MUSIC no es un juego, no es ningún tipo de Parappa ni de Bust-a-Groove ni nada de eso. Tampoco se trata de un alocado juego de plataformas en el que haya que ir recogiendo las notas musicales que ha dejado esparcidas por los diversos mundos del juego.
Simplemente se trata de hacer música, de baile, eso sí. El programa asume que tienes la cabeza llena de ideas y parte de su propia idea de que no tienes muchos conocimientos de las teorías musicales (corcheas, fusas, semifusas, blancas, redondas). Todo esto ya lo tiene en cuenta MUSIC y tú ni siquiera lo vas a ver. Y después de crear la música podrás añadirle un pequeño vídeo!.
GRÁFICOS La parte más importante del "juego" son las parrillas: - Una roja para vídeo. - Una azul para música. Las dos son muy fáciles e intuitivas de ir utilizando. Se trata de ir seleccionando instrumentos. 16 canales divididos en casillas, en las cuales colocaremos los diferentes sonidos que hayamos seleccionado. Por cierto, cada instrumento está fielmente representado por unos iconos que a la par que simples cumplen plenamente la función de hacer todo mucho más fácil de lo que imaginamos. El apartado de vídeo te permite escoger los fondos, las formas, los textos y demás para después pasarlos a la parrilla. Jugando con las cámaras tendrás la posibilidad de crear a tus anchas en la medida de que tu imaginación te lo permita. Se le puede cambiar el fondo general al juego entre un buen puñado de "backgrounds" que a buen seguro darán con los gustos de los más exigentes.
MÚSICA Y SONIDO Fx Que decir de un "juego" que tiene una grandísima lista de sonidos, de efectos, de riffs, incluso un apartado para las voces humanas. Existe la posibilidad de acceder a la biblioteca de riffs del juego y modificar estos tal y como nos venga en gana.
Quizás lo que se le puede achacar más descaradamente al "juego" en sí, es el hecho de que sólo se pueda hacer música de "baile".
Pero los sonidos son de lo mejorcito. Puedes escoger por que altavoz ha de sonar la melodía, incluso retardarla un poco, utilizar todo tipo de efectos desde vibración a reverberación, sin olvidar que podemos "meterle mano" al tiempo de la melodía a nuestro antojo.
JUGABILIDAD En menos de 20 minutos controlarás este "juego" y si lo tuyo es la música de baile, harás un hueco cerca de la PSX para que este juego esté siempre a mano. Infinidad de sonidos, de utilidades, de efectos, de combinaciones para tenernos pegados a "la gris" de SONY, grabar nuestras composiciones y luego fardar con nuestros colegas. En cualquier momento puedes probar cómo va tu composición. Hacerla sonar quizás te de las pistas necesarias de cómo van las cosas y así poder hacer las modificaciones pertinentes para que tu imaginación y tu creatividad no tengan límites. Pero donde de verdad se le saca jugo al "juego" es en el apartado de riffs donde podremos ver unos cuantos grabados, o también crearlos nosotros a imagen y semejanza de los de nuestros grupos favoritos: ese estribillo de está balada, la melodía de aquel rock'n'roll o aquel sólo salvaje de guitarra. Todo lo podremos imitar o crear con este fantástico apartado.
Fácil, fácil, fácil. El problema de esta facilidad es que cualquier día llegarás a tu casa y te puedes encontrar a tus hermanos pequeños en plena faena de composición (o a tus hijos pequeños!).
CONCLUSIÓN En un campo no demasiado trillado, no en vano se pueden contar con los dedos de una mano los juegos que por estos lares se dejan ver, y jugar, MUSIC pone el listón muy alto. Y así como desde Japón nos llega la "moda" de vender las bandas sonoras de los juegos, es hora de que nosotros escojamos esa banda sonora. Antes podías escoger la melodía que te iba a acompañar, ahora MUSIC va más allá. Este "juego" no tiene ni principio ni final, ni izquierda ni derecha, pero si en tu cabeza bullen las ideas, si quieres demostrar que eso que hacen los demás lo puedes hacer tú, quién sabe, a lo mejor en la próxima fiesta se bailan "tus" grandes éxitos y no los de "DJ Mindundi". Es el primer paso en la "ciencia" de la composición musical para todos aquellos que no podemos permitirnos la compra de los carísimos equipos que maneja los DJ's profesionales. No lo dudes y... "caña al plato que es de goma".