Acércate a la experiencia de guerra más realista

El título que llega a Xbox no deja de ser un port de lo que vimos ya anteriormente en PC. Después de tres años en desarrollo por fin ve la luz con las mismas características, campañas y misiones que ya pudimos disfrutar en su versión para compatibles, ligeramente optimizado y mejorado para nuestra Xbox.

El juego que nos ocupa nos propone una experiencia de guerra realista donde las haya. Más allá de la multitud de shooters que invaden el mercado de Xbox, Operation Flashpoint se desmarca por su ambientación, por su jugabilidad, y, negativamente por sus gráficos. ¿Podrá competir con los grandes de Xbox?

Gráficos

Operation Flashpoint Elite es un juego desfasado en cuanto a su tecnología gráfica respecto a la mayor parte de los juegos de Xbox. La consola de Microsoft en estos últimos meses ha mostrado maravillas como Far Cry Instincts, Doom 3 o Splinter Cell 3. Cualquiera de estos juegos y muchos otros no tan agraciados gráficamente dejan a Operation Flashpoint Elite muy por debajo. Casi nada ha cambiado desde aquel Operation Flashpoint original que pudimos disfrutar en PC hace cerca de cinco años. El juego no aprovecha ni el más mínimo potencial del que hace gala Xbox, y se nota.

Los personajes están muy pobremente diseñados, y sus animaciones no son ni realistas ni mucho menos fluidas. En ocasiones veremos a través de la vista en tercera persona como el personaje salta desde una posición a otra sin pasos intermedios, algo muy chocante que no veíamos desde hace años. Tanto los rostros como los cuerpos de los soldados mostrarán un aspecto demasiado anguloso que no puede ser disimulado. En el lado positivo podemos situar la gran cantidad de acciones que nuestro personaje podrá realizar y que estará representada cada una con una animación.

Por su parte, los escenarios donde se desarrollan los conflictos no mejoran en absoluto el trabajo realizado con los personajes a nivel gráfico. Enormes extensiones de terreno donde perdernos con bastante vegetación -ni por asomo esperéis algo similar a Far Cry Instincts- con algunos pueblos y carreteras intercalados que no dejan de ser pequeños detalles que no mejoran el conjunto general. Su extensión es más que elogiable, pero el detalle de los mismos es escaso.

Las texturas utilizadas tanto en personajes como en escenarios además dejan mucho que desear y la tasa de refresco de imágenes por segundo no es todo lo fluida que debiera, ralentizando la acción por lo general en pantalla, aunque nunca llega a ser preocupante y el juego no adolece en su jugabilidad en absoluto por ello. A excepción de algún pequeño detalle gráfico como las aves surcando el cielo o los vastos escenarios, el título que nos ocupa es gráficamente pobre.

En definitiva, Operation Flashpoint Elite no es un juego que entre por los ojos. Sus gráficos están descuidados y no se han puesto al día, conservando el estilo del juego original que salió para compatibles. Es una pena, ya que Xbox ha demostrado ser un hardware muy potente, y este juego con un lavado de cara habría ganado muchos enteros de cara a su valoración final. Al fin y al cabo, como se suele decir, comemos por los ojos.

Sonido

Este apartado tampoco goza de una excelente calidad, cumpliendo su función sin más y ayudando a introducirnos en el combate. En ningún momento escucharemos un efecto de sonido o una voz que nos resulte especialmente llamativa o conseguida, todo pasará desapercibido ya que está perfectamente integrado con el resto del juego.

Las músicas durante el juego son inexistentes. Los chicos de Codemasters han debido de pensar que en el campo de batalla no tendremos tiempo de escuchar más que el silbar de las balas a nuestro alrededor y las instrucciones de nuestros compañeros militantes. Tanto voces como textos han llegado a nuestro país en perfecto inglés. Esto supondrá un handicap a la hora de jugar para aquellos que no dominen el inglés con una ligera fluidez, ya que tendrán que estar atentos a los subtítulos que aparecerán en pantalla y que ofrecerán información interesante sobre la posición de nuestros compañeros o nuestro próximo objetivo dentro de la misión. Por supuesto, el hecho de que todas las líneas de diálogo vengan en la lengua materna de Shakespeare, hará perder multitud de detalles acerca de la historia a muchos jugadores. Una auténtica pena, ya que Operation Flashpoint es un título que merece la pena ser traducido.

Los efectos de sonido podemos decir que son variados pero, como ya hemos dicho, no llaman en absoluto la atención. Nuestros compañeros nos darán de viva voz interesantes informaciones, poseyendo un buen número de líneas de diálogo y diferentes filtros de voces, lo cual, al menos dotará a los soldados de cierta personalidad. El resto serán disparos, motores de tanques y helicópteros,… Todos aquellos ruidos que podríamos encontrarnos en un campo de batalla.

Jugabilidad

Con unos gráficos poco afortunados y unos efectos de sonido que tampoco destacan, parece que Operation Flashpoint podía haberse quedado en un mero intento de revivir un juego que salió al mercado casi a la vez que Xbox. Nada más lejos de la realidad. Si conseguimos superar los prejuicios de su apariencia externa, encontraremos un título con una jugabilidad bastante fresca y a prueba de bombas que nos dejará enganchados por su realismo y posibilidades.

Operation Flashpoint Elite es, sin lugar a dudas, una de las experiencias más realistas que podremos vivir en el género de los shooters dentro del amplio catálogo de Xbox. Su veracidad es tal que con tan sólo unos pocos disparos del ejército enemigo contra nosotros, veremos como nuestra misión es automáticamente abortada. Si nos encontramos en medio de un fuego cruzado o vamos sin ningún tipo de consideración ni estrategia hacia nuestros enemigos, lo más probable es que la partida acabe bien rápido y con nosotros muertos en el suelo. Por ello lo más aconsejable es salir corriendo si nos encontramos demasiado cerca del bando enemigo.

Nosotros manejaremos a uno de los soldados que compondrán el escuadrón. Las acciones heroicas nos llevarán directamente a la tumba, por lo que deberemos avanzar con nuestro equipo con suma cautela, aprovechando las posibilidades de los enormes escenarios para atacar. Esto es uno de los grandes aciertos del juego, la libertad que nos ofrece a la hora de plantear nuestra propia estrategia.

Los soldados se manejan bastante bien, máxime si tenemos en cuenta la gran cantidad de movimientos que podremos realizar a través del mando de control. Nada más comenzar el juego tendremos un pequeño tutorial que nos guiará en el manejo básico de nuestro soldado. Podremos incorporar y desincorporar el arma, recargarla, saludar a otro soldado, sentarnos en el suelo e interactuar con bastantes objetos. Cuando nos encontremos cerca de algo con lo que interactuar, podremos elegir la acción que deseemos realizar de entre unas cuantas con la cruceta digital. Lo cierto es que no resulta especialmente engorroso y en cuanto cojamos el truco, manejarnos por el menú de acciones será bastante rápido.

En todo momento podremos pasar de la primera a la tercera persona. La primera es especialmente adecuada para disparar, la segunda para movernos por el terreno o manejar los distintos vehículos que encontremos. Para abrir fuego deberemos estar parados. Un par de balas certeras acabarán con nuestros enemigos como lo harían en la realidad. En Operation Flashpoint apuntar será especialmente complicado al igual que lo sería en la vida real. Además deberemos recargar el arma de forma manual cuando se nos acaben las balas pulsando la tecla X. Si esto nos ocurre en medio de un intercambio de fuego, lo mejor será que nos pongamos a cubierto.

El manejo de los vehículos por lo general no es todo lo intuitivo y fluido que debiera, y durante un buen tiempo de juego será un auténtico infierno conducir algunos de ellos, como por ejemplo el helicóptero, con el que optaremos casi siempre por lanzarnos en paracaídas en vez de intentar aterrizar, ya que, por norma general, acabaremos estrellándonos contra el suelo. Los coches o los camiones tampoco se moverán como tales y su manejo será ligeramente frustrante. A no ser que sea estrictamente necesario acabaremos por no subirnos a ellos.

Las misiones que realizaremos ahondarán en este realismo que impregna el juego en general y no nos permitirán ser pequeños rambos mercenarios. Saboter un convoy enemigo, robar un camión, conquistar un pueblo tomado por nuestros enemigos,… Su duración es bastante corta y en cualquiera de los niveles de dificultad se nos irá guiando a través de marcadores hacia el siguiente punto de control, diciéndonos si tenemos que esperar a nuestro equipo o atacar.

Por último cabe comentar las diferentes opciones con las que cuenta el juego. Nada más introducir el compacto en nuestra Xbox tendremos que identificarnos, lo cual no es más que la creación de un perfil de jugador. Podremos elegir la apariencia física de nuestro personaje e incluso su voz, si bien el editor no ofrece un gran número de combinaciones y tan sólo podremos elegir el rostro del soldado y sus gafas. Una vez realizado esto podremos disfrutar de las distintas opciones del menú de juego.

Tendremos por un lado el modo campaña donde se desarrollará la historia que nos llevará al año 1985 a Rusia, en plena guerra fría y con un Mihail Gorbachov como presidente del país y la perestroika como protagonista. Una fuerza soviética ha atacado territorio de la OTAN. Nosotros tomaremos el papel del joven soldado David Armstrong y tendremos que luchar por restablecer el orden junto a nuestros compañeros. La historia se nos irá narrando a través de diferentes escenas cinemáticas intercaladas entre las diferentes fases con el mismo motor de juego. Si preferimos diversión instantánea lejos de una trama, tendremos un conjunto de misiones que nos llevarán a disfrutar de la esencia del juego con menos complicaciones.

Los modos de juego que más diversión nos proporcionarán serán no obstante aquellos a través de Xbox Live y de System Link. A través de Live podremos enfrentarnos con ocho compañeros a lo largo de cincuenta misiones. Esta opción aumentará el tiempo de vida del juego.