Tiro a fallar

Para muchos jugadores una consola es menos consola a menos que reciba su correspondiente dosis de buenas sagas deportivas, algo que históricamente había faltado en el entretenimiento portátil. Con la salida de Nintendo DS y Sony PSP se ha solventado el problema de la escasez aunque, sin embargo, si tenemos que juzgar únicamente por este NBA lo cierto es que la asignatura de la calidad queda todavía pendiente.

No es lamentablemente el título de 989 Studios un vendeconsolas, ni de lejos. Aunque visualmente el título pueda ser resultón, una vez jugada una temporada completa con más detenimiento examinando los jugadores clave de cada equipo y las animaciones de los jugadores, NBA fracasa a la hora de trasladar una buena jugabilidad a los mandos de la PSP dando como resultado un título bastante mediocre que tendrá poca publicidad y menos repercusión.

A pesar de que no saldrá en Europa, dado que estamos ante el primer 'simulador' de baloncesto aparecido nunca en un sistema portátil, hemos considerado oportuno realizar este análisis de cara a posibles compradores que lo consideraran una opción de compra a través de una tienda de importación. NBA forma parte de la primera hornada de títulos lanzados para la salida de la consola en Estados Unidos y unánimemente la crítica lo ha considerado como un producto muy mejorable. Y así es.

NBA va a intentar competir contra NBA Street Showdown de EA Big, que tampoco es ninguna maravilla, y el futuro NBA Live 2006 del que esperamos un poquito más de esmero. Básicamente la experiencia tras unas cuantas horas de juego ha sido divertida en escasos momentos y me he sorprendido aportando un montón de ideas que podrían haberse aplicado para hacer este juego mucho más agradable al tacto, que no a la vista.

Las novedades que aporta a nivel de jugabilidad y generalmente bienvenidas dentro de una comunidad un poco estanca a nivel de originalidades, en esta ocasión juegan en contra del propio programa. Si a eso le sumamos una pobre optimización de la inteligencia artificial y una excesiva facilidad para terminar primeros en la primera temporada que disputemos, el resultado es un producto que no puede pasar nuestro listón del aprobado.

Los personajes, aunque resulte sencillo adivinar a las grandes estrellas por sus extravagancias en su indumentaria o su apariencia, no gozan del nivel de detalle que se podía esperar. Aunque Sprewell, Kobe y compañía destacan sobre el resto, es complicado adivinar la alineación que tenemos en ese momento en cancha. Eso sí, los rasgos diferenciales están muy trabajados y son de agradecer. Lo mismo que el dibujo en las pistas o el comportamiento del público.

Las animaciones de los movimientos son variadas: fintas, reversos, botes entre las piernas, por detrás de la espalda, pases laterales, por encima de la cabeza, con bote… todo está bastante bien a excepción de las transiciones entre las mismas, que es donde verdaderamente se debería notar la supuesta fluidez. Es decir, cuando un jugador efectúa un driblaje en la vida real no hay un inicio y un fin del movimiento propiamente dicho sino que todo forma parte de un movimiento contínuo. Eso no existe en NBA y uno tiene la misma sensación al dar un reverso que se pueda tener dando un sablazo en Onimusha.

Pero la verdad es que da el pego, sobretodo para un jugador de títulos deportivos ocasional. NBA es un título que queda bastante bien en los screenshots y que cuando ves a un amigo que lo juega lo cierto es que parece otra cosa. Incluso la sensación de inmersión que produce todo el sonido del juego, desde los comentarios desde el banquillo hasta el rugir del público (pasando por pases, las zapatillas en la pista, etc.) generan una primera buena impresión.

Como no existe un lanzamiento europeo, todos los textos y comentarios estarán obviamente en inglés. Resulta obvio decir que no se precisa un conocimiento exhaustivo del idioma ya que el funcionamiento es bastante simple, aunque hay que acostumbrarse a la peculiar mecánica de NBA. Pero conste que si no nos aclaramos no va a ser culpa del idioma, eso que quede claro.

Sea como fuere la opción escogida, el modo de controlar nuestros jugadores será el mismo. Y ahí es donde llegamos al meollo de la cuestión. El jugador se controla con nuestro mando analógico mientras que los botones de dirección están asignados a algunas jugadas. Para saltar al bloqueo, robar la bola, dar un pase o tirar a canasta estan los botones correspondientes; hasta aquí nada fuera de lo corriente. Los movimientos especiales se ejecutan con una combinación con el gatillo, algo también lógico y habitual.

También podremos asignar pases directos a un jugador específico pulsando el btón correspondiente, y lo mismo para asignar un defensor. El problema es cuando llegamos a tirar y es algo a lo que no me termino de acostumbrar; al pulsar el botón de tiro el jugador se eleva en el aire y aparece un círculo de colores que va de rojo a verde pasando por el amarillo y viceversa. Contrariamente a lo habitual no hay que soltar el botón en el momento justo sino volverlo a pulsar cuando lo creamos conveniente.

Esta tontería produce un doble efecto: el primer contratiempo es que eso da mucho tiempo para el defensor al que le habíamos ganado un metro de distancia para tirar con comodidad para que vuelva y nos pegue un tapón de cuidado y, en segundo lugar, no añade realismo sino que lo quita. Si uno mira partidos de baloncesto por televisión se dará cuenta que cada vez más a menudo los jugadores reciben los pases de tiro por encima de los hombros, de forma que pueden efectuar el lanzamiento a canasta más rápidamente. Esto es algo que en la NBA es normal y corriente (ese Larry Bird) y aquí en España se está implantando desde las categorías más bajas.

Curiosamente no ocurre lo mismo con los mates, ya que si nos acercamos a canasta lo suficiente y simplemente pulsamos el botón o bien haremos un espectacular mate o… fallaremos estrepitosamente la bandeja, ya que en este caso (sea normal o a aro pasado) no habrá tiempo para reaccionar y volver a pulsar el botón en el momento correcto. Esta apreciación que me hizo ver un compañero es totalmente cierta y da una idea de lo poco pulido que está este sistema de disparo.

Esta sensación de descontrol es la misma que tenemos con las animaciones de driblaje. En la NBA no hay defensa zonal propiamente dicha para promover las acciones individuales; pues bien, es realmente complicado dominar el reverso o un driblaje botando el balón entre las piernas. Cuando empieza la animación, al margen de que no puede pararse, es muy difícil prever donde terminará y muy a menudo lo que ocurrirá es que perderemos la posesión o chocaremos con un compañero.

Paralelamente parece ser que le ocurra lo mismo a la computadora, que tiene tendencia o bien a perder el balón con facilidad o bien a encestar muchos tiros seguidos a pesar de la oposición. Nuestro equipo, además, es un tocho que defiende a duras penas y de ser un equipo real personalmente los sentaba a todos y jugaba solo. Incluso algunos parecen no haberse aprendido las pocas jugadas disponibles, algo que cuando yo jugaba era sinónimo de chupar banquillo y anotar las estadísticas.

Una vez comprendido lo que funciona bien y lo que funciona mal en NBA, es fácil coger la dinámica. Duncan meterá 50 puntos por partido y listos. Podemos ganar la temporada incluso con Atlanta (algo que hoy por hoy parece imposible) o con cualquiera de los 30 equipos de todas las conferencias, ya que es posible hacer intercambios entre jugadores y montar un verdadero Dream Team. Pero una vez terminados los 100 partidos (play-off inclusive) hay poco que llame la atención.

Hay tres minijuegos disponibles desde el principio, consistentes en la clásica competición de triples y un ejercicio completo parecido a los que yo mismo hacía: driblar unos conos, pasar y tirar. Existe una especie de modo 1 contra 1 que en realidad es una especie de 'capturar y mantener posición' de un FPS trasladado a una pista de baloncesto, teniendo que mantener de tu color una parte del terreno metiendo canastas desde esa posición.