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Opoona

Opoona

  • PlataformaWii6
  • GéneroRPG, Acción
  • DesarrolladorKoei
  • Lanzamiento28/08/2008
  • TextoEspañol

Color y sencillez esféricas

Vistoso y colorido, el mundo de Landroll se abre ante nosotros cargado de trabajos y retos que pondrán a prueba a los más pequeños de la casa que quieran aventurarse en el género del RPG japonés de corte absolutamente tradicional. Un viaje a través de la vida visto desde la calva de un ingenioso personaje.

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Llevábamos mucho tiempo atentos a lo que Koei mostraba sobre Opoona. Nuevos vídeos, avances, demos y hasta la versión final americana, aparecida hace algunos meses. Y justo ahí llegó la decepción: Opoona prometía y mucho, iba a ser uno de los grandes RPGs japoneses de Wii del excaso catálogo en este género de la consola. Pero no pudo ser, se ha quedado en un producto superficial destinado a un público concreto, el más joven.

Opoona (Wii)

Su facilidad y poca profundidad dramática lo destierran a ese cúmulo de títulos que, pese a ser buenos juegos con una calidad aceptable, no quedan en el recuerdo y se caracterizan por una presencia anodina. Opoona apuntaba maneras con un sistema de juego interesante, que nos proponía toda una vida y un maravilloso mundo creado desde cero y muy original para explorar.

Opoona (Wii)

Sin embargo, su jugabilidad se antoja excesivamente tradicional y básica, con escasa profundidad o novedades, al igual que ocurre con la trama o historia, que es la de siempre, la más vista en el rol japonés, y no busca sorprender en ningún aspecto ni tiene ningún mérito o punto fuerte argumental. Malos malísimos y héroes que parten desde cero pero que no tardan en unirse en una búsqueda que acabará como siempre, salvando el universo.

Opoona (Wii)

A cambio, una puesta en escena colorida, vistosa y llena de vida lo hacen medianamente llevadero. Este juego es uno de esos que se salvan por su apariencia, no sólo gráfica, sino musical, de diálogos, de esquema jugable, etc. Por todo ello, sólo los menos experimentados en el RPG japonés podrán darle su aprobación absoluta sin aburrirse en el camino. Cierta ñoñería de situaciones y diálogos lo hace tremendamente aparcable, destinado únicamente a niños que quieran acompañar al, eso sí, simpático personaje a través de su odisea particular y para nada emocionante u original.

Opoona (Wii)

Landroll, un mundo como los de siempre
La historia empieza cuando Opoona, un jovencito e inocentón personajillo que aún está aprendiendo las cosas básicas de la vida, viaja junto a sus padres y hermanos en una nave, rumbo a las que prometen ser sus mejores vacaciones en familia. Pero hay un accidente y los ocupantes de la destrozada nave se ven obligados a abandonarla en cápsulas uniplaza. Opoona y sus dos hermanos aterrizan en un planeta llamado Landroll, aunque caen en lugares separados y pronto comenzará la búsqueda del protagonista por varios lugares de la típica geografía de este mundo similar a la Tierra.

Opoona (Wii)

Si hasta aquí todo parece típico y usual en juegos de este género y procedencia, lo que queda por contar no es nada que vaya a sorprender... Landroll se encuentra atacado por unos demonios que quieren controlar toda la galaxia, así que medio planeta ya les pertenece debido a su buen avance bélico. Opoona poco a poco se va enterando del conflicto y decide tomar parte de él, principalmente porque su familia está afectada de manera muy directa. Así, nuestro joven protagonista pelón se pone manos a la obra en ir mejorando sus habilidades de combate con el bon-bon, la esfera naranja que porta sobre la cabeza, conseguir dinero y conocer gente que le pueda ayudar en su misión.

Opoona (Wii)

Colorido pero inanimado
Uno de los puntos fuertes de Opoona es su apartado gráfico. Y no es que éste brille con luz propia y aproveche el potencial de Wii, no, para nada. Lo bueno de los gráficos de Opoona es su colorido y diseño. Todo es redondito, con tonos turquesa, rojo, verde y amarillos. Las localizaciones parecen sacadas de una película de animación y el marcado estilo Cel-Shading hace, como siempre, que la experiencia sea artísticamente entrañable.

Opoona (Wii)

Los efectos de luz refuerzan este acabado estético. Según el tono dominante de cada área, a nuestro protagonista se le iluminará la calva y su bon-bon de esa forma y tonalidad. No ocurre lo mismo con las sombras proyectadas sobre el escenario. En zonas de árboles o altos edificios que proyectan sombras sobre el suelo, en la calva de Opoona no aparece ningún efecto, y nuestro amiguito sigue correteando como si lo hiciera bajo el más luminoso de los soles. No obstante, la labor lumínica del juego es uno de sus puntos gráficos a considerar positivamente.

Opoona (Wii)

Pero ya está. Todo esto se empaña cuando vemos a los personajes en movimiento. Las animaciones son lamentables, paupérrimas. No se puede admitir hoy que un personaje que quiere hablar con alguien que tiene detrás dé un giro de 180º sobre sí mismo, sin mover los pies y como si fuera un robot estático flotante. A esto hay que sumar la poca expresividad de las caras de los personajes secundarios, que son meros conjuntos de polígonos coloreados. No ocurre lo mismo con Opoona y el resto de principales, que sí muestran mejores animaciones y gesticulación facial.

Opoona (Wii)

Los escenarios son variados, los hay grandes y pequeños, interiores y abiertos, pasillos unidireccionales y enormes praderas que explorar... Recorreremos bosques, volcanes, naves, zonas subacuáticas, y unas laberínticas torres de varias plantas que presiden cada territorio. Perderse por los mapas no es difícil debido al parentesco entre unas zonas y otras, todas ellas separadas por puertas y un fundido a negro que sirve para que el juego cargue durante un segundo. Dispondremos de un mapa llamado GPS, pero no nos servirá de gran ayuda, pues sólo mostrará la zona que rodea al protagonista.

Opoona (Wii)

En algunos escenarios no podremos mover las cámaras, por lo que la exploración se hará mucho más pesada e incómoda, y eso que dichos escenarios están pensados descaradamente para fomentar la exploración. Ir de un punto a otro continuamente será la tónica del juego por lo que que las cámaras no se puedan mover siempre y con comodidad dificulta en exceso esa ya de por sí aburrida tarea.

Opoona (Wii)

En lo que respecta a su apartado sonoro las melodías del juego sí que son reseñables. Piezas electrónicas se entremezclan con otras de corte épico, animado, triste... pero todas ellas muy pegadizas y memorables. En los efectos de sonido no ocurre lo mismo. Hay una simplicidad y repetición absolutas, acorde con el juego en sí, que rebosa sencillez e inexpresión por los cuatro costados. Todos los ascensores suenan igual, las pisadas no se diferencian sobre uno u otro suelo, los ataques siempre parecen los mismos sonoramente, etc.

Opoona (Wii)

 

Además, no hay doblaje a ningún idioma y los numerosísimos diálogos se acompañan de un pipipiriripiripipí que llega a ser insoportable. Un cuadro de diálogo siempre azul y similar despliega las cientos de líneas de diálogo en la parte inferior de la pantalla, lo que lo hace pesado, monótono e impresentable a día de hoy. La traducción a nuestro idioma es sólo correcta, y abundan los momentos en que las descripciones de lo que tenemos que hacer o hacia dónde ir se quedan cortas, dando lugar a malentendidos y asegurados atascos en el desarrollo de la aventura, aunque se sea un experto en el género.

Opoona (Wii)

Tan sencillo que sólo hace falta el Nunchuk
Desde que se confirmara que el título llegaría en exclusiva a Nintendo Wii, Koei ha intentado adaptar su jugabilidad a los mandos de la máquina a la vez que la simplificaba todo lo posible para hacer el título accesible a los nuevos jugadores, los más pequeños de la casa sobre todo. Una de las promesas es que se podría manejar sólo con el Nunchuk, y de hecho así es. El problema es que, como era de esperar, se pierde profundidad de juego y manejo así como posibilidades, mover las cámaras con libertad por ejemplo.

Opoona (Wii)

Con el joystick movemos a Opoona y lanzamos su bon-bon en los combates, con Z desplegamos el menú de items, progreso, armas, amigos conocidos, etc. y con C realizamos las acciones e interacciones. Z y C a la vez colocan la cámara detrás del protagonista. Pero este control queda mejorado si usamos el Wiimote, ya que con la cruceta podremos mover mejor las cámaras y sin necesidad de que el personaje mire hacia donde queremos mirar, con A interactuamos, etc. Además, hay ciertos momentos en los que se pide mover el mando en una dirección concreta, como para realizar los hechizos más poderosos.

Opoona (Wii)

Y al hablar de hechizos que nadie se engañe. Los combates de Opoona no son para nada espectaculares, complicados o llenos de posibilidades. Simplemente consisten en atizar a uno y otro enemigo con el bon-bon o con hechizos. La estrategia reside en cargar o no el ataque del bon-bon y dirigirlo hacia el enemigo que queramos con el joystick. Son prácticamente en tiempo real y un medidor de energía nos obligará a pensarnos bien qué hacer antes de cada disparo de esta carismática esfera naranja.

Opoona (Wii)

A lo largo de la aventura se unirán y se marcharán aliados y amigos, que colaborarán en los combates en determinadas ocasiones. Observar sus pautas de acción hará que sepamos mejor cómo y a quién atacar nosotros con Opoona. A veces, el enemigo más lejano es el que debemos eliminar primero por ser el más dañino, etc. Pues entonces tendremos que lanzar ataques muy cargados y curvos, que permitan que el bon-bon llegue hasta allí con fuerza y esquive a los monstruos que están más cerca.

Opoona (Wii)

A pesar de todo hay que hacer mención indiscutible a que ningún combate es difícil y que, a los más jugones, rara vez les matará algún enemigo. Los jefes finales tampoco presentan una dificultad excesiva y suelen llegar solos, por lo que matarlos es sólo cuestión de tiempo, lo que hace al juego algo aburrido. A esto hay que sumar que, puesto que los combates son aleatorios y aparecerán por sorpresa mientras exploramos, algunas zonas están plagadas de monstruos y caminar por ellas se hace especialmente pesado, algo que no favorece que las recorramos minuciosamente en busca de items o nuevos personajes.

Opoona (Wii)

Por todo ello, no es cruel decir que Opoona no es un juego excesivamente divertido. Su jugabilidad recuerda en exceso a tropecientos títulos ya pasados del mismo género. Los combates no suponen ninguna experiencia entrañable y la exploración está bastante mermada por algunos inconvenientes. El manejo es tradicional dentro de lo que cabe y el sistema de menús vuelve a ser la clave a la hora de equiparnos, desarrollar y usar items. Demasiado tradiconal jugable y argumentalmente.

Opoona (Wii)

A trabajar
Pese a todo lo comentado, Opoona presenta un mundo semiabierto con bastantes posibilidades, sobre todo en lo que respecta a la mejora del protagonista. Hablando con gente y otros objetos con los que interactuar, Opoona se enterará de pequeños trabajitos o misiones que realizar y con los que conseguir dinero. Estos trabajos son moderadamente variados ya que van desde servir comida en un restaurante a cuidar zonas ajardinadas. Y digo moderadamente variados porque, aunque hay bastantes diferentes, su mecánica jugable es siempre la misma. Eliminar monstruos, ir rápido de un punto a otro o seguir un orden de interactuación con personajes y objetos dispersos por un escenario.

Opoona (Wii)

Con el dinero y la experiencia adquirida Opoona podrá comprar nuevos y mejores objetos, que estarán disponibles en las tiendas a medida que avancemos. Además, su destreza y fuerza mejorarán según el empleo que elija, y se ganará algunos amigos que en un momento dado pueden echarnos una mano. Todo lo relacionado con los trabajos y misiones se concentra en las primeras horas del juego, aunque aparecen eventos de este tipo a lo largo de toda la aventura, que durará unas 30 ó 40 horas.

Opoona (Wii)

Conclusiones:
Teníamos a nuestra disposición un universo entero creado desde la imaginación de sus jefes artísticos y guionistas. Opoona iba a ser un calvito inolvidable y una interesante propuesta para el tambaleante catálogo de Wii en RPGs japoneses. Pero no ha podido ser. No es que se haya hecho mal el trabajo o se haya prescindido de ideas, todo lo contrario. Lo que estaba previsto se ha hecho muy bien, con una buena apariencia técnica y una jugabilidad que responde aproximadamente a lo prometido.

Opoona (Wii)

El problema viene desde el principio, cuando se iniciaron el proyecto y las previsiones. La excesiva sencillez que rodea a todo el juego, el argumento y el manejo lo han convertido en un producto anodino, infantilizado y poco destacable. No era la solución haberlo pulido más o trabajar concienzudamente en mejorarlo jugablemente, sino directamente obviar la posibilidad de hacer un buen RPG que a la vez fuera sencillísimo en su planteamiento como juego. No obstante, detalles como la ridícula animación de los personajes o la monotonía de su desarrollo sí son defectos que se deberían haber evitado ya en su fase de programación.

Lo mejor:

  • Técnicamente vistoso. Colorido y buena composición artística.
  • Sencillo a más no poder, adecuado para niños pequeños que quieran acompañar al carismático personaje.
  • Escenarios grandes y cargados de rincones que explorar.

Lo peor:

  • Su simplicidad argumental y jugable asustará a los experimentados en el género.
  • Las animaciones de los personajes secundarios o los que sólo aparecen una vez.
  • Excesivamente fácil, por lo que poco divertido o emocionante.
6

Correcto

No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.