One Piece

Vente conmigo,vámonos ya…¡y conecta tu Advance! Las aventuras de One Piece llegan a su tercera entrega en Game Boy con un adictivo RPG de acción que derrocha colorido y diversión por iguales. ¡No te lo pienses más y desentraña el misterio del gran tesoro de las 7 islas con Luffy y el resto de la dispar tripulación del Going Merry!

Convertirse en el rey de los piratas no es tarea fácil, pero el ímpetu y la ilusión de Monkey D. Luffy no hacen presagiar precisamente que las adversidades vayan a hacerle dar marcha atrás. Y mucho menos si cuenta con el apoyo de unos amigos tan obstinados como él, cuyos sueños se entrelazan en la gran aventura que tiene como piedra angular el tesoro que da nombre al exitoso manga One Piece. El camino en pos del enigmático botín está lleno de dificultades y enemigos, tan numerosos que la serie ha vivido diferentes épocas en función del enemigo de turno, creándose sagas que dividen un argumento que parece no tener fin.

Dentro de esta kilométrica historia, One Piece: Treasure of the seven islands (Nanatsu shima no daihihô, como lo conocen los japoneses) está enmarcado en el viaje a Alabasta, reino de la princesa Bibi, que viaja contigo después de traicionar a los Baroque Works, una organización de despiadados agentes que buscan hacerse con el control de la Gran Ruta, el caótico mar donde se esconde el One Piece.

Además de los habituales, como Nami o Sanji, acaban de unirse a tu grupo Chopper y Toni-toni, completando el plantel de protagonistas principales. Además, 12 de los enemigos más conocidos de Luffy y su pandilla aparecerán durante esta nueva aventura, así que la troupe de caras conocidas asegurarán que pasemos un buen rato delante de nuestra portátil, propinando y sufriendo las espectaculares técnicas que tanta popularidad le han dado a la serie. La aventura, pues, alterna partes de la historia del manga con nueva trama original que mezcla a la mayoría de personajes del universo One Piece. ¿Vemos cómo arranca todo?

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Lo primero que vemos es a nuestro pájaro de mal agüero, el loro que durante nuestra última singladura nos advirtió del peligro y que ahora se ofrece para guiarnos por la isla y dar con el paradero de los demás. Los primeros momentos, de mero reconocimiento, nos ayudarán a familiarizarnos con el control de Luffy, con los decorados, sus elementos y con el sistema de juego.

Hablando de escenarios, hay que resaltar que destacan por su variedad: estarán compuestos de varios niveles, combinarán espacios abiertos con grutas y otros interiores, los niveles de exploración darán paso a otros más plataformeros, y éstos a los que estamos acostumbrados de avanzar y pegar, que utilizan scroll horizontal…vamos, que habrá de todo. Además, muchos de ellos invitan a regresar para descubrir nuevos caminos y áreas ocultas anteriormente.

Tanto los viejos como los nuevos escenarios estarán plagados de objetos por recolectar, la mayoría de los cuales resultan muy útiles para progresar, aunque casi todos tendrán aplicación en combate o desde el menú para aumentar parámetros, recuperar vida o reforzar nuestra resistencia al veneno, congelación y demás… ¡como buenos piratas que somos, no querremos pasar por alto ninguno! Nuestras técnicas irán ampliándose conforme avancemos en el juego, así que no os desesperéis viendo que al principio sólo podemos golpear con la pistola de Goma-goma.

En cuanto a los combates, los tenemos de dos tipos: algunos tienen lugar en pleno escenario (podemos hacer que varios personajes participen en la batalla con los botones L y R) y otros, los que presentan mayor número de enemigos, acontecen sobre una cuadrícula, en la que vamos avanzando hacia el rival al que queremos derrotar, muy al estilo de los Final Fantasy Tactics, pero cambiando la perspectiva cenital por la horizontal. Aquí daremos rienda suelta a nuestro repertorio de golpes: combinaciones que nos permitan borra del mapa de forma espectacular a nuestros rivales.

Lo cierto es que la rejilla de estos últimos combates constituye por sí misma un elemento rolero de peso, pero es el sistema de menús el que justifica la mezcla de géneros. Cada personaje tiene una pantalla de estado en la que habrá que actualizar continuamente el equipo, mantener alto el estado de ánimo, evitar que se canse y dotarle de mayor agilidad y defensa, así como rellenar el indicador de vida cuando haga falta.

A pesar de su retraso, la propuesta se mantiene fresca, pues la serie continúa arrasando en ventas y son muchos los seguidores que quieren jugar a un título de One Piece en su Game Boy Advance (que no tenga nada que ver con el béisbol). La serie aún no ha llegado a su ecuador en España, con un ritmo de publicación quincenal, y continúa abierta en Japón. Si las aventuras en papel les sumamos un RPG de acción con una duración que raya las 50 horas (sin contar las que les dediquemos a los mini-juegos), y con la posibilidad de rejugárselo para ver nuevas áreas desbloqueadas, tenemos One Piece para rato.