siendo testigos de varias situaciones en donde los porteros salvaron milagrosamente escenarios de mano a mano, tocando el balón lo justo para evitar la portería.

Entre la lista de mejoras prometidas en PES 2017 está también una mejor Inteligencia Artificial, con la promesa específica de que será más adaptable y aprenderá de nuestra forma de jugar para poner contramedidas a nuestro juego, potenciando la defensa de las bandas si observa que las usamos mucho, o planteando diferentes tácticas que sean una buena contramedida a nuestro estilo. Mientras, por nuestra parte, tendremos más control sobre el posicionamiento y comportamiento de los jugadores, pudiendo usar el D-pad para asignar tácticas avanzadas y cambiarlas sobre la marcha en un partidos, tales como abrirse al máximo a las bandas. Es incluso posible fijar una ofensiva total, en la que el portero subirá al ataque para ver si puede cazar un gol a la desesperada.

Pasamos varias horas con una versión temprana y limitada del juego, y podemos decir que las sensaciones son muy positivas. La forma en la que se mueve el balón en los pases resulta muy convincente gracias a la mejoras físicas, y su comportamiento en tiros resulta realista, con algunas situaciones en el que un tiro ligeramente desviado por nuestra defensa se colaba inesperadamente en la portería al despistar al portero de la trayectoria original. Visualmente también resultaba muy convincente, especialmente las animaciones corporales de los jugadores y sus caras -no así los pelos, algo que no parece ser el fuerte del Fox Engine en todo caso-.

Aparte de disfrutar de lo intuitivo y divertido del juego base, pudimos probar algunas de las opciones avanzadas que ofrece PES 2017. Ya hemos hablado de los niveles ofensivos y defensivos, que podemos cambiar en tiempo real usando los botones superiores. También pudimos desplegar diferentes estrategias avanzadas en los corners con el d-pad, y dar instrucciones tácticas avanzadas basadas en estilo de juego reales tales como Tiki-Taka, para mantener a toda costa la posesión del balón (y hacer sentir orgulloso a Pep Guardiola).

Luego estaba el sistema de Real Touch, por el que podemos controlar la reacción de un jugador antes de recibir el balón de un pase. Pulsando el stick, podemos hacer que el jugador se mueva antes de tocar nada, pudiendo burlar al defensor simplemente dejando la bola pasar y avanzando en una dirección determinada. Una variación de esto, nos permite tocar inmediatamente el balón en una dirección opuesta a la de nuestro rival, superándolo con un rápido movimiento para dejarlo clavado en el sitio. Este sistema debería permitir aumentar la fluidez del juego y favorecerá a los artistas del pad capaces de realizar las jugadas individuales más elaboradas.