Aparta Iverson que llega Gasol!...

Visual Concepts ha logrado crear un juego que no sólo tutea al mítico y hasta ahora indiscutible rey de la canasta. En muchos aspectos, el juego de SEGA supera a la saga "NBA Live", y desde luego, es de lo mejor que se puede adquirir hoy día en Dreamcast.

Desde tiempos inmemoriables, el paradigma del baloncesto en videojuego era Electronic Arts. Antes incluso de que su saga cambiara de nombre y pasase a conocerse como "NBA Live", ya había forjado una leyenda en "Celtics vs. Lakers", auténtico "abuelo" de una serie de títulos que hasta hace muy pocono han tenido rival.

Lo que más destaca de la línea deportiva de SEGA es que se desmarca bastante de la trayectoria seguida por la compañía. En general, otros títulos deportivos como "Virtua Striker", "Daytona USA" o "Sega Rally" son bastante más arcade, como lo son la mayoría de los títulos que ha lanzado SEGA en los últimos años, y salvo el fantástico "Virtua Tennis", que conjuga muy bien arcade y simulación, o el más discreto "WorldWide Soccer", no hay nada tan parecido a la realidad como este conjunto de títulos.

Desde luego, al menos podemos dar gracias al cielo, y por supuesto, a los iluminados que cada día nos sorprenden más y más con sus decisiones. Este título es una auténtica joya de la programación. A los escépticos de las posibilidades de la consola habría que enseñarles cómo se maneja el juego, incluso a algún directivo de la propia compañía que todavía no debe saber ni de qué color es su producto estrella.

Pero más allá de los reproches, ya inútiles y poco productivos, este juego aporta algunas novedades a lo visto anteriormente en la cancha. Por ejemplo, podremos jugar en la calle, en concreto en cinco pistas de las cuales tres se hallan en New York, una en Chicago y otra en Oakland. También tenemos el modo franquicia, donde se podrán comprar jugadores de otros equipos u optar a los mejores rookies del momento. El resto es más o menos lo mismo que se puede encontrar en otros muchos simuladores de baloncesto, que alargan en la medida de lo posible la vida del compacto, y que permitirán disfrutar de algunas imágenes bastante espectaculares como son los clásicos mates.

Lo que sí es cierto es que Visual Concepts no se ha limitado a actualizar plantillas y mejorar puntualmente algún aspecto del juego, como viene sucediendo en otras sagas. Cada nueva versión les ha servido para exprimir más si cabe el hardware de la consola. En este aspecto, los jugadores se muestran más realistas que nunca, sobre todo en sus expresiones faciales, y los movimientos de dribbling, robos de balón o tiros a canasta. No hay nada verdaderamente revolucionario, ya que la primera parte ya era muy buena, pero si alguien ha podido seguir cada una de las versiones, notará como cada vez se ha dado una vuelta de tuerca más en ese afán de imitar la realidad.

La acción vuelve a ser frenética, como en la versión 2000, gracias a pases más directos, y la posibilidad de detener ciertas animaciones "prefabricadas". Hasta ahora había que esperar a que el jugador acabara un movimiento para poder darle una nueva orden, pero ahora es posible cancelar la acción por ejemplo con un pase. También se ha incorporado un movimiento nuevo para interceptar los pases del contrario, y salir en contrataque en caso de éxito.

Las animaciones son todavía más fluidas que en anteriores versiones, y se han añadido transiciones para poder cancelar movimientos, como en la vida real, sin brusquedades. La proximidad de oponentes a la hora de tirar se refleja en el movimiento del brazo, que intentará efectuar tiros más arqueados o más directos en función de cómo se encuentre el jugador frente a sus contrincantes y el marcaje que estén efectuando.

El resto se mantiene a la misma altura de siempre, es decir, francamente inmejorable. Hay animaciones para casi cualquier situación en la cancha, el público está bastante logrado, se ven a los entrenadores, y disponemos de un interesante editor de jugadores. En el lado negativo, tan sólo encontramos algunos fallos en la caracterización de varios jugadores que no se asemejan demasiado a sus originales de carne y hueso.

El comentarista es el mismo de la versión americana. Si no entiendes su inglés, simplemente lo ignorarás, y si lo entiendes verás que está bastante bien aunque no es el mejor que se ha visto. Quizá una versión doblada al castellano con cierto comentarista de la 2 de gafas y barba blanca (y bastante mala leche, ¿os suena la frase "Mete el micrófono ahí"?) hubiera sido el complemento perfecto para un juego que se sale. Pero esas utopías, al menos en Dreamcast, ya no se darán.

El juego es fluido y bastante realista, al menos en los modos torneo y franquicia. De esta manera no se producen abultados resultados, ni tampoco palizas por parte de la cpu. Únicamente en el modo más alto de dificultad se nos plantearán los problemas más serios. El control del juego está bastante bien adaptado al mando de Dreamcast. Repite el modo de lanzar los tiros libres, apretando los dos gatillos, que a mi juicio es bastante interesante. El stick analógico mueve a las mil maravillas a los jugadores, y las tácticas se pueden modificar sin parar el juego utilizando la cruceta.

El producto está actualizado con el detalle de toda la nueva temporada. Michael Jordan, los nuevos rookies (también está Gasol), las reglas del baloncesto americano, las alineaciones completas de todos los equipos....Por otro lado, gracias al Street Mode, donde podremos escoger cancha y número de jugadores, la vida del producto se alargará bastante.

A los usuarios de Dreamcast que tengan una PS2 quizá les merezca la pena esperar a ver qué tal es el traslado a la consola de Sony. Sabemos que Visual Concepts ha prometido mejorar el aspecto gráfico y mantener la jugabilidad. Sin embargo la diferencia de precio entre las novedades para Dreamcast y para PS2 es sensible, y en cualquier caso esta versión es lo más perfecto que se ha visto hasta ahora en sistema alguno, así que su compra en absoluto podrá defraudar a nadie.

l  o     m  e   j  o  r

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