OlliOlli World, Impresiones. Un salto en la buena dirección

Cuando en 2008 un grupo de amigos londinenses apasionados al skate y con experiencia en desarrollo de software fundaron Rollingmedia Limited (Roll7), lo hicieron con encargos menores a modo de comisionado; no tenían la capacidad de crear esas obras que tantas veces imaginaban en su cabeza. Tras un lustro de experimentos, aprendizaje y adaptación al mundo móvil, OlliOlli llegó en 2013 como uno de esos juegos que ahora vinculamos casi automáticamente con PlayStation Vita; por eso de que se prestaba a jugarlo en modo portátil. Una suerte de Tony Hakw’s Pro Skater en scroll lateral basado en retos, obligándote a calcular cada salto y aprovechando cada décima de segundo en el aire para hacer más de 120 maniobras. Clasificaciones en línea, multitud de contenido y una jugabilidad adictiva como pocas.

Tiempo después, su secuela, el fenomenal OlliOlli2: Welcome to Olliwood. ¿El resultado? Más de 75 nominaciones y premios internacionales, entre ellos el premio BAFTA al mejor juego deportivo de 2015. Y así quedaron las cosas. Una pareja de títulos recomendados una y mil veces; disponible en prácticamente cualquier plataforma. Pero ¿cuál podía ser el siguiente paso? OlliOlli World nacerá en 2021 no tanto como una tercera parte, sino como el inicio de algo nuevo, más grande, más plataformero y consciente de los tiempos actuales. Ante todo, fiel a su estilo.

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OlliOlli World, un concierto donde todo suena fenomenal

“Nos dimos cuenta de que nuestro juego era visualmente funcional, en vez de visualmente increíble”, reconocen sus creadores en la presentación digital del juego a medios. Y así es, OlliOlli y OlliOlli 2 funcionaron en lo que es verdaderamente lo más importante de un videojuego, su jugabilidad. Adaptarse a la tridimensionalidad a través del 2.5D se siente la mejor idea posible para jugar con las capas de profundidad en el escenario, como ya sucede en muchas obras del género de plataformas. Hay veces en las que un cambio visual impacta también en lo mecánico, y OlliOlli World ha crecido en la dirección correcta.

Pasemos a la acción y comencemos por el principio: qué es OlliOlli World. A grandes rasgos, volvemos a tener plataformas, acción y skateboarding, en ese orden. Y es importante, porque, aunque esta entrega se centra en los trucos, en que repitas una y otra vez cada fase hasta mejorar tu puntuación, también quiere que vivas un viaje como los de Donkey Kong Country cuando te subías al carro en los niveles de la mina. Salvando las distancias, naturalmente, pero aquí hemos venido a hablaros de sensaciones después de haber podido jugar los dos primeros mundos de Radlandia, donde tiene lugar este enorme reinicio espiritual. Frenetismo, luz, color, riesgo.

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Tras una breve presentación, tanto argumental como a los mandos, pasamos a jugar. Multitud de niveles dispuestos en un mapa con mundos, cada uno con su temática y con cada vez nuevas mecánicas. Y diréis, ¿mecánicas? ¿Esto no es únicamente saltar y hacer trucos con habilidad? No exactamente. Roll7 ha hecho un trabajo sopesado a la hora de plantear cada mundo. Tanto en lo estético como en lo meramente conceptual, cada fase tiene su objetivo y su idiosincrasia. Por ejemplo, algunos se centran en que hagas acrobacias deslizándote sobre una barra; otros, que nos han encantado, apuestan por deslizarte por la pared durante un tiempo determinado. Otros, incluso, cuentan con rutas alternativas, cambian de dirección y esconden secretos. O tienen tiendas en según qué zonas.

Vibrante y vertiginoso

OlliOlli World quiere expresarse con un lenguaje más variado y universal, busca ser muchas cosas al mismo tiempo y te engaña sin que te des cuenta, en el buen sentido. Es OlliOlli, el de siempre, pero ahora hay algo más en su empeño por ser un videojuego. De personalidad va sobrado y se adapta al estilo de cada jugador. Tienes tantas acciones y movimientos a tu disposición que la personalización va mucho más allá de lo cosmético. Aunque por ahora no hemos podido profundizar mucho en esa configuración del personaje, podremos cambiar los atuendos con decenas de trajes, calzado, etc. Todo ello pensando en que este título va a ser retransmitido en Twitch, que la experiencia no se va a reservar únicamente a las tablas de clasificación online. OlliOlli World quiere que lo sientas, pero también quiere que lo compartas.

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Son solo un par de horas las que hemos podido jugar, así que no queremos sacar conclusiones antes de tiempo. Por ahora, las sensaciones son muy buenas; ya no solo porque da respuesta a los que querían un OlliOlli 3, sino porque se dirige también a aquellos que por el motivo que sea no encontraron atractivo a los anteriores. La jugabilidad se refina, se adapta y se siente milimétricamente calculada; tenemos nuevas misiones, tareas secundarias, recompensas y trucos por doquier sin necesitar de demasiados comandos. El eje nuclear a los mandos reside en los joysticks. Asimismo, el estudio trabaja en un modo sandbox donde poder entrenar sin límite, habrá ligas en línea y más de 100 movimientos. La única duda que nos surge es si con el paso de las horas aguantará el tipo en su modo campaña y si su curva de dificultad estará bien medida, pues la sensación de repetición es un arma de doble filo. Es una obra compleja y exigente, que basa su aprendizaje en el ensayo-error. No da concesiones. Es necesario que su estructura crezca de forma proporcional.

Roll7 no va de farol y quiere que OlliOlli World sea uno de los grandes de la escena independiente de este año 2021. Sin duda, apunta a ello. El lanzamiento del juego está previsto para este invierno de la mano de Private Division. Lo podremos disfrutar en castellano, entre otros muchos idiomas, en PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series, Nintendo Switch y PC.

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Hemos realizado estas impresiones después de jugar una demo alpha facilitada por Private Division con los dos primeros mundos de OlliOlli World.